jueves

ALBERT HOFMANN - LSD: CÓMO DESCUBRÍ EL ÁCIDO Y QUÉ PASÓ DESPUÉS EN EL MUNDO (50)

 

 Los parientes mejicanos del LSD (6)

 

La “enredadera mágica” ololiuqui (1)

 

Después de que en un tiempo relativamente breve se había logrado resolver el enigma de la seta sagrada teonanacatl, me interesé por el problema de otra droga mágica cuya composición química se ignoraba: el ololiuqui. Ololiuqui es la designación azteca de la semilla de ciertas convulvuláceas que se usaban, igual que el peyotl (cactus de la mescalina) y las setas teonanacatl, en época precolombina en ceremonias religiosas y prácticas de curas mágicas por parte de los aztecas y otros pueblos vecinos. Aun determinadas tribus emplean el ololiuqui: los zapotecas, chinantecas, mazatecas y mixtecas, que en las apartadas montañas del sur de Méjico llevaban hasta hace poco tiempo una existencia bastante aislada y poco influida por el cristianismo.

 

El director del Harvard Botanical Museum de Cambridge (EE.UU), Dr. R. Evan Schultes, publicó en 1941 un excelente estudio de los aspectos históricos, etnológicos y botánicos del ololiuqui. Se titula: “A contribution to our Knowledge of Rivea corumbosa. The Narcotic Ololiuqui of the Aztecs”. (*) Los siguientes datos sobre la historia del ololiuqui provienen principalmente de esta monografía de Schultes.

 

Los primeros apuntes sobre esta droga se encuentran entre los cronistas españoles del siglo XVI que también citan el peyotl y el teonanacatl. Así el franciscano fray Bernardino de Sahagún escribe, en su ya citada y famosa crónica titulada Historia General de las Cosas de Nueva España, sobre los efectos milagrosos del ololiuqui:

 

Hay una hierba que se llama coatl xoxouhqui (serpiente verde), que da una semilla que se llama ololiuqui. Esta semilla aturde y confunde los sentidos; se la toma como brebaje mágico…

 

Otra información sobre esta semilla nos la da el médico Francisco Hernández, a quien Felipe II envió a Méjico para que estudiara allí, entre 1570 y 1575, los medicamentos de los indígenas. En el capítulo “Sobre el ololiuqui” de su obra monumental, publicada en Roma en 1651 con el título de Rerum Medicarum Novae Hispaniae Tresaurus Seu Plantarum, Animalium, Mineralium Mexicanorum Historia, da una descripción detallada y la primera ilustración del ololiuqui. Un extracto del texto latino que acompaña a la ilustración dice así:

 

El ololiuqui, que otros llaman coaxihuitl o hierba de la serpiente, es una enredadera con hojas tenues, verdes, en forma de corazón… las flores son blancas, del tamaño medio… las semillas redondas… Cuando los sacerdotes de los indios quieren tratar con los dioses y obtener respuestas de ellos, comen de esta planta para embriagarse. Entonces se les aparecen miles de formaciones fantásticas y demonios…

 

Pese a esta descripción relativamente buena, la identificación botánica del ololiuqui como semilla de la rivea corymbosa Hall. F. motivó numerosas discusiones entre los profesionales y hoy día se propone como designación botánica correcta turbina corymbosa (L.) Raf.

 

(*) Una contribución a nuestro conocimiento de Rivea corymbosa, el ololiuqui narcótico de los aztecas.

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