miércoles

ESTÉTICA DE LA CREACIÓN VERBAL (87) - M. BAJTIN


 EL PROBLEMA DEL AUTOR (5)

 

3 / 2 La sustitución del contexto axiológico del autor por el contexto literario. El autor supera en su obra la resistencia puramente literaria de las formas literarias anticuadas, de costumbres y tradiciones (lo cual indudablemente tiene lugar), sin toparse jamás con la resistencia de otra clase (la resistencia ético-cognoscitiva del héroe y de su mundo), y su finalidad es la creación de una nueva combinación literaria basada en los elementos puramente literarios también, y el lector también debe percibir el acto creativo del autor tan sólo en el fondo de la convención literaria habitual, es decir, también sin rebasar los límites del contexto de valores y de sentidos de una literatura comprendida materialmente. El contexto real de valores que da sentido a la obra del autor no coincide absolutamente con el contexto estrictamente literario, y menos si este es comprendido de una manera material; este contexto, con todos sus valores, por supuesto forma parte del primero, pero de ningún modo es determinante, sino determinado; el acto creador se ve obligado a determinarse activamente también en un contexto literario material, a ocupar dentro de este una posición valorativa, y sin duda esencial, pero esta posición se condiciona por la posición más general del autor en el acontecimiento del ser, en los valores del mundo; con respecto al héroe y a su mundo (el mundo de la vida) el autor se orienta ante todo, y esta orientación valorativa suya determina también su posición literaria material. Se podría decir: las formas de visión artística y de conclusión del mundo determinan los procedimientos literarios externos, y no al revés; la arquitectónica de un mundo artístico determina la estructura de la obra (orden, distribución y conclusión, conjunción de masas verbales), y no al revés. Hay necesidad de luchar con las formas literarias establecidas, viejas o no, utilizarlas y combinarlas o buscar apoyo en ellas, pero en la base de este movimiento está la lucha más esencial y determinante: la lucha artística primaria con la orientación ético-cognoscitiva de la vida y con su resistencia vital significante; aquí es el punto de la máxima tensión del acto creador (para el cual todo lo demás es apenas un medio), de todo artista en su campo, si él significativa y seriamente viene a ser el primer artista, es decir, se colisiona y lucha directamente con el elemento ético-cognoscitivo de la vida, con el caos (son elemento y caos desde el punto de vista estético), y solamente esta colisión logra sacar una chispa puramente artística. Cada artista en cada obra suya siempre vuelve a justificar el mismo punto de vista estético como tal. El autor se encuentra directamente con el héroe y su mundo y sólo dentro de una actitud inmediatamente valorativa determina su posición como artística, y únicamente dentro de esta actitud valorativa hacia el héroe los procedimientos literarios formales cobran por primera vez su importancia, su sentido y su peso valorativo (resultan necesarios e importantes argumentalmente), y el movimiento del acontecer se aporta también a la esfera literaria material. (El contexto de revistas literarias, la lucha en las revistas, la vida y la teoría de la revista literaria.) (39)

 

Notas 

(39) Esta observación resumida del autor se vuelve comprensible en relación con una idea análoga en el artículo “El problema del contenido, material y forma en la creación artística verbal”: “Hay obras que en efecto no tienen que ver con el mundo sino tan sólo con la palabra ‘mundo’ en un contexto literario; obras que nacen, viven y mueren en las páginas de revistas, que no abren las páginas de las ediciones periódicas contemporáneas, que no nos hacen salir fuera de sus límites” (M.Bajtin, Voprosy literatury i estetiki, p. 35).

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