5.
LA TRANSFORMACIÓN DE LO UNO EN LO MÚLTIPLE (2)
Tal
como los griegos la conocieron, esta historia la cuenta Hesíodo en su narración
de la separación de los Uranos (Padre Cielo) y de Gea (Madre Tierra). De
acuerdo con esta variante, el titán Cronos castró a su padre con una hoz y lo
levantó por los aires. (44) En la iconografía egipcia, esta posición de la
pareja cósmica está invertida: el cielo es la madre, el padre es la vitalidad
de la tierra; (45) pero el patrón del mito permanece: ellos fueron separados
por su hijo, el dios del aire Shu. De nuevo la imagen viene a nosotros desde
los antiguos textos cuneiformes de los sumerios; el océano original generó la
montaña cósmica, que consistía en cielo y tierra unidos; An (el Padre Cielo) y
Ki (la Madre Tierra) crearon a Enlil (el Dios del Aire) que posteriormente
separó a An de Ki y luego se unió con su madre para crear la especie humana.
(46)
Si
estas acciones de los hijos desesperados parecen violentas, no son nada comparadas
con la derrota total de la fuerza de los padres que vemos narrada en las Eddas
de Islandia, y en las Tablillas de la Creación de los babilonios. El
insulto final se da en la caracterización de la presencia demiúrgica del abismo
como el “mal”, lo “oscuro”, lo “obsceno”. Los brillantes hijos guerreros
desdeñan la fuente; generatriz, el personaje del estado seminal del sueño
profundo, la matan, sin más miramientos; la cortan, la parten en pedazos y la
convierten en la estructura del mundo. Este es el patrón de la victoria de
todas las posteriores muertes del dragón, el principio de la antigua historia
de las aventuras del héroe.
De
acuerdo con la narración de las Eddas, después de que la “brecha
bostezante” (47) había traído por el norte un mundo frío de neblina y por el
sur una región de fuego, y después de que el calor del sur había hecho efecto
en los ríos de hielo que bajaban del norte, una ponzoña espumosa empezó a
surgir. De ella se levantó una llovizna que a su turno se convirtió en
escarcha. La escarcha se fundió y goteó y la vida surgió de las gotas en la
forma de una figura horizontal llamada Ymir, que era torpe, gigantesca y
hermafrodita. El gigante durmió y mientras durmió sudó, uno de sus pies
engendró un hijo con el otro, mientras que debajo de su mano izquierda
germinaban un hombre y una mujer.
La
escarcha seguía deshaciéndose y goteando y se condensó en una vaca, Audumia. De
sus ubres brotaron dos corrientes de leche de las que se nutrió Ymir. La vaca,
para alimentarse, lamió los bosques de hielo, que eran salados. La noche del
primer día que lamió, los cabellos de un hombre surgieron de los bloques; el
segundo día, la cabeza un hombre; el tercero, el hombre completo estaba allí y
su nombre era Buri. Luego Buri tuvo un hijo (no se sabe quién fue la madre)
llamado Borr que se casó con una de las hijas gigantes de las creaturas que
habían nacido de Ymir. Dio nacimiento a la trinidad de Odin, Vili y Ve, y estos
asesinaron al dormido Ymir y cortaron el cuerpo en pedazos.
De
la carne de Ymir se compuso la tierra,
De
su sudor, el mar;
De
sus huesos, despeñaderos; árboles de sus cabellos,
Y
de su cráneo el cielo.
De
sus huesos los alegres dioses hicieron
a
Midgard para los hijos de los hombres;
y
de su cerebro fueron creadas
todas
las violentas nubes. (48)
Notas
(44)
Teogonía, 116 ss. En la versión griega, la madre no se niega,
sino que ella misma da la hoz.
(45)
Comparar con la polaridad maorí de Mahora-nui-a-rangi y Maki, p. 246, supra.
(46) S. N. Kramer, op. cit,
40-41.
(47)
Gigmungagap, el vacío, el abismo del caos en el cual todo regresa al fin
del ciclo (“Ocaso de los Dioses”) y del cual todo surge de nuevo después de una
etapa intemporal de reincubación.
(48)
Edda en prosa, “Gylfaginning”, IV-VIII (de la traducción de Arthur Gilchrist
Brodeur; The American Scandinavian Foundation, Nueva York, 1916). Ver también Edda
poética, “Voluspa”.
La
Edda poética es una colección de treinta y cuatro antiguos poemas
noruegos que tratan de los dioses y héroes pagano germánicos. Los poemas fueron
compuestos por un grupo de cantores y poetas en varias partes del mundo vikingo
y (por lo menos uno, en Groenlandia) durante el período 900-1050 d. C. La
colección se completó aparentemente en Islandia.
La
Edda en prosa es un manual para poetas jóvenes, escrito en Islandia por
el maestro-poeta y jefe cristiano Snorri Sturluson (1178-1241). Resume los
mitos paganos germánicos y reseña las reglas retóricas de esta clase de poesía.
La
mitología documentada en estos textos revela un temprano estrato campesino (asociado
con el productor del trueno, Tor), y otro estrato aristocrático posterior (el
de Wotan-Odin). Y en tercer lugar, un claro complejo fálico (Nyorth, Freya y
Frey). Influencias poéticas irlandesas se mezclan con los temas clásicos y orientales
en su mundo grotescamente humorístico, pero profundamente preñado de formas
imbólicas.
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