1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB:
elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019
VI. AUTISMO
DEL GRITO Y EL LLANTO
INICIALES AL LENGUAJE HABLADO (*)
(Hipótesis para estos
recorridos en Inés) (2)
MARÍA AURORA ANDRADE
De la creación de límites
a las primeras palabras
Durante mucho tiempo, mi
trabajo se orientó a ayudar a Inés a crear la noción de límites. Para acompañarla,
tomaba lo que ella desplegaba durante la sesión, mostrándole su continuidad con
los objetos y señalándole las diferencias a partir de las equivalencias que
establecía entre su cuerpo y los objetos.
Mis explicaciones “apuntalaban
a vincular el narcisismo del Ser y el narcisismo del yo” (3) de la niña, “como
el habitual apoyo verbal de la relación madre-hijo”. (4)
Complacida, Inés mira los
árboles y el cielo por la ventana. De pronto, sin que yo pueda advertir la
razón, dice “f…” y continúa abstraída.
T. -Parece que tú
necesitas sentir que podés salirte de tus límites, irte por la ventana “f…”
como el aire que sale de tu boca. Pero tú tenés límites. ¿ves? (la toco). Tu
piel te limita.
Siempre que ella produce
un fonema reconocible yo la imito mostrándole los movimientos que hace la boca
al hablar. (5) A veces me escuchaba un instante y volvía a la ventana.
Cuando trae a la mesa un
muñequito que tiene inserto un escarbadientes, lo saca y se molesta mucho
porque intenta encastrarlo y no puede. Su motricidad tiene un escaso
desarrollo.
Parece calmarla que le
diga que ella está preocupada por el agujerito que queda al descubierto y no
puede tapar. Pero que el muñeco no se va por ese agujero.
A veces, se preocupa
porque lo muevo. Pero un día empieza a responder abriendo y cerrando la boca,
al reiterarle: “Tú también tenés agujeritos en tu cuerpo y no te vas por ellos…”
También, le voy mostrando
su angustia de caída en el vacío, cuando entrega las carpetitas a su mamá en la
sala de espera.
T. -Si se las das a mamá,
te sentís más tranquila. Tu necesitás asegurarte el sostén porque te preocupa un
poco que puedas caerte en el vacío. Pero no te vas a caer, Inés. Tu cuerpo se apoya
en tus pies y la tierra te sostiene. (6)
Da cada paso inseguro,
pero empieza a caminar sola.
A veces, recorre todo
somo si lo viera por primera vez. Le muestro que “descubre los límites cuando
un día se apoya sobre mí y no se aleja.
En el contexto de este
vínculo surge en ella la posibilidad de comunicar.
Inés me pide un dibujo,
al acercarme hoja y drypenes y esperar, que abre valiosos caminos al trabajo
del esquema corporal. “Acá en la hoja y ahí en tu cuerpo” recorre decenas de
veces el camino desde la imagen plana cuando la dibujo a la búsqueda no muy
convencida de su cuerpo volumen cuando se hace una y otra vez los
reconocimientos corporales.
Las verbalizaciones
parecen acompañar el recorrido; toman sentido y forma.
“íi…”, que dibuje a Inés
y “Tá!” que es morfema, pero pleno de significados cuando aparece entre los
múltiples juegos del “está y no está”.
Dibujos de ella, que como
estos que estoy mostrando revelan que las dimensiones son otras cuando el
cuerpo se vivencia con límites abiertos y se siente extendido y cuando está muy
identificado con símbolos cósmicos como la espiral y el círculo, cuya forma, en
la lámpara del techo reconoce y la atrae. (7)
Pensamos que en estos
dibujos la niña grafica el “yo-Ser”.
Pasos del recorrido del lenguaje hablado que, con el surgimiento de límites, la lleva a la búsqueda de “mamá” y “papá”, sus siguientes palabras.
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