RESPIRACIÓN (6)
La imaginación vocal
Aparte de la explotación
consciente e higiénica del aparato vocal, hay dos medios más de aumentar sus
posibilidades:
a) el
actor debe aprender a enriquecer sus facultades vocales profiriendo sonidos
inusitados. Un ejercicio extremadamente útil en este sentido consiste en imitar
los sonidos naturales y los ruidos mecánicos: caída de agua, murmullo de los
pájaros, sonido de un motor, etc., primero hay que imitar estos sonidos y luego
colocarlos en un texto hablado de tal manera que despierten la asociación del
sonido que uno trata de producir (colocar “las palabras”)
b) el
actor tiene que desarrollar la habilidad para hablar en tonos que no son sus
tonos naturales, por ejemplo, más bajos o más altos que los normales. Esto no
significa simplemente bajar o levantar la voz de una manera metódica y continua
hacia registros inusitados, sino en casos específicos operar artificialmente
con registros pocos naturales sin que se esconda su artificialidad de ninguna
manera. Otra forma útil de obtener artificialmente otros registros es la
imitación parodiada de las voces de mujeres, niños y viejos, etc. Pero el actor
no debe forzarse jamás metódicamente a bajar su registro natural para alcanzar,
por ejemplo, una voz “viril”. Esta tendencia es particularmente dañina y
provoca inflamación en la garganta y a menudo desórdenes nerviosos.
El empleo vocal
Si el actor padece de un
pequeño defecto vocal que no pueda ser erradicado, en lugar de forzarse a
esconderlo, debe explotarlo de diferentes maneras de acuerdo con los papeles que
desempeña.
Dicción (1)
La regla básica para la
buena dicción es expirar las vocales y “masticar” las consonantes.
No hay que pronunciar las letras demasiado claramente. A menudo en lugar de pronunciar una palabra como una entidad, el actor la divide de acuerdo con las letras que la componen. Esto le quita vida a la palabra y le da las mismas características de pronunciación que se tienen cuando un lenguaje extranjero se aprende en un libro. Hay una diferencia fundamental entre la palabra escrita y la palabra hablada; la palabra escrita es sólo una aproximación. La dicción es un medio de expresión; la multiplicidad de tipos de dicción que existen en la vida deben también encontrarse en el teatro. Restringirse a u solo tipo de dicción significa un empobrecimiento de los efectos de sonido y constituye un rechazo a utilizar todos los medios que uno tiene a su disposición: más bien como si uno tratara de obligar a los actores a utilizar el mismo traje. Así como en la vida no existe un solo tipo de dicción, sino dicciones innumerables que dependen de la edad, de la salud, del carácter y de la estructura psicosomática del individuo particular, de esa misma manera no hay una sola forma de dicción escénica en el teatro. El actor debe subrayar, parodiar y exteriorizar los motivos interiores y las fases psíquicas del personaje que está representando y modificar su pronunciación al utilizar un nuevo tipo de dicción. Esto también trae como consecuencia una modificación del ritmo de respiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario