miércoles

ESTÉTICA DE LA CREACIÓN VERBAL (55) - MIJAIL. BAJTIN


AUTOR Y PERSONAJE EN LA ACTIVIDAD ESTÉTICA (22)

LA TOTALIDAD TEMPORAL DEL HÉROE
(el problema del hombre interior o el alma) / 13


El enfoque estético del ser interior del hombre exige ante todo que no le creamos, ni contemos con él, sino que lo aceptemos por encima de la fe y la esperanza, que no nos encontremos con él y en él, sino fuera de él (porque a partir de su interior no puede haber ninguna valoración fuera de la fe y la esperanza). La memoria empieza a actuar como la fuerza que une y concluye; desde el primer momento de la aparición del héroe, este nace para esta memoria (muerte), y su proceso de formación es el de la recordación. La encarnación estética del hombre interior anticipa desde un principio la irremediabilidad semántica del héroe; la visión artística nos ofrece a todo el héroe calculado y medido hasta el final; en él no debe haber un secreto de sentido para nosotros, y nuestra fe y esperanza han de permanecer calladas. Desde un principio debemos buscar los límites de su sentido, admirarlo como algo formalmente terminado, pero no esperar de él revelaciones de sentido; desde un principio lo debemos vivenciar en su totalidad, y en su sentido, debe estar formalmente muerto para nosotros. Podemos decir que la muerte es una forma de conclusión estética de una personalidad. La muerte en tanto que fracaso semántico y en tanto que falta de justificación totaliza el sentido, plantea el problema y ofrece el método de una justificación estética fuera del sentido. Cuando más perfecta y profunda es una encarnación, tanto más claramente de manifiesta en ella la conclusión-muerte y al mismo tiempo el triunfo estético sobre la muerte, la lucha de la memoria con la muerte (memoria en el sentido de una determinada tensión valorativa, de una fijación y aceptación por encima del sentido). Los tonos de réquiem suenan a lo largo de toda la vida del héroe personificado. De allí la particular irremediabilidad del ritmo y su ligereza, al mismo tiempo triste y alegre, la liberación de la seriedad irremediable del sentido. El ritmo abarca la vida vivida, y ya en la canción de cuna empiezan a sonar los tonos del réquiem final. Pero en el arte esta vida vivida se conserva, se justifica y se concluye en la memoria eterna; de allí que aparezca la cariñosa y bondadosa irremediabilidad del ritmo.

Y si el sentido motor de la vida del héroe nos arrastra como tal, gracias a su carácter planteado y no como una dación individual en su ser interior, esto obstaculiza la forma y el ritmo; la vida del héroe empieza a querer atravesar la forma y el ritmo, recibir un sentido autoritario desde el punto de vista del cual la refracción individual del sentido en el ser del alma, la existencia de un sentido encarnado, aparecen como su distorsión; una conclusión artísticamente convincente se vuelve imposible: el alma del héroe pasa de la categoría del otro a la del yo, se desintegra y se pierde en el espíritu.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+