III. LA VIOLENCIA HUMANA
Y LOS COMPLEJOS DE LA CULTURA
IV (2)
La criatura criaturada, por
la violencia va a volverse criaturante. De allí las metamorfosis deseadas y no
pasivas, donde en un sistema literario se recobra la exacta reacción de las
acciones de la creación. Las reacciones metamorfoseantes son violentas, porque
la creación es una violencia.
El sufrimiento padecido no puede ser borrado más que por el sufrimiento
proyectado. Los dolores del alumbramiento están compensados por la crueldad de
la concepción. La conciencia que se nutre de remordimientos, de un pasado de un
antepasado, que se personaliza en un padre, en un maestro, en un Dios,
siguiendo la lección de Lautréamont, se invertirá para volverse certeza de una
fuerza, voluntad de un porvenir, evidencia cierta de una persona ebria de proyectos. En donde quiera,
en todos los seres, en todas las líneas de un progreso, como compensación fatal
se recuperan la ley de la igualdad de la acción arbitraria y de la reacción
violenta, la ley de la igualdad de la rebelión y de la creación. Más
precisamente aun, la violencia, la rebelión, a ciertas almas se les aparecen
como la única salida a un destino personal.
Desobedecer –para aquel que no ha sido tocado por la gracia o por la razón- es
la prueba inmediata y decisiva de la autonomía. ¿No debe entonces contar con la
rebelión de que crea personas?
Rebelarse es la función inmediata de la persona. A la persona le hace falta una
sabiduría especial para encontrar un freno, para no enervarse con el obstáculo;
le hace falta un valor especial para rechazar el impulso de la rebelión
explosiva. Lautréamont no ha hecho nada para moderar esa rebelión inicial; la
ha llevado de inmediato hasta su término. ¿De qué lado se da la rebelión más
intensa? Con toda evidencia, del lado del adversario más fuerte. Y llegamos a
comprender el equilibrio verdaderamente dinámico, un equilibrio de excitación
recíproca entre el Creador y la criatura (p. 216): “Me teme y le temo.” De
manera general, una mitología del poder debe crear a la vez dioses violentos y
dioses rebeldes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario