3 / EL HÉROE COMO GUERRERO (2)
Porque el héroe mitológico es el
campeón no de las cosas hechas sino de las cosas por hacer; el dragón que debe
ser muerto por él, es precisamente el monstruo del status quo: Soporte,
el guardián del pasado. Desde la oscuridad el héroe emerge, pero el enemigo es
grande y destaca en el trono del poder; es el enemigo, el dragón, el tirano,
porque convierte en ventaja propia la autoridad de su posición. Es Soporte o
Garra no porque guarda el pasado, sino porque guarda.
El tirano es orgulloso y eso es su
perdición. Es orgulloso porque piensa que su fuerza le es propia; así, está en
el papel de payaso, que equivoca la sombra con la sustancia; su destino es ser
engañado. El héroe mitológico que reaparece desde la oscuridad, que es la
fuente de las formas del día, trae un conocimiento del secreto de la condena
del tirano. Con un gesto tan sencillo como el de apretar un botón, aniquila su
forma impresionante. La acción del héroe es un continuo quebrar las
cristalizaciones del momento. El ciclo prosigue, la mitología se enfoca al
punto creciente. La transformación, la fluidez, y no la pesadez inquebrantable,
son las características del Dios vivo. La gran figura del momento existe sólo
para ser destrozada, para ser cortada en pedazos y para ser dispersada. En
pocas palabras, el ogro-tirano es el campeón del hecho prodigioso; el héroe es
el campeón de la vida creadora.
El período mundano del héroe en forma humana,
empieza sólo cuando los pueblos y las ciudades se han extendido sobre la
tierra. Muchos monstruos de tiempos primitivos acechan aun en las regiones
exteriores, y por malicia o desesperación se arrojan contra la comunidad
humana. Deben ser alejados. Lo que es más: surgen los tiranos humanos, que
usurpan los bienes de sus vecinos y son causa de que la miseria se extienda.
Estos también deben ser suprimidos. Los hechos elementales del héroe consisten
en limpiar el campo. (21)
Kut-o-yis, el “Niño Coágulo”, después
de haber salido de la vasija y haber alcanzado la madurez en un día, mató al
yerno criminal de sus padres adoptivos, y luego marchó en contra de los ogros
del país. Exterminó una manada de osos crueles, con excepción de una hembra que
iba a ser madre. “Pidió gracia en forma tan conmovedora, que él se la concedió.
Si no hubiera hecho esto, no habría osos en el mundo”. Luego acabó con un grupo
de serpientes, pero también con excepción de una “que iba a ser madre”. Luego
avanzó deliberadamente por un camino que se le había advertido que era
peligroso. “Cuando avanzaba, una gran tempestad cayó sobre él y finalmente lo
arrastró a la boca de un gran pez. Era un pez que bebía el viento. Cuando llegó
al estómago del pez, vio mucha gente. Muchos de ellos estaban muertos, pero
otros todavía vivían. Les dijo. ‘El corazón debe de estar por aquí. Vamos a
bailar.’ Pintó su cara de blanco, pintó sus ojos y su boca con círculos negros,
y ató un cuchillo de piedra blanca sobre su cabeza, de manera que apuntara
hacia arriba. También se hizo uso de unas sonajas hechas de pezuñas. Entonces
la gente empezó a bailar. Durante un rato, Coágulo se sentó, movió las manos
como si volara y cantó canciones. Luego se levantó y bailó saltando, hasta que
el cuchillo que llevaba sobre su cabeza atravesó el corazón. Entonces cortó el
corazón. Luego hizo un corte entre las costillas del pescado e hizo salir a
toda la gente.
Notas
(21) Conservo la distinción entre el primitivo héroe-titán semianimal (fundador de ciudades, donador de cultura) y el tipo enteramente humano posterior (ver pp. 282 ss, supra). Los hechos del segundo frecuentemente incluyen el asesinato del primero, los Pitones y Minotauros que concedieron los dones en el pasado. (Un dios desmesurado se convierte inmediatamente en un demonio destructor de la vida. La forma tiene que romperse y las energías liberarse.) No es poco frecuente que las hazañas que pertenecen a etapas anteriores al ciclo se atribuyan al héroe humano, o que uno de los héroes primitivos se humanice y sobreviva en una época posterior; pero estas contaminaciones y variantes no alteran la fórmula general.
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