(Primera fila)
Los que renguean
callados por la
calle
siempre pelean.
Son los
desesperados.
Los peones más
amados.
(Agradecer lo
eterno)
Dulces momentos
en que nos
entendimos.
No hubo lamentos.
Y fueron muchos
años.
Calman los
desengaños.
(El triunfo del
rencor)
Esos pedazos
de familias que
sangran
fueron abrazos.
Hoy quedan los
muñones.
Y faltan los
perdones.
(Cuestión de fe)
Abel oía
las palabras del
Padre
y le creía.
Caín no pudo
amarlos.
Y tuvo que
matarlos.
(Felices fiestas)
Siempre hay
tristeza
abajo de tu
alfombra.
Siempre hay belleza
en el fondo del
cielo.
Y alguien que odia
tu vuelo.
(Brindis con mi
padre / 22-12-1979 / 22-12-2020)
¿Fuiste muy lejos?
Son cuarentaiún
años
y estamos viejos.
Y hoy tu rezo
regresa.
Me sube a la
cabeza.
(26 de diciembre de
2020)
para Hugo W.
Giovanetti Sanna / 1919-1979
Agradecías
la suma de los años
porque sabías
esclavar tu
grandeza.
Y hoy la muerte te
besa.
(Justo el
treintaiuno)
Que lo perdido
te reine sobre un
rostro
recién nacido.
Como si no doliera.
Y lo eterno
volviera.
(El horizonte de
oro)
No está caído
el que ora
muertamente.
No está vencido.
Se ve lo verdadero
en lo alto del
madero.
(Último amanecer de
Gregor)
Soñé con migas
que caían del
banquete
de los escribas.
Y encontré la
belleza
lejos de aquella
mesa.
(Diagnóstico
despiadado)
Amar la vida
es besarle la boca
a cada herida.
Los que no lo
aceptaron
son los que no
duraron.
(Mano en el hombro)
para Juan Carlos
Macedo
Vos insististe:
¿No será hermoso
irnos?
Después te fuiste.
Y hoy oro en la
espesura
de la muerte y su hondura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario