1 / EL CAMINO DE LAS PRUEBAS (4)
Las dificultades
psicológicas específicas del individuo que sueña son reveladas con una fuerza y
una simplicidad conmovedoras:
“Tuve que subir a una
montaña. Había toda clase de obstáculos en el camino. Tuve que brincar sobre
una zanja, pasar sobre una cerca, y finalmente me quedé quieto porque había
perdido el aliento.” Este es el sueño de un tartamudo. (14)
“Estaba junto a un lago
que aparentaba completa quietud, una tempestad vino de pronto y se levantaron
altas olas, de modo que mi cara quedó toda salpicada de agua”; este es el sueño
de una joven que temía ruborizarse (ereutofobia) y cuyo rostro, cuando se
sonrojaba, se humedecía de sudor. (14)
“Estaba siguiendo a una
muchacha que caminaba delante de mí, por una calle oscura. Podía verla sólo por
detrás y admiraba su bella figura. Un poderoso deseo se apoderó de mí y empecé
a correr detrás de ella. Repentinamente una viga, como disparada por un
resorte, atravesó la calle y me impidió el paso. Cuando desperté, el corazón me
latía fuertemente.” El paciente era un homosexual, la viga que se atravesó, un
símbolo fálico. (15)
“Me subí a un coche, pero
no sabía manejar. Un hombre que se sentó detrás de mí me dio instrucciones.
Finalmente todo iba bien y llegamos a una plaza donde esperaba un grupo de
mujeres. La madre de mi prometida me recibió con gran júbilo.” El hombre era
impotente, pero había encontrado un instructor en el psicoanalista. (16).
“Una piedra había roto mi
parabrisas. Ahora estaba abierta a la tempestad y a la lluvia. Se me llenaron
los ojos de lágrimas. ¿Podría llegar a mi destino en ese coche?” La que soñaba
era una joven que había perdido su virginidad y no podía dejar de tomarlo en
cuenta. (17)
“Vi la mitad de un
caballo que yacía en el suelo. Tenía una sola ala y trataba de levantarse, pero
no podía.” El paciente era un poeta que tenía que ganar su pan de cada día
trabajando como periodista. (18)
Notas
(13) Stekel, Fortschritte
und Technik der Traumdeutung, p. 150.
(14) Ibid. p.
153.
(15) Ibid., p.
45
(16) Ibid., p.
208.
(17) Ibid., p.
216.
(18) ibid. p. 224.
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