viernes

HACIA UN TEATRO POBRE (31) - JERZY GROTOWSKI

  

 EL DOCTOR FAUSTO: MONTAJE TEXTUAL (*) (2)

 

EUGENIO BARBA

 

(*) Ni una sola palabra del texto original de Marlowe ha sido cambiada, pero el script se ha rehecho mediante “montajes” en los que la sucesión de escenas fue modificada; nuevas escenas se añadieron y algunas de las originales fueron omitidas. Existen notas de esta producción que Eugenio Barba grabó. Este texto ha sido publicado en la Tulane Drama Review (Nueva Orléans, t. 24, 1964) y en Alla ricerca del Teatro Perduto (Marsilio Editori, Padua, 1965).

El Doctor Fausto fue producido por Jerzy Grotowski. Los trajes diseñados por Waldemar Krygier y la arquitectura escénica por Jerzy Gurawski. Fausto: Zbigniew Cynkutis; Mefistófeles el Andrógino: Rena Mirecka y Antoni Jaholkowski; Benvolio: Ryszard Cieslak.

 

El texto se ha arreglado de tal modo que el acto quinto, escena segunda, de la versión de Marlowe, donde Fausto argumenta con los tres eruditos, abre la producción. Fausto, lleno de humildad, con los ojos vacíos, perdidos en la inminencia de su martirio, saluda a sus huéspedes sentado ante su pequeña mesa, con los brazos abiertos como en la Cruz. Empieza entonces su confesión; lo que generalmente se considera como virtudes él las denomina pecado: sus estudios teológicos y científicos; y lo que es considerado pecado él lo llama virtud: su pacto con el Diablo. Durante su confesión la cara de Fausto brilla con una luz interior.

 

Cuando Fausto empieza a hablar con el Diablo se producen los primeros trucos mágicos, entra en su segunda realidad, los flashbacks. La acción se traslada a dos mesas en las que Fausto evoca los episodios de su vida, en una especie de travesía biográfica.

 

Escena uno: Fausto saluda a sus huéspedes.

 

Escena dos: Wagner anuncia que su amo va a morir en breve.

 

Escena tres: Monólogo en el que Fausto confiesa públicamente como pecado sus estudios y exalta como virtud su pacto con el Diablo.

 

Escena cuatro: En un flashback, Fausto empieza a contar la historia de su vida. Primero, un monólogo que recuerda el momento en q      ue decidió renunciar a la teología y dedicarse a la magia. Esta lucha interior se representa por un debate entre una lechuza, símbolo de la personalidad erudita, y un burro, cuya inercia tenaz se opone al conocimiento de la lechuza.

 

Escena cinco: Fausto habla con Cornelio y con Valdés que llegan a iniciarlo en la magia. Cornelio convierte una mesa en un confesionario. Mientras confiesa a Fausto, dándole la absolución, este inicia su nueva vida. El texto hablado contradice a menudo su interpretación; por ejemplo, estas líneas describen los placeres de la magia. Luego, Cornelio le revela a Fausto las ceremonias mágicas y le enseña una fórmula oculta: que no es otra cosa que un himno religioso polaco muy conocido.

 

Escena seis: Fausto está en la selva. Imitando una ráfaga de viento, la caída de las hojas, los ruidos de la noche, los gritos de loa animales nocturnos, Fausto se encuentra cantando el mismo himno religioso e invoca a Mefistófeles.

 

Escena siete: La aparición de Mefistófeles (La Anunciación). Fausto está hincado con pose humilde. Mefistófeles sobre una pierna, ángel sublime, canta sus líneas acompañado de un coro angélico. Fausto le avisa que está listo para entregar su alma al Diablo a cambio de 24 años de vida en contra de Dios.

 

Escena ocho: La mortificación de Fausto. Una escena masoquista provocada por los argumentos del Ángel bueno y del Ángel malo. Fausto se refriega su propia saliva, su propio escupitajo en la cara, se golpea la cabeza contra las rodillas, lacera sus genitales, al tiempo que recita sus líneas con voz calmada.

 

Escena nueve: Durante una caminata Fausto confiesa a Mefistófeles su decisión de entregarle su alma.

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