1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes /
2019
Discusión (8)
H. Garbarino:
“Sí, yo estoy totalmente de acuerdo en que las referencias a los dos son
fundamentales en estos pacientes. Estos pacientes que no han alcanzado el
triángulo edípico o lo han alcanzado en forma muy insuficiente. El dos es lo
que prima apuntando a la dualidad, madre- bebé. Usted dice lo importante que es
aportar a la realidad cósmica o a la realidad psicoanalítica; bueno, creo que
la Teoría del Ser está en eso: introducir esta realidad cósmica en la realidad psicoanalítica,
ampliar la metapsicología psicoanalítica con la Teoría del Ser.
“Creo que lo que debemos
entender es que nosotros, que tenemos un aparato más constituido y un Yo bien
constituido en general, con la debilidad que pueda tener cualquiera de
nosotros, el Yo tiende a investir el objeto, no a investir el universo. En
cambio en estos pacientes donde el Yo se colapsa bastante, es el Universo que
los inviste. Es decir, uno deja de ser el centro y estos pacientes lo entienden
muy bien, y lo dicen muy bien. El centro se convierte en el Universo, descentra
al sujeto esta situación; es el investimento que proviene del Universo el que
ellos reciben más.
“Prigogine, por ejemplo,
insiste en esto, que nuestra energía vital viene de las reacciones
termonucleares de las estrellas, lo cual debe ser así seguramente; estoy
totalmente de acuerdo.
“En cuanto a la pulsión
de muerte, me parece que es necesario recurrir a ella, en la teorización.
Alguien me decía ¿Por qué?, porque el derrumbe del Yo es la obra de la pulsión
de muerte.
“Y en cuanto a la
referencia que usted hacer entre el Ello y el Yo, me parece que este interjuego
entre el Ello y el Yo, de un Ello que pierde sus límites; este interjuego entre
el Ello y el Yo me parece que explica algunos síntomas que me relataba el
paciente, como digo en el trabajo.
“Es notable esta
situación que me describía el paciente, de estar movido por fuerzas diferentes
y querer hacer algo y después dice tener una fuerza anárquica dentro de él que
lo lleva para otro lado. Es decir que el Yo había perdido totalmente el
timonel, la dirección del aparato. Y el Ello, ahí, parecía dominar la
situación.
“Yo creo que en Psicoanálisis
hay autores que se están ocupando de este tema, y hay que decirlo, Samy Ali,
por ejemplo, insisto en esto. Y también, no hay que olvidar, que ya en el año
1919, Víctor Tausk escribió un trabajo que todos conocemos que se sobre el
aparato de influencia en la esquizofrenia, y en ese trabajo ya Víctor Tausk se
refiere a cómo estos pacientes pierden los límites del Yo y entran en otro
espacio, el espacio bi-dimensional.
“Me acuerdo de la
paciente Natalija, que se veía como un plano sobre la tapa del ataúd, y Víctor
Tausk, decía, que allí estábamos en un régimen bidimensional, ya había
abandonado el régimen tridimensional.
“Estas ideas precursoras
de Tausk me parece que no fueron desarrolladas posteriormente y no fueron
porque el psicoanálisis quedó adherido a la idea de encontrar un mecanismo
específico en la psicosis, un mecanismo yoico, se preocupó más por ver cómo el
yo se defiende de estas situaciones. Nosotros ya abordamos de otro ángulo la
psicosis, desde el ángulo, este, de los diferentes espacios, tiempos y
narcisismos en que se inscriben. Hasta ahora, lo que el psicoanálisis ha
aportado más es la relación del psiquismo y el cuerpo, sobre la pulsión y los
mecanismos de defensa específicos de las psicosis. Las preocupaciones del
psicoanálisis han sido estas.
“Me parece que ahora hay
que abrir también un espacio a la relación del psiquismo y el cosmos y aquí ya
no podemos hablar de representaciones sino que tenemos que hablar de
representaciones. En el sentido de percepciones que nos unen al Todo.
“Estoy de acuerdo
también, en que la separación sigue a la unión, evidentemente.
“Ahora, con respecto a lo
que es hijo adoptivo, sí, seguramente que él se sintió después hijo adoptivo
mío, estoy de acuerdo, recreó esta situación de hijo adoptivo, pero esta
situación también era previa. Cuando yo cité a la madre y dos o tres hermanos,
la madre venía con una depresión profunda porque el hijo renegaba de ella, “vos
no sos mi madre”. Debo decir que todo este “delirio” desapareció en el
paciente, el paciente quedó con un estado, claro, no normal, especialmente por
dificultades para hacer pareja. Pero el paciente, con respecto a sus ideas, me
confesó: “mire, yo en este momento no las tengo”, pero sé que aquello, “todo lo
que he vivido es verdad”, y eso explica que estoy esperando al paciente, en
unos cuantos meses viene a mí o a otro.
“Este paciente
probablemente repita el episodio. Porque aquellas ideas, dice, “eran verdad” “¿usted
no lo cree?”, me preguntaba. Quiere decir que él apagó el delirio, ahora
trabaja con los familiares. Está trabajando, y toda la familia está contenta.
Pero quedan estas ideas que cualquier día prenden de nuevo, y son esos cuadros
psicóticos que remiten y vuelven cíclicos ¿no? Hasta que, a veces, como dicen
los psiquiatras, se instala una esquizofrenia crónica y ya no remiten más.
Pero, por ahora, van remitiendo.
“Bueno, muchas gracias…
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