EL AMOR (3)
Abandono y traición (3)
e) La partida de ella es un alivio, una alegría, una
liberación, como en Justo el 31, como en Te fuiste, ja, ja, que
es una especie de negativo de Mi noche triste:
Mi bulín está mucho más lindo,
más aireao, ventilao y compadre,
con las pilchas por el suelo,
todo bien desarreglao.
La ausencia de pichicho parece aludir a aquel perrito compañero de La
cumparsita; la cetrera no la extraña:
pues tu ausencia
sólo se nota
en que duermo
despatarrao.
Y de tarde,
cuando el piberío
del triste convento
se pone a gritar,
me despierto feliz
y me río
y al ver que te has ido
me pongo a cantar.
En Victoria la alegría no es menos exultante, pero la idea de vivir
por fin libre, a gusto, se da en otros términos:
Si me parece mentira
después de seis años
volver a vivir,
volver a ver mis amigos,
¡vivir con mama otra vez!
En ambos tangos hay una pequeña trampa al final de la tercera estrofa: la música y la voz se entristecen y el exaltado parece ponerse melancólico pareciendo que, después de todo, lo siente, pero es sólo una broma a costa del oyente. La alegría era real. Tal vez lo más interesante de estas piezas consista en que toman en broma uno de los motivos más arraigados y dolorosos del tango.
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