sábado

ESPACIO Y TIEMPO EN LAS PATOLOGÍAS MENTALES (107) - HÉCTOR GARBARINO

 

 1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996               

1º edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019

 

EL SER EN LA NEUROSIS (5)

 

EMA USLENGHI DE NAGUIL

 

Caso B (5)

 

 

Duelo por el objeto.

Duelo por el yo.

Duelo por el Ser.

 

El proceso de elaboración del duelo de Enrico, nos permitió entrar en contacto con las vicisitudes que provocó en las distintas instancias del aparato psíquico y con las peculiares formas cuantitativas y cualitativas de la movilización de la energía psíquica, sexual, narcisista y de investimento del narcisismo del Ser, en oscilaciones o en simultaneidad. Aflorando las características de este modelo de oscilación permanente desde la triangularidad a la dualidad y en ambas la simultánea presencia del narcisismo del Ser.

 

La intensidad de la angustia tiene las características propias de la neurosis, en el sentido de “no ser yo”. La angustia de castración y sus potentes ataques al narcisismo fálico, aparece con toda su fuerza. El penar por el objeto perdido y la culpa, el trabajo de duelo y su elaboración, culminó en la asunción de esa pérdida y permitió que el paciente diera cabida a nuevos objetos, a nuevas elecciones. Incluyó el trabajo de los aspectos narcisistas de su duelo, vinculados al yo ideal.

 

La profunda conmoción que la pérdida provoca, no llega a hacer sucumbir los ideales del yo, sin embargo, aunque por momentos estos se vean amenazados; fundamentalmente cuando la pérdida de la pareja y el vínculo de esta con otro hombre, lo reinstalan en el fracaso ante la competencia edípica con la figura paterna o en la posición de “castrado”, regresando a los poderosos embates del deseo edípico negativo.

 

Las vicisitudes de la pulsión sexual llegan a conectarse, en camino regresivo, a posiciones pregenitales y fantasías perversas, siempre vinculadas a embates de la pulsión de muerte desde un punitivo y arcaico Superyo que emerge antes la siempre vigilante conciencia moral: “en esto me he transfomado, en escoria humana”.

 

Finalmente, el paciente logra restablecerse de los aspectos narcisistas de su depresión y supera también el duelo y la culpa por el objeto, la libido sexual genital sale de su estasis a la búsqueda de nuevos objetos.

 

Y el elemento decisivo, fundamental de este proceso es que en el tratamiento se instala la neurosis de transferencia.

 

En estos pacientes no se da la situación del psicótico, ante el derrumbe yoico, constituyéndose el angustioso no-ser (vacío: no ser Ser). En la psicosis el delirio aparece como el intento del narcisismo trófico de enfrentar la fuerza del narcisismo tanático y su caía en el no-Ser, tratando de reconstruir el yo-Ser. La disyunción se daría al caer el yo, entre el Ser y el no-Ser.

 

Tampoco ocurre la situación del paciente fronterizo, aunque por momentos pueda confundirse. La continuidad que se busca con el otro, está destinada a trascender su condición de individuos, medio para incluirse en el Todo a la manera del recién nacido con la madre Universo. Pero su cuerpo y el cuerpo del otro, no es el cuerpo libidinal del naurótico. La energía pulsional es poca. El partenaire, sirve sobre todo como búsqueda del límite de piel que han perdido, para la recuperación bi-dimensional del yo-Ser, espacio intermedio entre la existencia individual y la existencia cosmológica.

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