PLANTEO DEL ASUNTO (10)
El apóstrofe (4)
c) La exhortación.
Está muy cerca del consejo y cubre un campo parecido; conoce también los tonos
más opuestos y los más diversos propósitos: Los del amor abyecto en Volvé:
Volvé,
mirá, volvé,
engañame
nomás,
no
te molestaré
con
celos jamás.
La seducción del ‘Cafishio’,
con todos sus argumentos, en Vení conmigo:
Che,
percantina,
dejá
el convento,
que
es puro cuento
tu
realidad;
no
ves, otaria,
que
tus abriles
son
pa los giles
de
la ciudad.
.
. . . . . . . . .
Con
ese cuerpo
que
Dios te ha dado
qué
auto cerrado
vas
a tener.
.
. . . . . . . . . .
En
el más camba
de
los hoteles
con
dos manteles
vas
a morfar.
La apelación al deber, en
Llevátelo todo:
Cumplí
con tu deber
que
es triste, muy triste
pelear
entre hermanos
un
mismo querer.
La exhortación patética
al hermano, en el lecho de muerte:
Hacelo
por la vieja,
abrite
de la barra.
Ya
ves lo que te espera
si
continuás así;
no
ves que es peligroso
tomar
la vida en farra.
Hacelo
por la vieja
si
no lo hacés por mí.
Hacelo por la vieja
Nótese además el juego
contradictorio de estas exhortaciones puestas al final de algunas piezas, y
que, en realidad, tienen carácter de advertencias:
Meta
champán
que
la vida se tes escapa…
Muñeca brava
Metele
a la vida,
sacale
partido
cambiando
de nido,
de
pilcha y gavión.
Total,
a tu pinta
ya
poco le falta
pa
ser de las tantas
que
van al montón.
¿Por qué me
das dique?
Nos quedan algunas formas que se apoyan generalmente en el tuteo; son maneras de dirigirse a otro que no tienen una cabal independencia, que coinciden, una y otra vez, con algunas de las ya vistas o que, incluso, coinciden entre sí. Son las que siguen.
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