PLANTEO DEL ASUNTO (5)
Dramático (2)
Podrían relacionarse con
las formas dramáticas algunas letras que son identificables sea con el monólogo
teatral, sea con un largo parlamento dirigido a otro. Este último caso no debe
confundirse con el apóstrofe, que veremos después; se trata aquí de aquellas letras
que fingen abstraer un parlamento de un supuesto diálogo.
El primer caso, el
monólogo, puede ser ilustrado por Como abrazado a un rencor, monólogo
que hasta es precedido por una pequeña parte a cargo del coro de comadres y por
una indicación que presenta al personaje, y pone en su boca las palabras que se
cantan en seguida:
-Está
listo,
sentenciaron
las comadres.
El
varón ya difunto en el presagio
en
el último momento
de
su pobre vida rea,
dejó
al mundo el testamento
de
estas amargas palabras
piantadas
de su rencor:
-Esta
noche para siempre
terminaron
mis hazañas,
un
chamuyo misterioso
me
acorrala el corazón;
alguien
chaira en los rincones
el
rigor de la guadaña
y
anda un algo cerca ‘el catre
olfatiándome
el cajón.
Los
recuerdos más fuleros
me
destrozan la zabeca
una
infancia sin juguetes,
un
pasado sin honor,
el
dolor de unas cadenas
que
aún me quema las muñecas
y
una mina que arrodillas
mis
arrestos de varón.
Monólogos son también Disfrazao,
Matala, Colorao… colorao, Rencor, No te engañes corazón. El protagonista
habla consigo mismo, con su corazón, con su rencor, y en sus palabras se dan un
conflicto o una acción.
Naturalmente, el monólogo
puede ir dentro de otro contexto; puede ser, por ejemplo, uno de aquellos
discursos que vimos agregados a una narración, como lo están en Araca,
corazón estas palabras del ‘pobre punga’ preso que hizo más famosas Alfonso
Reyes:
Araca,
corazón,
callate
un poco
y
escuchá por favor
este
chamuyo,
si
sabés que su amor
es
sólo tuyo
y
no hay motivos
para
hacerse el loco.
Araca,
corazón,
callate un poco.
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