por Sergio Arboleya
El bandoneonista y
compositor estrena un nuevo y descomunal relato con el álbum de solo bandoneón
"Albores", al que presenta como "un nuevo día, por lo tanto, una
nueva visión".
El bandoneonista y compositor Dino Saluzzi, artista que ostenta 70 años
construyendo obra y legado desde sonoridades nativas en diálogo con lo
académico y popular logrando reconocimiento internacional, estrena hoy un nuevo
y descomunal relato con el álbum de solo bandoneón "Albores", al que
presenta como "un nuevo día, por lo tanto, una nueva visión".
"Para mí 'Albores' es una obra que evidencia el camino de los años que llevo con este instrumento con el que he pasado tantas etapas, tocado con tantos músicos y formaciones, diversos tipos de música con distintas ideas, pero casi todas ellas basadas en los colores y sonidos de la música argentina", señaló Saluzzi en entrevista con Télam.
A los 85 años y apostando una vez más a la novedad, al riesgo y a la creación
como pilares de su camino, el salteño entrega desde el prestigioso sello alemán
ECM (que lo fichó en 1982 para el álbum "Kultrum", un manifiesto
artístico del bandoneón).
"Hice varios discos con ECM trabajando con Manfred Eicher y me pareció
oportuno el pensar en un disco de bandoneón solo con una idea diferente, con
una música concebida exclusivamente para el instrumento que me acompaña desde
hace tantos años", comentó el creador.
¿Qué tipo de lenguaje siente que pudo desarrollar mejor en esa impactante
intimidad entre usted y el bandoneón?
La estructura armónica es triádica. Solo puse algunos acordes y escalas
alteradas, pero no demasiadas. Compongo una música liberada de estructuras
previas a la forma que denota un modo diferente de concebirla con una actitud
de economía de medios en donde hay sabores de música andina, tango y folclore.
El disco exhibe un sobrecogedor abanico sonoro ¿Siente estar haciendo un
aporte particular al abordaje del bandoneón o este repertorio parte de una
necesidad expresiva antes que como herencia?
Desde mis primeros discos como compositor me interesó el desarrollo de mi
propio lenguaje. Los resultados de la labor artística siempre son misteriosos y
responden a una necesidad interna. El arte musical se produce en el mismo
tiempo que uno va manejando los sonidos interiores, nadie puede explicar bien
cómo sucede. Las necesidades espirituales, la maravilla de la ciencia musical y
la libertad convergen en la obra y deben estar alejadas de cualquier fórmula.
¿Para dar forma a "Albores" recurrió a obras que ya había
compuesto o se puso a crear pensando en este disco?
En el disco hay obras antiguas que siempre quise grabar y otras especialmente
pensadas para el disco. Soy un compositor y me gusta la composición musical.
Encontrar un camino ausente de referencias lleva tiempo pero muchas
satisfacciones. Si por ejemplo compongo un tango, para que sea arte me impuse
que sea el desarrollo de una idea. Si yo compongo una zamba o un tango
tradicional no estoy haciendo arte, estoy reproduciendo una forma ya creada, es
decir no estoy ampliando el campo, no estoy evolucionando en el género. La
dificultad del arte es que la obra decididamente debe representar un
crecimiento.
Entre las nueve piezas del disco aparecen dos tributos a músicos: a Giya Kancheli y a su padre Cayetano. ¿Le interesa pensarse como un eslabón entre esos dos mundos musicales?
Todos somos hijos de
alguien. En lo que respecta a mi padre creo haber tenido toda la fortuna del
mundo porque mi viejo puso el bandoneón en mis manos y me llevó de la mano en
mis primeros pasos de músico. Es un sentimiento de profundo agradecimiento.
Kancheli muestra que un músico para lograr una obra artística tiene que tener
conciencia de que se la ofrece a otra persona y lo que admiro en él es la
sencillez para comunicar sus ideas musicales.
¿Sigue creyendo que la música puede cambiar el mundo?
El arte cambia el mundo, después de la experiencia del arte nunca quedás igual.
La música toca las profundidades del alma. El arte es necesario para crecer
espiritualmente y la música cuando no está apoyada por la palabra exige del
artista una conciencia plena de que no es necesario usar la fuerza porque está dirigida
al espíritu. La música como música no está apoyada por la palabra sino por la
idea. Con la música no se puede mentir ni manipular porque precisamente carece
de palabras.
¿De qué modo considera que se articulan arte y pensamiento?
Se articulan a través de los artistas. El arte es algo que decididamente tiene
que ser comprensible en todos los aspectos. El artista se delata a sí mismo
cuando no es consciente de su responsabilidad. El artista también tiene
responsabilidades como organizar su vida económica. En la Argentina, los
verdaderos artistas no solamente generan arte sino que también lo hacen sin la
ayuda de nadie. Es absolutamente necesario el apoyo del Estado en un contexto
para ampliar las fronteras del arte. Personalmente, todo mi camino fue
resultado de mi esfuerzo personal y el apoyo de mi familia.
Volviendo a "Albores" y aun tomando nota del contexto que nos
asola ¿Se imagina tocando este álbum en los escenarios o se trata de una obra
meramente discográfica?
Siempre que hice un
disco hice una, dos o tres giras por el mundo. Ahora la situación es muy
particular. De todas maneras, la música se produce en todos lados y es lo que
vale. Ya sea en los teatros más sofisticados o debajo de un puente. Si la gente
está educada podrá recibir la conexión.
¿Cómo está atravesando la pandemia?
Como todo el mundo, con miedo, esperanza y desorientación. Por eso
"Albores" es para mí la posibilidad de hablar del cambio, de un nuevo
día, de la conciencia de lo que hemos hecho mal para repararlo, porque en
nosotros y en nadie más que nosotros está la posibilidad de hacerlo.
Por último, ¿tiene planes y músicas con la que fue su última formación de
quinteto?
Compongo todos los días pero no tengo planes prefijados. Tengo muchísima música compuesta para diversas formaciones que, actualmente, se toca en diferentes partes del mundo. Personalmente, tocar con el quinteto integrado por mi familia incluye el arte y la fraternidad. Como todos saben, el centro, la organización exacta, el equilibrio, la protección y la obligación parte de la familia. Así como salimos diariamente a la batalla llegamos a la protección que se consigue en el amor de la familia.
(Télam / 6-11-2020)
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