jueves

OSHO / LA SEMILLA DE MOSTAZA


VIGESIMOSEXTA ENTREGA

Capítulo 13 (II)

"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".

Hay una tendencia profunda a ser conocido, más profunda que para el auto-conocimiento. Tú quieres ser conocido, hay un profundo deseo de que todo el mundo te conozca. Puedes estar actuando en una dirección errada, puedes estar tratando de obtener la atención de la gente por medios errados, pero en lo profundo el deseo tiene una semilla, una semilla muy significativa. Dice que no serás satisfecho a menos que toda la existencia te reconozca, que esté feliz contigo.

Tienes una necesidad de amar, y tienes una necesidad de ser amado. Tienes una necesidad de conocerte a ti mismo, y tienes una necesidad de ser conocido. Una respuesta es necesaria, si no toda la existencia está muerta; si no sólo tú has llegado a saber, y toda la existencia permanece en silencio como si nada hubiese sucedido. Un hombre ha llegado a ser un Cristo y toda la existencia permanece inconsciente, sin prestar atención, sin importarle en absoluto, no feliz en ninguna forma, como si nada hubiera sucedido. ¿Cómo puede ser esto así? Toda la existencia debe reconocer, porque nosotros no somos extraños a esta existencia. Esta existencia es una familia, esta existencia existe como un fenómeno inter-relacionado. Uno se ha iluminado, su luz llena todos los corazones, sabiéndolo o no, en todas partes habrá regocijo, celebración.

Por eso es que Jesús dice:

"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente".

¿Qué es lo que han estado diciendo los cristianos? Justamente lo opuesto. Ellos dicen: "Jesucristo es el único hijo de Dios". Todo su dogma gira en torno a esto "el único", porque si todos son hijos, entonces ¿qué es lo especial en Jesús? Entonces ¿en qué forma es único? Entonces ¿por qué debe ser venerado? Sólo para hacer especial a Jesús, y se han olvidado de que están yendo contra Jesús.

Jesús dice: "...y conocerán que son los hijos del padre viviente".

Dos cosas -una: todo lo que existe en este universo es hijo del todo, tiene que ser así. Naces en él, a través de él. Toda la existencia ha estado engendrándote -o aun sería mejor si pudiéramos decir que has estado en el útero. Habría sido mejor usar la palabra "madre" que "padre", pero era difícil porque los judíos han permanecido rindiendo culto al chauvinismo masculino. Era difícil decir "madre".

Hay países y razas que rinden culto al chauvinismo masculino: los alemanes llaman a su país "el padre patria" -el único país conocido como el "padre patria"; todos los países se llaman a sí mismos "la madre patria". Estos alemanes son gente peligrosa -¿por qué "padre patria"? El hombre y su ego. ¿Por qué Dios debe ser el padre? ¿Por qué Dios no puede ser la madre? ¿Por qué él tiene que ser "él" y no "ella"? La madre parece ser más pertinente, porque el padre no interviene mucho en la creación del hijo. A lo más, él tan sólo desencadena el asunto, nada más. Y un padre es descartable. Aun una inyección común puede hacerlo; el trabajo del padre puede ser hecho por una jeringa, él es descartable. Toda la creación llega a través de la madre: ella lleva al niño por nueve meses; su sangre, todo su ser alimenta al niño. Tú existes en el universo como si existieras en un útero.

Hay gente que ha usado la palabra "madre" para Dios. Ellos están más correctos, pero sólo "más correctos" -absolutamente correctos es imposible, porque entonces Dios tendría que ser ambos, padre y madre. No puede ser masculino, no puede ser femenino, porque ninguno puede desencadenar el asunto por sí mismo. El es ambos: ardhanarishwar, mitad hombre, mitad mujer; él es ambos: él y ella.

Pero eso depende. Cuando Jesús estaba presente, habría sido muy difícil para él decir: "Dios la madre", porque nadie hubiera entendido. Su audiencia era judía, y ellos creían en un Dios padre muy feroz, muy vengativo -vas contra él y él se vengará. Una madre nunca puede ser vengativa, ella siempre perdona, ella siempre entiende. Una madre nunca insiste en que la obedezcan; un padre insiste en ser obedecido. Los diez mandamientos no pueden provenir de una madre, pueden provenir sólo de un padre. Mandamientos -la propia palabra es horrible, como si fuera un general y como si la existencia fuera algo como un campamento militar -¡mandamientos! Y si desobedeces es a tu propio riesgo y responsabilidad.

Jesús usó el lenguaje corriente pero sé que él habría preferido "madre". La madre es más que el padre. La madre existe en el centro, el padre en la periferia -pero Dios es ambos. Recuerda esto: yo también uso la palabra "él" para Dios, pero recuérdalo siempre, cada vez que uso "él" es sólo por facilidad, él es ambos: él y ella.

Y "...son los hijos del padre viviente".

Todo el mundo es un hijo. Esto no es como los lógicos, los sociólogos y los psicólogos piensan -esto no es antropomorfismo. Se ve, parece que al pensar en Dios como el padre y la madre, y al pensar sobre uno mismo como el hijo, estás proyectando las relaciones humanas a lo cósmico, estás haciendo de todo el fenómeno cósmico un asunto familiar; estás pensando en términos humanos. Esto es una condena.

Los sociólogos y psicólogos, quienes dicen que esto es antropocentrismo -el hombre piensa en sí mismo como si fuera el centro y proyecta sus propios términos, sentimientos sobre todo -cada vez que dicen que esto es antropocéntrico, están diciendo que esto está errado. Pero ellos no lo han entendido: parece antropocéntrico, tiene que parecerlo, porque cualquier cosa que diga el hombre tiene que ser humana. Aun una verdad objetiva tiene que estar teñida por la persona que la firma. Aun la objetividad no puede estar sin lo subjetivo; lo subjetivo va y la cubre.

Aun las verdades científicas no son objetivas: el hombre que las descubrió ha entrado en ellas. No hay posibilidad de entrar a la verdad objetiva, porque el que llega a conocer casi siempre le dará un color. Todo el conocimiento es personal, y cada vez que el hombre dice algo, porque el hombre lo dice, va a ser humano. Y no hay necesidad de ser apologético al respecto -es hermoso.

Cuando Jesús dice que todos nosotros somos hijos de Dios, esto es tan sólo un símbolo, una comparación. ¿Qué quiere decir? Quiere decir que entre el creador y lo creado la relación no es mecánica, es orgánica. La relación no es como la de un mecánico creando una máquina -él no es el padre porque permanece afuera, desvinculado. Este es el significado: Dios no puede estar desvinculado de ti. Él es tal como tu padre, unido a ti, moviéndose a través tuyo, trabajando a través tuyo, cuidándote, amándote, buscándote, en toda forma creando un mundo bienaventurado a tu alrededor para que puedas llegar a la plenitud.

Cuando Jesús dice: "Dios es el padre", él quiere decir todas estas cosas: que el universo cuida de ti, que te ayuda. No sólo tú estas buscando a Dios, Dios te está buscando. El universo no está muerto y separado, responde con un corazón amoroso. Si tú lloras, él llora contigo. Si ríes, ríe contigo. Si estás en dolor, la existencia siente el dolor. Si estás feliz, toda la existencia se siente feliz contigo. Entre tú y la existencia hay una profunda relación. Este es el énfasis: la relación de un padre a un hijo.

Incluso si el padre muere, espera vivir a través del hijo; él estará en alguna parte en el hijo, el hijo se ha vuelto una nueva versión del padre. Este es el significado: El hijo es sólo un renacimiento del padre. Por eso es que Jesús dice una y otra vez: "Yo y mi padre somos uno". Él quiere decir que el hijo representa al padre -él es el padre. Ellos están conectados; no son dos, son uno y la relación es orgánica. Y no necesitas sentirte solo.

Ahora todo el mundo se siente en soledad. Todo el mundo se siente como un extraño, y todo el mundo se siente en dificultad. Y la gente viene hacia mí y me pregunta: "¿Cómo relacionarse?". ¿Qué ha sucedido? Esta es una pregunta muy nueva -nunca antes nadie preguntaba: "¿Cómo relacionarse?". Ahora todo el mundo pregunta: "¿Cómo relacionarse?". Las relaciones humanas han llegado a ser muy difíciles. Es una consecuencia lógica: si no te puedes relacionar con el todo, no puedes relacionarte con nadie; si puedes relacionarte con el todo, entonces puedes relacionarte con cualquiera. No puedes relacionarte con tu padre -imposible- si no puedes relacionarte con el universo, porque eso es la fuente de todo. La religión ha desaparecido, las relaciones humanas han desaparecido.

El país que se haya vuelto irreligioso siempre sentirá dificultades en las relaciones. No puedes relacionarte con tu esposa, con tu hermano, con tu hermana, con tu hijo, con tu padre, con tu madre -¡imposible! La relación es imposible porque la base de toda relación ha desaparecido. Tú has negado, has dicho: "Dios ya no está más, Dios está muerto". Entonces todo el universo se vuelve un extraño, y tú te sientes extraño, te sientes cortado, desvinculado; entonces no tienes raíces en él, y el universo no cuida de ti.

El universo de un científico y el universo de un hombre religioso como Jesús son totalmente diferentes. El universo para el científico es tan sólo accidental: no existe relación entre tú y el universo; no cuida, no se preocupa de ti. Eres tan sólo accidental; si no estuvieras presente, la existencia no sentiría ni un poquito tu ausencia; si estás presente, tu presencia no es conocida por el universo. Si desapareces, el universo no va a derramar lágrimas por ti.

El universo del científico está muerto. Cada vez que dices "Dios está muerto", el universo está muerto. Y vives en un universo muerto, ¿cómo puedes relacionarte? -entonces vives entre cosas. Todo será accidental, arbitrario. Tienes que hacer ciertos arreglos, pero no hay una unidad orgánica. Tú existes solo, y entonces llevas toda la carga. Es como un pequeño perdido... estaba de la mano de su padre, ahora ha perdido esa mano y llora y grita -y nadie lo escucha.

Tal como ésta es la situación del hombre: un niño estaba agarrado de la mano de su padre, ahora está perdido en el bosque. Con la mano de su padre en su mano, caminaba como un emperador, sin miedo. No había miedo porque el padre estaba presente, es su responsabilidad; él no era responsable por nada. Lo que sea necesario será hecho, no tenía que preocuparse por sí mismo. Caminaba, miraba las mariposas, a las flores, al cielo, disfrutaba de todo. La vida era bienaventurada. De pronto se da cuenta de que la mano no está ahí -ha perdido al padre. Ahora no hay mariposas, no hay flores. Todo se ha vuelto como una piedra, muerto, y todo es extraño, de otra parte, hostil. Ahora desde toda sombra de todo árbol hay peligro a su alrededor; tiene miedo a la muerte. De cada esquina, en cualquier momento la muerte saltará y lo matará.

Sólo un momento antes todo estaba vivo, amigable, había una sintonía entre el niño y todo el universo. ¿Por qué? Porque la mano del padre estaba ahí. A través del padre el universo era amigable; era una relación. El padre desapareció, ahora la relación ha desaparecido. Ahora está gritando, ahora está llorando, ahora está en una profunda ansiedad y angustia. Esta es la situación del hombre moderno, porque te has vuelto incapaz de ver al universo como la madre y el padre. ¡Con razón que todo el mundo está neurótico! Este niño se volverá neurótico, este niño se volverá anormal. Este niño siempre llevará una herida en su pecho, y esa herida perturbará todas sus relaciones. Ahora no puede sentirse en casa en ninguna parte.

Mira tu mano. ¿No puedes sentir una mano cósmica en ella? Entonces estarás en dificultad. Esto es lo que Jesús dice: "Dios es el padre. Todo este universo cuida de ti". Sino ¿para qué estás aquí? ¿Para qué se te permite existir? Todo este universo cuida de ti. Te ha traído hasta este punto de consciencia, quiere llevarte hasta el último pico, hasta el pico final de la iluminación, te ayuda en toda forma. Aun si sales del camino te seguirá. Siente la mano en tu mano y de pronto toda la perspectiva cambia.

Y Jesús dice: "Cada uno es el hijo" -no sólo Jesús. Pero el cristianismo no puede existir si cada uno es el hijo; entonces no hay nada único en Jesús. Esta actitud es falsa. Cada uno es el hijo, y aun así Jesús es único, porque él lo ha logrado y tú aún estás en búsqueda.

El ser único no está en la naturaleza del ser, el ser único está en haberlo realizado. Jesús lo sabe y tú no lo sabes. Los hindúes siempre han dicho que la diferencia entre uno que está iluminado y uno que es ignorante, no está en el ser sino en su realización. Es como si alguien estuviera durmiendo y tú estás despierto: el ser es el mismo, pero uno que está dormido sueña; tú no estás soñando. Sacúdelo, despiértalo, y él estará tan despierto como tú -los sueños desaparecen. Sólo una sacudida es necesaria. Jesús está despierto y tú estás profundamente dormido, esa es la diferencia. En eso es único, pero no en el ser. El mismo dice: "Son los hijos del padre viviente".

Lo segundo que enfatiza es en "el padre viviente", porque normalmente un padre va a morir. La parte física del padre morirá, pero el todo cósmico siempre está vivo, nunca muere -es la eternidad.

Hace tan solo unas décadas, Nietzsche declaró: "¡Dios está muerto!". Eso es imposible porque el universo no puede morir, y Dios no es una persona. Si fuera una persona podría morir -las personas tienen que morir. Dios no es una forma -las formas tienen que morir. Dios no tiene cuerpo -los cuerpos tienen que morir. Dios es todo. En Dios nacemos y morimos. Tomamos una forma y la forma desaparece, pero el todo permanece. El todo no puede morir, el todo es la misma vida. Así que no estás viviendo en un universo muerto, sino en un Dios vivo, un padre, una madre, la relación es profunda y orgánica. No estás descuidado, alguien va cuidando de ti.

Este sentir te da raíces, entonces no te sientes un extraño, entonces no estás afuera, estás adentro. Este es tu hogar.

"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza...".

Esta es la única pobreza: la ignorancia de sí mismo -no hay otra pobreza. Puedes no tener riquezas, puedes no tener grandes palacios, puedes no tener imperios, pero esas no son riquezas reales. Sólo una cosa es riqueza real, porque no puede ser destruida, y eso es el auto-conocimiento.

Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza", y no sólo eso, "y son pobreza".

Eres pobre. Sólo hay una pobreza: cuando no te conoces a ti mismo. ¿Por qué eres pobreza? Porque eres un emperador, ¡hijo del Dios viviente! Lo más grande posible te ha sucedido, y estás inconsciente de eso, y continúas mendigando.

Todos los deseos son mendigos. Se dice: si los deseos fueran caballos, los mendigos serían los jinetes. Pero todos los deseos son caballos y los mendigos son jinetes -y todos ustedes son jinetes. ¡Miren a sus caballos! Ellos son sus deseos: rogando, exigiendo, pidiendo, y lo tienes todo dentro de ti -sin mirar nunca adentro. Una vez que mires, las riquezas te serán reveladas, eternales, abundantes, no podrás consumirlas. Y una vez que miras adentro, toda la existencia reconoce que eres un emperador, toda la existencia reconoce quién eres: eres el hijo del todo. Entonces el mendigo desaparece, te vuelves rico por primera vez.

"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

Escuché una historia: Sucedió que un gran emperador estaba fastidiado con su hijo por sus maneras y estilo de vida. Y era su único hijo, pero molestaba tanto al padre que el hijo fue echado del reino. Él era el hijo de un gran emperador así que no sabía hacer nada, no tenía ninguna habilidad para nada -los emperadores no tienen habilidades para nada. No había aprendido a hacer nada, no se había educado; todo siempre se le había hecho, no sabía que cada uno se tiene que hacer sus propias cosas. Pero era un amante de la música. Eso era lo único que podía hacer. Lo había aprendido como un hobby. Tocaba la cítara, eso era lo único que sabía.

Así que comenzó a mendigar. Tocaba su cítara y pedía. Si un emperador pierde su imperio no puede hacer nada... excepto mendigar. Esto es algo bello, muestra que los emperadores, en el fondo, son mendigos. A causa de su imperio no puedes ver su mendicidad. Si le quitas el imperio son mendigos, no pueden hacer nada más. Por diez años continuamente estuvo mendigando. Completamente se olvidó de que era el hijo de un gran emperador. Diez años es demasiado para recordar. Y cuando todos los días eres un mendigo, desde la mañana hasta la noche, ¿cómo puedes recordar que eres el hijo de un gran emperador?

Se olvidó de sí mismo completamente, se volvió un mendigo. Aun la memoria... y estas memorias son malas, como pesadillas, quieres olvidarlas, a causa de ellas viene mucha desgracia a la mente. Viene la comparación: "Soy el hijo de un gran emperador -¡y mendigando!". Entonces mendigar se vuelve muy doloroso. Así que simplemente abandonó la idea, simplemente se olvidó, se identificó como mendigo.

Después de diez años el padre comenzó a sentir por el hijo: no estaba exactamente bien -el hijo- sus maneras eran diferentes, pero era el único hijo y ahora el padre había envejecido, y cualquier día iba a morir y él era su heredero. Tenía que ser traído de vuelta, así que su ministro fue en su busca.

El ministro lo encontró. Aun si el hijo se ha olvidado completamente de que es el hijo del emperador, si se ha identificado completamente siendo un mendigo, algo ha permanecido -porque no es parte de la memoria, es parte de tu ser. El modo en que caminaba, incluso el modo en que mendigaba era el de un emperador. Pedía, pero como si te estuviera ordenando; el modo en que te miraba era como si te estuviera ordenando al pedirte. La manera en que caminaba era real; sus ropas estaban raídas, pero aún eran las mismas ropas que usaba como príncipe. Estaba sucio, pero podías ver que tenía una bella cara escondida bajo la suciedad. Y sus ojos: aunque estaba de mendigo, sus ojos aún tenían ese mismo ego, el mismo orgullo. Mentalmente, conscientemente se había olvidado, pero inconscientemente aún era el rey, el heredero de un gran emperador.

El ministro lo reconoció. En el momento en que lo reconoció estaba mendigando. Bajo un árbol algunas personas estaban jugando cartas, y él estaba mendigando ahí. Y era una tarde de verano, muy caliente, y estaba sin zapatos, estaba sudando, y estaba mendigando por unos cuantos centavos, y estaba diciendo: "Dame algo -no he comido hace dos días". Y el ministro lo reconoció, y la carroza en la que el ministro había venido se detuvo. El ministro bajó, tocó los pies del hijo, éste miró al ministro y le dijo: "¿Qué sucede?".

El ministro dijo: "Tu padre, el rey, te está llamando. Te ha perdonado". En un instante el mendigo desapareció. No hubo nada que hacer -en un instante, el reconocimiento: "Mi padre me ha llamado de regreso, ¡he sido perdonado!" -el mendigo desapareció. Las ropas eran las mismas, el hombre aún estaba sucio, pero todo cambió: había una gloria, una luz, un aura.

Ordenó al ministro -el mendigo desapareció- y dijo: "Anda al mercado, cómprame zapatos y ropa, dispón un buen baño". Subió a la carroza y dijo: "¡Llévame al mejor hotel del pueblo!". Y el ministro tuvo que seguir a la carroza a pie.

Esta es una historia sufi. Esta es tu situación también: una vez que eres reconocido por el padre, por el Dios, tu mendicidad desaparece -repentinamente ¡en un instante! Nada tiene que hacerse porque siempre has sido el mismo. Sólo la identidad ha sido errada, sólo en la parte más superficial de la mente te habías convertido en alguna otra cosa. En lo profundo, has permanecido hijo de Dios.

Pero esto sucederá sólo si te conoces a ti mismo. Entonces todo el universo te conoce, te reconoce. Y Jesús dice: "Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".

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