John Coltrane es considerado uno de los
más grandes saxofonistas de la historia y uno de los principales exponentes
del free jazz. Más que a ningún otro músico de jazz, a
Coltrane se le asocia con una inclinación hacia la espiritualidad. Su más
grande composición, A Love Supreme (álbum que iba a
llamarse Allah Supreme), es un himno de gratitud a la divinidad
universal -Coltrane decía creer en todas las religiones-. Adicto a la
heroína en la década de los 50, Coltrane dejó las drogas y el alcohol de golpe,
como en un rayo de claridad y voluntad. Luego diría que tuvo una experiencia
mística que le permitió dejar estas sustancias tan adictivas, particularmente
la heroína, que fuera tan popular entre muchos músicos de la época. De ahí
en adelante Coltrane se empezó a convertir en una especie de santo o
bodhisattva, utilizando la música como un medio no sólo para entrar en comunión
con lo divino sino para brindarle al público un pedazo de su medicina mística.
Curiosamente, Coltrane sería canonizado después de muerto por la Iglesia
Ortodoxa Africana, cumpliendo a posteriori el cometido
que le había anunciado a un entrevistador en Japón en 1966, respondiendo a la
pregunta de "qué le gustaría ser en 5 años" diciendo "Un
santo".
En álbumes como Ascension, Meditations, Om, Selflessness y
por supuesto A Love Supreme, Coltrane cumplió el voto
que hizo en 1957 cuando tuvo su despertar espiritual: "En ese momento, en
gratitud, humildemente pedí recibir los medios para hacer a otros felices
a través de la música". Desde entonces Coltrane se adentró en el estudio
de diversas religiones, particularmente el hinduismo, de clásicos como el Bhagavad
Gita y de maestros espirituales contemporáneos com Krishnamurti y
Yogananda. Aplicó y mezcló estas ideas y prácticas con su
enorme talento musical para hacer de manera compasiva obras que reflejaran
su experiencia mística y lograran transmitir sensaciones de paz, amor y
conciencia cósmica. Tal vez de su acercamiento al hinduismo -o quizás,
simplemente, de su propia experiencia desnuda y pura con la naturaleza de la
música- Coltrane entendió que la música tenía la capacidad de afectar la
realidad e incluso, de manera chamánica, modificar el clima: no sólo
metafóricamente construir atmósferas, sino hacer llover, despejar el cielo,
crear momentos, etc. Su intención era que la música no fuera una representación
del amor o la felicidad, sino una presentación real e inmediata de la
energía del amor o la felicidad codificada en escalas y sonidos. Incluso
sugirió que existía la posibilidad de una especie de liberación o
transcendencia a través de una música que resonara con lo divino. En la
biografía John Coltrane: His Life and Music, Lewis Porter cita
palabras de Coltrane:
He estado indagando en torno a estos acercamientos
a la música -como en la India- en los que sonidos y escalas particulares son
utilizadas intencionalmente para producir ciertos significados emocionales
[como las ragas]... Me gustaría darle a las personas algo como la felicidad. Me
gustaría descubrir un método que me permitiera hacer llover en ese momento, si
así lo quisiera. Si uno de mis amigos está enfermo, me gustaría tocar cierta
canción para que se curara; cuando no tuviera dinero, llevaría una canción
diferente e inmediatamente recibiría el dinero que necesita. Pero cuáles son
estas piezas y cuál es el camino que uno debe recorrer para lograr su
conocimiento, eso no lo sé. Los verdaderos poderes de la música son todavía
desconocidos. Lograr controlarlos debe de ser, yo creo, la meta de todo músico.
Me apasiona entender estas fuerzas. Me gustaría provocar reacciones en las
personas que escuchan mi música, crear una atmósfera real. Es en este
sentido que quiero comprometerme e ir lo más lejos posible.
Estas ideas existen por supuesto en
muchas culturas tradicionales, chamánicas y religiosas. En la India,
encontramos textos religiosos en los que se registran diferentes cantos -con
una métrica sumamente específica- para alterar todo tipo de fenómenos naturales
y producir diferentes efectos mágicos y curativos (estos cantos o
liturgias pueden encontrarse, por ejemplo, en el Atharvaveda).
Coltrane probablemente no sólo escuchó sobre esto, sino que seguramente
experimentó el poder transformativo de la música en primera persona. La música
como una puerta emotiva hacia el poder divino del ser humano. Coltrane murió a
los 40 años; ¿quién actualmente tiene esta intención de explorar el sonido -el
cual, según los textos védicos, es la energía creativa misma del universo- para
producir medicina, amor, lluvia, luz?
(PIJAMASURF / 24-11-2017)
(PIJAMASURF / 24-11-2017)
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