IVONNE
PARODI nació en Montevideo, y
conjuga el pensamiento abstracto con su vocación artística.
En
2008 obtuvo una mención especial en el certamen “Juan Zorrilla de San Martín”
por su poema “TANKAS MARINAS”.
En
2009 y 2011, respectivamente, publicó “POESÍA VA, CUENTO VIENE” y “LETRA +
LETRA PALABRA PERFECTA” (Ediciones A.U.L.I., Montevideo)
A
partir de 2018 viene elaborando un extenso poemario titulado “CORAZÓN CON
RIENDAS”, del que se desprendió en forma unitaria “YUPANA DE SENTIRES / 40
TANKAS”, que será editado en tres entregas por elMontevideano Laboratorio de
Artes.
Tu llegada a la poesía fue precedida por la incursión en
la plástica. ¿Podés contarnos cómo y por qué se produjo el desplazamiento hacia
la búsqueda de otro tipo de lenguaje simbólico?
Siempre
me gustó mucho entre otras cosas dibujar, por lo cual durante unos años tomé
clases de pintura (en casa tengo colgados varios óleos que me rodean como si
fueran una especie de galería pequeñita). Más adelante, estudiando guitarra con
Isabel Yanieri, se me despertó inesperadamente la necesidad de internarme en el
camino de las letras, concurriendo a talleres dirigidos por Sylvia Puentes de
Oyenard y Hugo Giovanetti Viola.
En estos últimos tres años tu actividad poética ha sido
sorprendentemente regular, si revisamos el fechado de los textos. ¿Tenés algún
método para motivarte y lograr que permanentemente emerjan de tu inconsciente
nuevas imágenes a las cuales me consta que te da mucho trabajo entramar y
depurar hasta que aparece el “clic hipnótico”?
Sí,
mi método de motivación es leer todo tipo de material cultural, hasta que en
determinado momento surge una palabra, un tema o una imagen que me sumergen en
minuciosas y motivantes investigaciones. Y así va llegando hacia mí la poesía, en
el marco de una tenaz lucha diaria por obtener una depuración formal y
arquetípica, para que se produzca ese “clic hipnótico” capaz de conectar a los
lectores con la incanjeable “plantita” (diría Felisberto Hernández) que fluye
desde mi interior.
El poemario Yupana de sentires es un
desprendimiento de un extenso poemario inconcluso -Corazón con riendas-
y se produjo cuando volviste a escribir tankas, un formato que ya habías
trabajado en tus inicios líricos. ¿A qué necesidad espiritual atribuís el
religamiento con la regularidad minimalista que nos aporta ese ya milenario
formato medieval japonés?
Las
tankas surgieron hace más de 1400 años y frecuentemente se utilizaban para
transmitir mensajes secretos entre enamorados. En mi caso esos textos breves se
transforman en algo así como fotos o visiones sintéticas de lo que voy
sintiendo y necesito transmitir al prójimo y al Creador Lo que importa es que el
cuerpo, el alma y el espíritu aparezcan unidos en la entrega.
La segunda parte de Yupana de sentires está integrada por quince tankas
que surgieron después de un reciente viaje de práctica meditativa y
contemplativa a Egipto. ¿Cómo viviste esa peregrinación hacia uno de los enclaves
sagrados más influyentes en el espiralamiento místico de la humanidad?
Fue
una peregrinación donde me consustancié plenamente con una energía arcana y
misteriosa capaz de enlazar la existencia terrenal con lo divino que nos
unifica desde los albores de la humanidad. Creo que en la segunda parte de Yuipana
de sentires, conformada por las quince Tankas Egipcias, mis sentimientos y
mi ser aparecen impregnados por una especial tonalidad que surge de la comunión
con aquella gran cultura.
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