1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes /
2019
I / Generalidades
Héctor Garbarino
Las presentaciones *
La investigación de las
patologías narcisistas graves nos han llevado a introducir las Presentaciones
como un nuevo elemento psíquico, expresión de las excitaciones provenientes del
Cosmos. Son la manifestación del narcisismo del Ser que, sensible a estas excitaciones
cósmicas, las acogen configurando las presentaciones. Constituyen, de este
modo, un concepto límite entre el Cosmos y lo psíquico.
Dos condiciones del
aparato psíquico facilitan la recepción de estas presentaciones: por un lado,
el desmantelamiento del aparato abierto al espacio exterior e instalándose en
un régimen espacial multidimensional, y por otro, como consecuencia de lo
anterior, el narcisismo del Ser prevaleciendo sobre el narcisismo yoico.
Volveremos más clara su
comprensión diferenciando estas presentaciones de sus elementos psíquicos vecinos:
las percepciones y las representaciones.
Presentación y percepción.
En general se entiende la percepción como la aprehensión sensible de un objeto
delimitado y diferenciado de uno mismo y de los demás objetos próximos, así
como del espacio que lo rodea. En cambio, en la presentación lo percibido no se
halla delimitado del Todo e incluye al objeto percipiente, en lugar de
constituir una mediación entre el sujeto y el objeto.
Si la percepción conduce
a la individualidad de un objeto, la presentación lo integra al Todo.
Otra diferencia
importante es que la percepción se inscribe en un tiempo lineal, tiempo de
sucesión de las percepciones, mientras las presentaciones corresponden a un
tiempo sincrónico, instantáneo y sin antecedente ni consecuente.
Presentación y representación
Si las Presentaciones constituyen
un concepto límite entre el psiquismo y el Cosmos, las representaciones son
mediadoras entre el cuerpo y el psiquismo, por un lado, y entre las
percepciones y el psiquismo por otro.
Las representaciones
constituyen el contenido del pensamiento simbólico, en cambio las
Presentaciones son las percepciones anteriores al desarrollo del pensamiento
representativo.
La función de la representación
es la simbolización, a diferencia de las Presentaciones cuya función es
integrar las percepciones al Todo.
El espacio y el tiempo en
que transcurren las presentaciones es otro que el de las representaciones.
El Yo que capta las
presentaciones es un yo-Ser o un yo realidad abierto al espacio multidimensional
lo que le permite tomar lo que llamamos outsight del inconsciente del yo-Ser,
mientras el yo realidad delimitado, constitutivo del aparato psíquico
tridimensional, es el que separa unas de otras las percepciones o toma insight
del inconsciente reprimido.
Aquí, el percipiente es un
sujeto diferenciado del objeto percibido, mientras que en las presentaciones
del yo-Ser el percipiente no se diferencia de lo percibido.
En cuanto al tiempo
ocurre con las representaciones lo que ya hemos señalado con respecto a las
percepciones, es decir, se instalan en un tiempo lineal donde existe un fluir
sucesivo e incesante de representaciones.
En cambio, el tiempo de
las presentaciones del yo-Ser es instantáneo y único.
Si en las
representaciones lo investigado narcisísticamente es la huella mnémica de una
percepción del yo sensorial, en las presentaciones del yo-Ser lo investido son
las huellas mnémicas de las percepciones impersonales del yo-Ser o un de un yo
realidad abierto al Ser.
En síntesis, mientras las
representaciones son la expresión del narcisismo yoico, las presentaciones
constituyen la expresión del narcisismo del Ser.
Por consiguiente, si
aquellas representan la percepción de la multiplicidad en la unidad, las
últimas constituyen la percepción de la unidad en la multiplicidad.
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