1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB:
elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019
VII. NEUROSIS
EL SER EN LA NEUROSIS
HÉCTOR GARBARINO / RAQUEL
VIDAL
¿Tenemos derecho a
suponer la supervivencia de lo originario junto a lo posterior, devenido desde
él?
Sin duda ninguna.
S. FREUD / El malestar
en la cultura
Caso A
El acceso a la instancia
del Ser por mediación de la mujer (6)
Transferencia: de la
madre edípica a la madre universo (2)
Se mantiene la
interpretación, no obstante, inquieta e interroga la reacción del paciente; el
contenido, pero sobre todo el afecto. Pensando en una racionalización
defensiva, no se encontraba sentido a la mezcla de rabia, de herida, de no ser
comprendido, que el paciente trasmitía. Algo doloroso, que no se entendía, pero
se percibía, producía un cierto malestar entre nosotros.
A la siguiente sesión, el
paciente permaneció en silencio durante toda la hora. En la siguiente, mantiene
un largo silencio, que interrumpimos diciendo ¿este silencio mostrará su
desagrado por la interpretación? ¿será consecuencia del impacto que le produjo
el sueño y la interpretación?
Entonces dice: “No sé,
estoy tratando de vencer mi confusión. No me gusta hablar de cosas que no puedo
transmitir, me quedó desconforme el transmitir mal o de hacer confundir. El
psicoanálisis trabaja con cosas humanas… pero yo tengo algo dentro mío que no
sé decir. Escribí un poema y lo que escribo tampoco es lo que siento ni lo deja
ser”.
Después de esta sesión
trae los dos sueños antes referidos donde se repite la interrogante ¿y la
escena anterior? Liga ambos sueños y dice: ella (la amiga) tenía algo que
siempre he anhelado… algo semejante a lo que tú tenías en el sueño contigo.
Hablo de una atmósfera,
es algo… no sé, me cuesta mucho explicarlo… pureza, frescura, pura sensación,
sin pensamiento, sin carga cortical, algo imperioso, muy fuerte, sin
razonamiento… vivencia neta sin la contaminación que trae el contacto con el
mundo.
Recordamos su dolida
respuesta a la interpretación del sueño con el analista; y las dudas que nos
promovió. La interpretación había sido en el sentido de la transferencia
edípica, pero las asociaciones del paciente tomaron el camino de lo andrógino
primero, (masculino-femenino) y de otro registro, después, fuera de nuestro
mundo. De retrucar molesto, dolorido, la interpretación, pasó al silencio total
durante la siguiente sesión y luego al sin sentido, y la imposibilidad de
hablar de ciertas cosas humanas.
Pensamos que el contraste
entre el sueño y las asociaciones y afectos que aparecieron a consecuencia de
la interpretación, puede comprenderse si pensamos en tres períodos transferenciales.
El primero: de
transferencia edípica.
El segundo (en que
incluimos el sueño con la analista): de transferencia de transición, o de
transferencia con la madre edípica, y transferencia con la madre cósmica.
El tercero: de transferencia con la madre cósmica, que aparece posteriormente.
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