miércoles

ESPACIO Y TIEMPO EN LAS PATOLOGÍAS MENTALES (36) - HÉCTOR GARBARINO


1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019

Discusión (8)

H. Garbarino: “Sí, yo estoy totalmente de acuerdo en que las referencias a los dos son fundamentales en estos pacientes. Estos pacientes que no han alcanzado el triángulo edípico o lo han alcanzado en forma muy insuficiente. El dos es lo que prima apuntando a la dualidad, madre- bebé. Usted dice lo importante que es aportar a la realidad cósmica o a la realidad psicoanalítica; bueno, creo que la Teoría del Ser está en eso: introducir esta realidad cósmica en la realidad psicoanalítica, ampliar la metapsicología psicoanalítica con la Teoría del Ser.

“Creo que lo que debemos entender es que nosotros, que tenemos un aparato más constituido y un Yo bien constituido en general, con la debilidad que pueda tener cualquiera de nosotros, el Yo tiende a investir el objeto, no a investir el universo. En cambio en estos pacientes donde el Yo se colapsa bastante, es el Universo que los inviste. Es decir, uno deja de ser el centro y estos pacientes lo entienden muy bien, y lo dicen muy bien. El centro se convierte en el Universo, descentra al sujeto esta situación; es el investimento que proviene del Universo el que ellos reciben más.

“Prigogine, por ejemplo, insiste en esto, que nuestra energía vital viene de las reacciones termonucleares de las estrellas, lo cual debe ser así seguramente; estoy totalmente de acuerdo.

“En cuanto a la pulsión de muerte, me parece que es necesario recurrir a ella, en la teorización. Alguien me decía ¿Por qué?, porque el derrumbe del Yo es la obra de la pulsión de muerte.

“Y en cuanto a la referencia que usted hacer entre el Ello y el Yo, me parece que este interjuego entre el Ello y el Yo, de un Ello que pierde sus límites; este interjuego entre el Ello y el Yo me parece que explica algunos síntomas que me relataba el paciente, como digo en el trabajo.

“Es notable esta situación que me describía el paciente, de estar movido por fuerzas diferentes y querer hacer algo y después dice tener una fuerza anárquica dentro de él que lo lleva para otro lado. Es decir que el Yo había perdido totalmente el timonel, la dirección del aparato. Y el Ello, ahí, parecía dominar la situación.

“Yo creo que en Psicoanálisis hay autores que se están ocupando de este tema, y hay que decirlo, Samy Ali, por ejemplo, insisto en esto. Y también, no hay que olvidar, que ya en el año 1919, Víctor Tausk escribió un trabajo que todos conocemos que se sobre el aparato de influencia en la esquizofrenia, y en ese trabajo ya Víctor Tausk se refiere a cómo estos pacientes pierden los límites del Yo y entran en otro espacio, el espacio bi-dimensional.

“Me acuerdo de la paciente Natalija, que se veía como un plano sobre la tapa del ataúd, y Víctor Tausk, decía, que allí estábamos en un régimen bidimensional, ya había abandonado el régimen tridimensional.

“Estas ideas precursoras de Tausk me parece que no fueron desarrolladas posteriormente y no fueron porque el psicoanálisis quedó adherido a la idea de encontrar un mecanismo específico en la psicosis, un mecanismo yoico, se preocupó más por ver cómo el yo se defiende de estas situaciones. Nosotros ya abordamos de otro ángulo la psicosis, desde el ángulo, este, de los diferentes espacios, tiempos y narcisismos en que se inscriben. Hasta ahora, lo que el psicoanálisis ha aportado más es la relación del psiquismo y el cuerpo, sobre la pulsión y los mecanismos de defensa específicos de las psicosis. Las preocupaciones del psicoanálisis han sido estas.

“Me parece que ahora hay que abrir también un espacio a la relación del psiquismo y el cosmos y aquí ya no podemos hablar de representaciones sino que tenemos que hablar de representaciones. En el sentido de percepciones que nos unen al Todo.

“Estoy de acuerdo también, en que la separación sigue a la unión, evidentemente.

“Ahora, con respecto a lo que es hijo adoptivo, sí, seguramente que él se sintió después hijo adoptivo mío, estoy de acuerdo, recreó esta situación de hijo adoptivo, pero esta situación también era previa. Cuando yo cité a la madre y dos o tres hermanos, la madre venía con una depresión profunda porque el hijo renegaba de ella, “vos no sos mi madre”. Debo decir que todo este “delirio” desapareció en el paciente, el paciente quedó con un estado, claro, no normal, especialmente por dificultades para hacer pareja. Pero el paciente, con respecto a sus ideas, me confesó: “mire, yo en este momento no las tengo”, pero sé que aquello, “todo lo que he vivido es verdad”, y eso explica que estoy esperando al paciente, en unos cuantos meses viene a mí o a otro.

“Este paciente probablemente repita el episodio. Porque aquellas ideas, dice, “eran verdad” “¿usted no lo cree?”, me preguntaba. Quiere decir que él apagó el delirio, ahora trabaja con los familiares. Está trabajando, y toda la familia está contenta. Pero quedan estas ideas que cualquier día prenden de nuevo, y son esos cuadros psicóticos que remiten y vuelven cíclicos ¿no? Hasta que, a veces, como dicen los psiquiatras, se instala una esquizofrenia crónica y ya no remiten más. Pero, por ahora, van remitiendo.

“Bueno, muchas gracias…

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