(El mejor manjar)
Las humildades
de los mansos
perfuman
a las ciudades.
Esos son los felices.
Nunca comen
perdices.
(Paisaje pascual)
La más amada
de las vidas del
pueblo:
la desarmada.
Los reyes con
espinas
duermen en las
esquinas.
(El peor enemigo
del cordero)
Perros infieles
a los hombres que
lamen
nuestros pies
crueles.
Mejor no haber
nacido
que morder al
mordido.
(Hoy es viernes)
para Papá Hem
Los tres soldados
fueron a la taberna
desorbitados.
No importaba el
ultraje.
Habían visto el
coraje.
(No entres
dócilmente en la lucidez triste)
Vaya una tanka
por el poeta
borracho
que ora y le
arranca
las flores al
olvido.
No hay perfume
perdido.
(La familia feliz
de Punta Gorda)
Los arenales
movedizos de madre
fueron mortales.
Padre se fue
callado.
Fue un amor
suicidado
(Tanta gente de
bien)
Viven fingiendo
que no hay nada
sagrado.
Mueren sabiendo
que ocultaron la
sombra
bajo una pobre
alfombra.
(El pan nuestro de
cada día)
Los corazones
se tocan como copas
en los rincones
del alma enamorada.
Brindan en tu morada.
(Viena era una
fiesta)
Daniel y Nacho
tangueaban en la
nieve
y aquel muchacho
que fui se
iluminaba
con una paz que
oraba.
(In vino veritas)
Cómo me asombra
caminar dulcemente
entre la sombra.
Con el amor
cantando
y el dolor tan callando.
(Infinitud lunar de
Ibargoyen)
Luz del poeta
sumando su
esplendor a
la plata quieta.
Es la voz de Saúl
vivo en el aire
azul.
(Carta a mi padre)
En la montaña
esa lágrima tuya
que me acompaña
rueda como la luna.
Brilla como ninguna.
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