EL AMOR (3)
Abandono y traición (2)
c) El
mismo caso de infidelidad o abandono tiene variantes, según sea la reacción del
perjudicado, Este, sufriendo o no, no perdona: No te perdono más, y es
corriente que le desee la misma suerte:
Mas la vida es justiciera
y a la ingrata la he de ver
como yo, triste y llorando,
y por la vida arrastrando
sus orgullos de mujer.
Copetín, vos sos mi hermano
Todo
lo que me has hecho pasar,
penas, llantos,
con otro lo has de pagar.
Mentirosa
c) Hay
otro grado antes de llegar a la venganza, que consiste en prometer o prometerse
el castigo para ella, el rival o ambos; o una actitud más activa, la de
buscarlos a ambos o a uno de ellos: Total, pa qué sirvo, Medianoche, Que se
vayan, Buey manso. En el primero y en el último, la consagración a esa
tarea se confunde con una forma del amor:
Vivo por ella
que me hizo trampa,
después la vida
pa qué la de querer…
Desde hoy día y noche
los vi’andar buscando
y donde se cuadre
ya me vas a ver.
. . . . . . . . .
. . . . .
Total, pa qué sirvo
sin ella mi vida
no es vida ni es nada
no sé más quién soy…
Pero hay otras formas de afrontar estos avatares; en Como la mosca el
hombre toma el abandono y la traición de que es objeto con buen humor, con
ironía:
Cuando despertaba
de dormir la tranca
manyé que mi paica
se me había espiantao.
Revolví el cotorro
por su última carta
pero, de ande yerba,
nada había dejao.
o como una experiencia de la que saca algunas conclusiones y enseñanzas,
como en Barajando:
Y si he quedado arañado
como gato panza arriba
me consuelo embolsicando
la experiencia que gané;
Está el que lo dice con asumida indiferencia, En la vía, o el que va
más allá y ve lo sucedido con simpatía, comprensión, justificando, como en Con
cuatro copas encima:
Tu olvido fue poca cosa
olvido de buena moza
acostumbrada a olvidar
pues sabe que si se empeña
en cada esquina porteña
otro amor ha de encontrar.
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