CAPÍTULO IV / DISOLUCIONES
2 / EL FIN DEL MACROCOSMOS (2)
En la tierra de los gigantes, cantará
Jotunheim, un gallo rojo y hermoso; en el Valhalla cantará el gallo Cresta
Dorada; y en el infierno cantará un pájaro rojo, color de moho. El perro Garm
en la puerta de su cueva, que es la entrada al mundo de los muertos, abrirá sus
grandes fauces y aullará. La tierra temblará, los árboles y los arbustos se
romperán en pedazos y el mar se derramará sobre la tierra. Los grilletes de
aquellos monstruos que fueron encadenados en el principio se romperán: el Lobo
Fenris correrá libremente y avanzará con la quijada inferior contra la tierra y
la superior raspando el cielo (“Abrirá más la boca si hubiera lugar para ello”);
echará fuego por los ojos y por la nariz. La serpiente del océano cósmico que
envuelve al mundo se levantará en una cólera gigante y avanzará junto al lobo
sobre la tierra, escupiendo veneno que salpicarás todo el aire y el agua.
Naglfar navegará a su albedrío (el barco construido con las uñas de los
muertos) y ha de transportar a los gigantes. Otro barco navegará con los
habitantes del infierno. Y el pueblo de fuego avanzará desde el sur.
Cuando el guardián de los dioses sople
el cuerno estrepitoso, los hijos guerreros de Odín serán llamados a la batalla
final. De todas partes vendrán dioses, gigantes, enanos y duendes y se dirigirán
al campo de batalla. El Freno del Mundo, Yggdrasil, ha de temblar, y ninguna
cosa del cielo o de la tierra se salvará del temor.
Odín avanzará contra el lobo, Thor
contra la serpiente, Tyr contra el perro -el peor de todos los monstruos- y
Freyr, el hombre de las llamas. Thor matará a la serpiente y se alejará diez
pasos, pero el veneno le hará caer muerto en tierra. Odín será tragado por el
lobo, y luego Vidarr, poniendo un pie en la quijada inferior, tomará en su mano
la quijada superior del lobo y le desgarrará las fauces. Loki matará a
Heimdalir y será muerto por él. Surt arrojará fuego sobre la tierra y quemará
el mundo entero.
El sol se ennegrece, la tierra se hunde
en el mar,
Las estrellas ardiendo caerán desde el
cielo.
Fiero crece el vapor y la llama que
alimenta la vida,
Hasta que el fuego suba y alcance el
cielo.
Garm aullará ante Gnipahellir,
Los grilletes se romperán y el lobo
estará libre;
Mucho sé y más puedo ver
Del destino de los dioses, los poderosos en batalla.
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