TEZCATLIPOCA
De
cómo entendieron los europeos llegados al Centro de México a la principal
Deidad del Mundo Mexica
Empezaré
por una anécdota cuando hace unos veinte años el Dr. León Portilla nos preguntó
a quién elegíamos de todas las Deidades, una única compañera respondió
Tezcatlipoca, la frase del doctor, todavía la recuerdo, cuando dijo “esas son
palabras mayores”. Reconozco que es un personaje muy complejo. Señalaré algunas
de sus características:
-Deidad
creadora y contraparte de Quetzalcóatl.
-Muchos
mitos hablan de él.
-Aunque
los cronistas hablan de un templo dedicado a Tezcatlipoca, no había un templo
específico donde se le adorara pero era el patrón del Telpochcalli lugar donde
estudiaban los jóvenes. Físicamente ¿dónde se encontraba ese “Templo o Supuesto
Templo” Durán nos dice
“Este
Templo [de Tezcatlipoca] de México era muy reverenciado y suntuoso…”
El
equipo de Arqueología Urbana lo sitúa bajo el Palacio del Arzobispado en el
Primer Cuadro.
-Primera
complejidad, sus diversos nombres, es el dios con mayor número de apelativos,
solo mencionaré seis:
Moyocoya-Creador
o el que se inventa a sí mismo
Teyocoyani-
el que inventa a la gente
Moquequeloa-
el que se burla
Tzoncozqui-
el de pelo amarillo, que entrega los bastones de fuego doméstico a los hombres
Iáutl-o
Nicoc Yaótl- enemigo. Proveedor de víctimas, “proveedor de mujeres” ( Guilhem
Olivier). Simbiosis que ocasiono un paralelismo entre Cristo Sacrificado Y
Tezcatlipoca, también sacrificado.
Para
los europeos fue: “Tezcateputla”, “Teacate Pocatl”, Tezcatlipuca y desde luego,
Tezcatlipoca
Daba y quitaba prosperidad y riqueza.
Proveedor, castigador amparador, perdonador, purificador.
Cuando
Sahagún hace la descripción de los dioses que adoraban, lo califica de “Otro
Júpiter”. Y cuando escribe al Papa informando sobre las Deidades lo pondera
como el más importante.
Entre
los primeros contactos entre europeos y Tezcatlipoca, yo señalaría el encuentro
de Moctezuma Segundo con Cortés si tomamos como válido que el Huey Tlatoani era
el representante terrenal de Tezcatlipoca.
Para
mí, la Fiesta de Tóxcatl fue el segundo contacto ya que Durán nos relata que la
Fiesta estaba dedicada a esta Deidad, la fiesta se hacía en su honor, y relata
la existencia de jóvenes enclaustrados en su templo donde preparaban tamales que
cubrían con “mantas pintadas con calaveras de muerto y huesos cruzados.” La
oración a Tezcatlipoca debía de infundir valor al sacrificado. El resultado de
esta Fiesta, lo sabemos ya que ha pasado a la historia como una marca indeleble
entre europeos y Tezcatlipoca por la Matanza del Templo Mayor, que allí
sucedió.
Los
cronistas nos dicen que el ritual culminaba con un sacrificio. Los españoles
del siglo XVI malinterpretaron primero, tratando de descalificar la religiosidad
del pueblo mexica pero ya que la morada de Tezcatlipoca era “en todo lugar” y el
hecho de que existiera un sacrificio les sería útil para posteriormente
difundir las ideas judeocristianas.
También
lo describen (Bodo Spranz) como “la figura más cambiante y versátil entre los
dioses”, con distintas formas de representación. Difícil de entender “la
capacidad de los dioses mesoamericanos para cambiar de personalidad”. Algunos
ejemplos igualmente difíciles de aceptar para los europeos pueden ser los usos
del “tlaquimilolli” o bulto sagrado de Tezcatlipoca, sabemos también que se
confiaba a los sacerdotes el cuidado de niños enfermos, poniéndoles el “traje e
insignias del ídolo” frases de Durán.
Motolinía
menciona una tela adornada con motivos macabros relacionada con los ritos de
entronización. Con relación a los nombres calendáricos: Uno de los nombres
calendáricos de Tezcatlipoca= Ce Miquiztli. Representado con una calavera.
El
jaguar, el buitre y el pavo están ligados a esta Deidad. Su indumentaria es muy
variada. Clavijero nos dice que se pensaba que había bajado del cielo por una
cuerda de telaraña.
El
choque inicial de la conquista impuso muchos cambios para los indígenas, al principio
fue un mestizaje libre. Las antiguas danzas rituales se empezaron a “cristianizar”
conservando su antiguo simbolismo. Y la danza, como el teatro, ayudaron a la evangelización.
Había que “ocupar y entretener a los indios” palabras del Padre Acosta (Fay
Joseph de Acosta). Se sabe que los indios siguieron ejecutando sus danzas en
donde antes lo hicieron, pues el nuevo sitio de adoración se sustituía en el
mismo lugar. Por lo tanto, los misioneros tuvieron que aceptar
1-que
era una casta sacerdotal la que gobernaba
2-
que los ritos eran vitales para las costumbres y el orden
3-descubrieron
muy rápidamente que había que destruir esa religiosidad. Al condenar la idolatría
y el sacrificio humano se podría dominar a estos seres.
Con
el propósito de demostrar la superioridad del Dios Cristiano, Tezcatlipoca pasó
a ser algo maligno, poseedor de todo tipo de maldad. A Quetzalcóatl se le
atribuye una conducta honrosa, se equipara con Sto. Tomás, (Sigüenza y Góngora)
fue engañado por Tezcatlipoca, pero ¡Oh, Sorpresa! Llegan los misioneros a
salvar a este pueblo que los necesita ya que son acusados de prácticas demoniacas
y de idolatría. En consecuencia surge una religión completamente extraña,
aunque se le puedan atribuir algunas coincidencias, como la comunión, el Dios
sacrificado y el diablo utilizando como una de sus representaciones a Tezcatlipoca.
Autores
de libros sobre civilizaciones antiguas se ufanaban de haber traducido el
simbolismo hermético de Mesoamérica, se le comparaba sobre todo con los
sumerios y los persas, o con los rituales de la masonería, eso incrementó que
se esparciera información equivocada y se llegara a concusiones sin fundamento.
[e. g. Edmond Bordeaux Szekely, filosfo psicólogo] Se hizo gala de la lucha
entre el bien y el mal, representado, desde luego, por Tezcatlipoca.
Los
procesos inquisitoriales dan testimonio del rechazo a las nuevas imposiciones
e. g. los “indios idólatras” como Miguel Puchtecatl Talilotlac, se le acusa de
tener ocultas efigies de deidades, entre ellas una de Tezcatlipoca. (c. 1540)
Unos
siglos más tarde a finales de siglo XVIII, hay una denuncia entre un indio por
“la persistencia de prácticas mágicas indígenas con finalidades sexuales, donde
él se identificaba con Tezcatlipoca.
Gonzalo
Aguirre Beltrán en su libro Medicina y Magia identifica la parte masculina
del peyote con Tezcatlipoca. Un documento en el AGN testifica lo innegable del
sincretismo que surge e. g. una mujer pública mestiza que tenía relaciones ilícitas
con un español que conseguía sus fines llevando una bolsita con peyote macho y
hembra, una imagen de Jesús Nazareno y una piedra imán. En este amuleto se incluía
la divinidad erótica de Tezcatlipoca.
Otro
ejemplo mencionado por Aguirre Beltrán es el de una española abandonada por su
amante quien debe poner iztauhyotl en un vaso y llamarlo pidiendo en náhuatl
“Youalli maximocuepa no nahuac”= “Dios invisible haz que vuelva a mí.” Por lo que respecta a conjuros y actas
inquisitoriales hay bastante tela de donde cortar.
Citando
al antropólogo francés Marc Augé en su texto Los No-Lugares de 1992, nos
dice que se hace un simulacro de la historia, y, ya que los españoles
decidieron “diabolizar las creencias indígenas”, esto es aplicable a todo lo
que rodeaba a Tezcatlipoca. Con relación a la obsidiana en el centro de la Cruz
retomo las palabras de otro francés o belga, me parece, Jean Braudrillard, en El
Crimen Perfecto de 1994, nos dice: “para sostener lo real hacemos
simulaciones, construimos modelos nuevos y los repetimos.” Dicho elegantemente
como “los filtros intermedios y deformantes o “el paso de la cultura producida
a la cultura impuesta”. Yo diría que en este paso de una cultura a otra, hubo
necesidad de “simular” aceptarla. Siempre dejando un pequeño vestigio que
pudiera servir como vínculo entre sus creencias y todas las nuevas normas
impuestas por los europeos.
Hay
una infinidad de aspectos alrededor de este sorprendente personaje, que quedan
en el tintero, como su aspecto guerrero, su perpetua juventud, los colores y atavíos
que lo caracterizan. Su pie - arrancado, su pie - espejo, su pie - pata de
ciervo, así como su origen. Es innegable que para los europeos fue muy difícil
entender, y mucho menos aceptar, el significado de una deidad como
Tezcatlipoca. Todo era maligno para el europeo y al creyente no le quedaba más que
ocultar sus creencias.
Ya
que mi mundo es el de la dramaturgia, me gustaría concluir compartiendo con
ustedes el primer parlamento de una obra de teatro de un chico que fue nuestro
compañero en este Semanario y falleció. Él la tituló TEZCATLI-P, su
autor Édgar Vera Suárez la definió como comedia mítica y nos remite a ese
vínculo entre los antiguos habitantes y los nuevos habitantes de este
territorio.
Mariluz Suárez Herrera
Mayo de
2021
Seminario
de Estudios Mesoamericanos
UNAM
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