VIGESIMOQUINTA ENTREGA
Capítulo 13 (I)
Él es un Secreto Abierto
DECIMOTERCER VERSÍCULO
Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo', entonces las aves del cielo los precederán".
"Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán".
"Pero el reino está dentro de ti y está fuera de ti".
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente".
"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".
El reino de Dios ha sido predicado como si siempre estuviera en alguna otra parte: en el tiempo, en el espacio, pero siempre en alguna otra parte -no aquí y ahora. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Por qué el reino de Dios no está aquí y ahora? ¿Por qué en el futuro o por qué en alguna otra parte?
Por la mente humana. La mente humana desaparece en el presente. Vive en el futuro, en la esperanza, en la promesa del futuro; se mueve a través del deseo. El deseo necesita tiempo, el deseo no puede existir si no hay tiempo. Si repentinamente llegas a un momento en que te das cuenta de que el tiempo ha desaparecido, y ahora ya no hay tiempo, ya no hay mañana, ¿qué sucederá con tu deseo? No se puede mover, desaparece con el tiempo.
El tiempo básicamente no es un fenómeno físico, es psicológico. El tiempo no está fuera de ti, es el propio funcionamiento de tu mente lo que crea el tiempo. Un Jesús vive fuera del tiempo, tú vives en el tiempo. De ahí que todos los Budas -Jesús es un Buda, una persona iluminada- han estado enfatizando: "¡Estate sin deseo! Entonces de pronto las puertas del cielo se abren para ti". Pero para estar sin deseo tienes que estar en el aquí y en el ahora, porque entonces no hay puente para ir al futuro, para ir a ninguna parte -entonces no hay puente. El deseo es el puente.
La mente necesita tiempo, la mente no puede existir sin el tiempo. Cuanto más tiempo tienes, la mente tiene más terreno para jugar, para tontear. Entonces puede crear muchos y muchos deseos y sueños y vivir en esos deseos y sueños. Los sacerdotes siempre han estado hablando como si el cielo estuviera en el futuro, porque sólo el futuro puede ser entendido por la mente, y sólo por ese futuro tú puedes ser explotado -y también te sientes tranquilo.
Escuché que en una iglesia el sacerdote estaba alabando al reino de Dios y dijo: "¡Hay calles de oro y campos de esmeraldas!". Y lo alabó tanto como pudo; entonces preguntó e invitó: "¿Quiénes quisieran ir ahí?". Todos levantaron la mano excepto un anciano. El sacerdote no podía creerlo. ¿Por qué este anciano no levantó la mano? El debería ser el primero porque ya se está acercando a la muerte. Entonces condenó y pintó un cuadro del infierno, con toda su fealdad, tortura, dolor, sufrimiento y fuego. Otra vez retó: "Ahora, ¿quién quisiera ir al reino de Dios, al cielo?". Todos levantaron la mano -pero ese anciano estaba aún sentado sin levantar la mano. El sacerdote estaba extrañado. Le preguntó al anciano: "¿No me escucha? ¿Es usted sordo? ¿No quisiera ir al reino de Dios, al cielo?".
El hombre dijo: "Eventualmente, sí. Pero en la forma en que lo está diciendo, pareciera que quiere llevar un cargamento en este mismo momento. Eventualmente sí, pero en este momento, ¡no!".
Si te dicen: "El reino de Dios está aquí y ahora", no estás listo. Muchos son los deseos a ser satisfechos antes de que puedas ir; muchas cosas tienen que hacerse antes de que pienses en entrar al reino de Dios. Estás aún soñando y no estás listo para despertar, necesitas tiempo. Los sacerdotes te atraen, pero no un Buda, no un Jesús, porque Jesús habla en términos que no son de tiempo. Él se vuelve un amigo que da intranquilidad. Vivir con Jesús es vivir en permanente incomodidad. Él no te permite la comodidad de soñar, no te permite el tiempo, el futuro -él dice que no hay mañana.
El mañana te ayuda de otra forma: tal como eres ahora, no te aceptas a ti mismo; sabes que no eres merecedor. Sabes, que tal como eres, aun tú mismo no te puedes aceptar -¿cómo te va a aceptar Dios? No, ¡es imposible! No lo puedes concebir. Te has condenado a ti mismo tanto, te sientes tan culpable que ¿cómo Dios te va a aceptar? Es imposible. En este momento, si el reino se abre, si la puerta te invita, no serás capaz de tener tanto coraje para entrar. Necesitas un poco más de tiempo para transformarte, necesitas un poco más de tiempo para ser bueno, necesitas un poco más de tiempo para ser un hombre santo. Necesitas un poco más de tiempo para hacer muchas cosas, para que tu ser se vuelva aceptable, de tal forma que aun Dios te pueda amar. Muchos deseos están presentes -necesitan tiempo. Y muchos "debería" están esperando -necesitan tiempo.
Toda la moralidad del mundo -las formas difieren, pero la base esencial es la misma- te ha estado condenando: tú estás mal, algo se tiene que hacer, tienes que ser corregido, tienes que ser pulido, tienes que hacerte merecedor. Así que si alguien te dice: "La puerta está abierta en este momento", te sientes incómodo. Entonces no puedes entrar. Pero si dice: "Está en el futuro", entonces hay suficiente tiempo. Estás tranquilo, puedes trabajarlo, puedes pulirte a ti mismo. Puedes crear una imagen, un ideal, seguirás ese ideal... algún día u otro te volverás un santo. Y éste es el truco de la mente: si puedes posponer la mente permanece igual; para permanecer igual, la mente quiere posponer. Para no cambiar, son necesarios los ideales; para no dar al salto, es necesario tiempo para que puedas posponer.
El posponer es la base de tu continuidad tal como eres. Si esta casa está en llamas no vas a posponer, simplemente saltarás afuera. Ni siquiera preguntarás: "¿Dónde está la puerta? ¿Dónde están las escaleras? ¿Por dónde ir?". No buscarás un profesor, un guía, simplemente saltarás afuera. En cualquier parte ¡estará la puerta! Donde sea que estés, desde ahí comienza el camino hacia afuera. Y no dirás: "¿Realmente merezco ser salvado? ¿Soy merecedor?". ¡No! Todas estas preguntas no surgirán.
La filosofía es para momentos de lujo: puedes hacer preguntas y recibir respuestas y continuar posponiendo. Pero cuando hay peligro pones a un lado toda la filosofía. ¿Has observado que cada vez que estás en peligro pones tu mente a un lado? No piensas en absoluto, no hay suficiente tiempo para pensar -la casa está en llamas ¡saltas! Y cuando estés afuera, entonces puedes sentarte bajo un árbol y pensar de nuevo qué ocurrió. Pero en el momento cuando el peligro está presente, cuando la muerte está presente, el tiempo no existe. Simplemente tienes que actuar, no hay espacio para pensar; tienes que actuar, sólo la acción puede salvarte. El tiempo es posponer, y te gustaría posponer por millones de razones, una es: muchas cosas aún no satisfechas, no has saboreado este mundo. Has estado en este mundo millones de veces, lo has estado saboreando en millones de formas, pero aún permanece el hambre, la sed está presente. No es porque no haya habido suficiente tiempo... todo el pasado -y todo el pasado significa eternidad sin principio- desde la eternidad has estado aquí probando millones de formas, satisfaciendo millones de deseos, y aún permaneces con hambre y con sed. ¿Piensas que es necesario más tiempo? ¡Ya has tenido más que suficiente! No más tiempo, sino el entendimiento, la consciencia de que la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho.
Cualquier cantidad de tiempo que se te dé, aun muchas eternidades, el deseo permanecerá insatisfecho. Es la propia naturaleza del deseo permanecer insatisfecho, surgirá una y otra vez, y cuanto más trates de satisfacerlo, más surgirá; simplemente estás alimentando el deseo cuando piensas que lo estás satisfaciendo. Entras al sexo, piensas que lo estás satisfaciendo -simplemente estás alimentando el deseo. Mañana regresará aun con más ambición, más lleno de lujuria, con más expectativas. Lo alimentas de nuevo, mañana tocará tu puerta otra vez, con más locura, con más esperanza -y cada día crecerá. Y conforme lo experimentas, te siente más y más hambriento. Lo estás alimentando, la satisfacción no está presente.
Y esto es así con todos los deseos. Observa los deseos comunes, muy comunes: comes, el hambre desaparece, pero desaparece sólo para regresar de nuevo. ¿Puede desaparecer el hambre por siempre con la comida? ¿Hay alguna posibilidad de que sólo comiendo desaparezca el hambre por siempre? Tienes sed, tomas agua -¿piensas que la sed va a desaparecer por siempre? No, esa no es la naturaleza del deseo. Y estos son deseos comunes que puedes entender. Son repetitivos y cuanto más los repitas, más hipnotizado estás, porque la repetición es hipnosis: lo hiciste ayer, lo estás haciendo hoy día, lo esperas hacer mañana; estás repitiendo el deseo. Y cuanto más lo repitas, más entras en él.
Por millones de vidas has estado deseando en tantas formas, y en la forma en que deseas, naces en esa forma particular. Y la satisfaces: un hombre que desea tener sexo con un perro nacerá como un perro; un hombre que es ambicioso como un cerdo nacerá como un cerdo, para que lo pueda satisfacer. Has nacido en toda forma posible porque has existido desde la eternidad -como un árbol, como un pájaro, como un animal... esto es lo que los hindúes llaman yonis. Ellos dicen que por millones de úteros has nacido; tu deseo ha tomado muchas formas, y por toda dimensión posible has probado.
Nada ha sucedido hasta ahora, nada va a suceder jamás, porque la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho. Entendiendo esto... entonces el futuro no es necesario, entonces puedes permanecer en el aquí y el ahora. Y cuando el futuro desaparece, el deseo desaparece.
Trata de entender desde otra dirección: has tratado en toda forma de transformarte a ti mismo -no recuerdas tus vidas pasadas, pero conoces esta vida- has hecho de todo para transformarte. ¿Te has transformado así sea un poquito? Aunque sea un poquito, digo: ¿te has transformado así sea un poquito? O simplemente permaneces siendo el mismo de antes -un poco pulido por aquí, un poco pulido por allá, un poco modificado aquí y allá -pero ¿hay realmente algún cambio? ¿Te ha sucedido alguna mutación? Y si no ha sucedido hasta ahora, ¿cuál es la razón para pensar que va a suceder en el futuro? Y si continúas viviendo en la misma forma que has vivido, posponiendo, entonces no va a suceder jamás. Porque posponer es un truco de la mente para no permitir que la transformación suceda.
Este es el truco más profundo, y uno tiene que entenderlo. ¿Por qué pospones para mañana? Porque no lo quieres hacer ahora, en este momento. Realizas un juego lógico, dices: "En este momento es difícil, pero mañana será simple". Pero todo mañana viene como hoy día, y de nuevo cuando viene mañana será hoy día y dirás: "En este momento es difícil, ¡pero mañana lo haré!". Esta es la forma de la mente para sentirse tranquila -pero el mañana nunca llega.
Posponer no es el camino de la transformación. Hasta ahora has estado posponiendo, has estado posponiendo una y otra vez. Cada momento has estado posponiendo, por eso es que has permanecido siendo el mismo. Si entiendes esto, la transformación es en este momento, porque no necesita esfuerzo, es un despertar. No es cuestión de modificar, no es cuestión de hacer algo con tu ser. Tal como eres, eres perfecto: tal como eres, eres divino; tal como eres, no te falta nada en absoluto -simplemente es necesario despertar. Simplemente sal de tus sueños y deja de dormir, sólo abre los ojos y ve el hecho, y el hecho transforma: de pronto, ¡ya no eres más el pasado!
Cuando dejas el futuro, el pasado cae inmediatamente. Esta es una de las leyes más fundamentales de la vida: si puedes dejar el futuro, el pasado cae inmediatamente porque no puede permanecer ahí. Es como cuando haces un puente en un río: el puente necesita dos orillas para existir. Si una orilla desaparece, la otra orilla sola no puede soportar el puente -el puente cae, todo desaparece. El pasado y el futuro son las dos orillas, y entre estos dos has hecho un puente de deseos. Siempre estás yendo a alguna parte, siempre yendo a alguna parte. Si no llegas, entonces la mente dice: "¡Anda más rápido!".
Por eso es que toda la tendencia moderna es por la velocidad, porque la mente dice: "No estás alcanzando porque la velocidad no es suficiente. La meta tan solo está ahí. Puedes verla, es mañana o pasado mañana a lo más; la meta está ahí, puedes verla en el horizonte. Tu velocidad no es suficiente. ¡Ve rápido, corre! Crea nuevos mecanismos para aumentar la velocidad -llegarás".
Hemos llegado a la luna debido a esta lógica -y no hemos logrado ninguna meta. La velocidad continúa siendo más y más y más rápida; tarde o temprano estaremos alcanzando la velocidad de la luz; actualmente nos estamos moviendo con la velocidad del sonido. Mientras más velocidad, estarás más perdido, porque entonces será muy difícil regresar a casa. Ahora mismo, no puedes ir muy lejos; mientras más velocidad, es más difícil regresar a casa.
Por eso es que el auto-conocimiento se ha vuelto casi imposible en esta época. Época de velocidad. Buda se realizó a sí mismo fácilmente, Jesús se realizó a sí mismo fácilmente, porque vivieron en la época de la no velocidad -simplemente caminaban. La carreta era la cosa más rápida posible, y puedes caminar más rápido que una carreta; caminaban sobre la tierra. Nosotros estamos volando en los cielos, hemos penetrado el espacio y cuanto más rápido vayamos más difícil será regresar a casa.
Escuché que sucedió una vez: Dos mendigos encontraron una motocicleta en la calle -alguien se había olvidado de llevarse la llave- la motocicleta tenía acoplado un carrito a un lado; uno de los vagabundos saltó sobre la motocicleta y el otro en el carrito, y fueron a velocidad con destino al otro pueblo. Después de quince minutos el hombre que estaba manejando miró a su amigo. La cara de su amigo estaba completamente roja, como si se hubiera vuelto loco o como si estuviera muriendo. Entonces preguntó: "¿Qué te sucede?". El otro amigo dijo: "Baja la velocidad un poco, porque este carrito en el que estoy no tiene fondo, ¡y he estado corriendo todo el camino!".
Esta cosa, deseo, no tiene fondo. Estás muriendo porque has estado corriendo todo el tiempo, y más rápido y más rápido y más rápido, y esta cosa no tiene fondo. El deseo no tiene fondo, por eso es que no puede ser satisfecho. Si tratas de llenar una vasija con agua y no tiene fondo ¿cuándo la podrás llenar? ¡Es imposible! ¿Por qué no puedes llenar esta vasija del deseo sin fondo? Nunca has mirado si es que tiene fondo o no -simplemente saltaste. Y has estado corriendo tan rápido, que no hay espacio para detenerse y mirar lo que está sucediendo.
Todos los sacerdotes explotaron esto. Pero Jesús no es un sacerdote -no puedes encontrar un hombre más antisacerdote que Jesús. Un hombre verdaderamente religioso nunca es sacerdote, no puede serlo, porque el sacerdote está explotando tus debilidades. Y un hombre verdaderamente religioso, un Maestro, quiere hacerte más fuerte. Y un sacerdote es tan solo un hombre astuto que sabe cuál es tu debilidad. La debilidad es mirar hacia el futuro, posponer: en alguna forma, eventualmente, entrarás en el reino de Dios -pero en este momento no. Muchas otras cosas más importantes tienen que hacerse, muchos deseos más importantes tienen que ser satisfechos. Dios es siempre el último artículo de tu lista, y la lista es infinita. No va a tener ninguna posibilidad, y él es el último artículo.
Ahora mira estas palabras de Jesús:
"Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo' -no aquí, en alguna parte arriba en el cielo, en alguna parte muy lejos; el reino de Dios está en alguna parte distante, muy alejado- "entonces las aves del cielo los precederán". Ellas llegarán antes que tú, entonces estarás perdido. Jesús está bromeando, está diciendo: "Entonces no esperen, ¡los pájaros del cielo llegarán antes que ustedes!".
"Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Entonces ellos llegarán antes que tú, tú lo perderás.
¿Sobre quién está hablando Jesús? Él está hablando de los sacerdotes. Los sacerdotes son los enemigos de la religión, pero se han vuelto los gerentes. Ellos la manejan en todas partes, entonces no permiten que una persona como Jesús entre en sus templos.
Hay una hermosa historia en la novela de Dostoievsky, Los Hermanos Karamazov. Después de mil ochocientos años, Jesús pensó: "Ahora debo ir y visitar la tierra de nuevo, porque mil ochocientos años de cristianismo... ahora la tierra debe estar lista para recibirme. Ahora no me rechazarán como lo hicieron antes, porque cuando fui entonces no había un solo cristiano. Fui un extraño. Ahora la mitad de la tierra es cristiana; millones de iglesias y sacerdotes continuamente predicando la palabra de Jesús. Ahora voy a ser recibido, bienvenido; todas las puertas se me abrirán. ¡Ahora es el momento! No debería haber ido antes -¡ese no era el momento apropiado!".
Regresó de nuevo, por supuesto un domingo por la mañana, porque es difícil descubrir quién es un cristiano y quién no si llegas otro día de la semana. Es imposible, ¡todo el mundo es igual! Sólo en domingo puedes hacer la distinción de quién es un cristiano, porque la religión es un asunto dominical. No tiene nada que ver con la vida, es tan solo un ritual a realizarse, una formalidad a cumplirse -sin nada de corazón. Y llegó al pueblo donde había estado mil ochocientos años antes; Belén. Se paró en la plaza pública, un poco aprensivo porque la gente lo miraba y nadie lo reconocía, y entraban y salían de la iglesia. Y entonces unas cuantas personas lo rodearon y comenzaron a decirle: "Te pareces a Jesús -has hecho una buena actuación, ¡eres un buen actor!".
Jesús dice: "No soy un actor. Soy el verdadero Jesús". Así que se comenzaron a reír y dijeron: "Si eres el verdadero Jesús entonces escapa antes de que el sacerdote salga; porque si no vas a entrar en problemas". Y unos pequeños palomillas comenzaron a tirar piedras, y la gente comenzó a reírse diciendo que el verdadero Jesús ha venido, ¡el rey de los judíos! Este es el hombre al que crucificaron -¡él ha resucitado!
Y bromeaban y se reían, y Jesús lo sintió mucho... porque ésta era su gente; ya no eran los judíos, eran los cristianos; lo seguían, y aun ellos no podían reconocerlo. Pero esperó, tuvo la esperanza de que: "Por lo menos mi sacerdote me reconocerá. Estos pueden ser gente tonta, ignorante -pero mi sacerdote sabe".
Entonces salió el sacerdote. La gente dejó de reírse, sólo como respeto al sacerdote. Hicieron espacio para él, la multitud permitió que entrara, se inclinaron con profundo respeto. Jesús reía en su corazón: "No se han inclinado ante mí, no me han dado ningún respeto, pero respetan al sacerdote. Por lo menos ese es un buen signo, porque es mi sacerdote. Por medio de él me reconocerán. A través de él, no directamente, porque están ciegos y no pueden ver".
Entonces el sacerdote lo miró y le dijo: "¡Ven aquí tú rufián! ¿Qué crees que estás haciendo? -¡insultando a nuestro Dios!".
Jesús le dijo: "¿No puedes reconocerme?".
El sacerdote lo agarró del cuello y le dijo: "Te reconozco muy bien. Ven y sígueme". Lo llevó a la iglesia, y lo encerró en una celda. Jesús estaba muy extrañado: "¿Qué va a suceder? ¿Mi propia gente me va a volver a crucificar?".
Y entonces en la noche el sacerdote regresó con una pequeña vela en su mano y abrió la cerradura de la puerta. Echó llave a la puerta desde adentro, se inclinó, tocó sus pies y dijo: "¡Te reconozco muy bien! Pero no en medio de la plaza pública, no delante de los feligreses, porque eres un antiguo agitador. De alguna manera hemos estado administrando todo muy bien, pero tú perturbarás. Ahora todo está fluido, el cristianismo se ha establecido: la mitad de la tierra se ha convertido, la otra mitad tarde o temprano se convertirá. Simplemente espera ahí, ¡No necesitas venir aquí! todo va tan bien -tú no pudiste convertir ni a un solo hombre cuando estuviste aquí, y nosotros nos las hemos arreglado tan bien-deberías estar agradecido con nosotros.
Y nosotros podemos reconocerte cuando no hay nadie, no podemos reconocerte delante de los demás porque tú estás contra los sacerdotes, contra la iglesia, estás contra el sistema. Y si insistes, entonces tendremos que crucificarte de nuevo. Podremos venerarte cuando no estás presente porque eso no perturba a nadie. Todo está fluido, suave, moviéndose bien- ¡mira cómo nos las hemos arreglado! La mitad de la tierra se ha convertido, millones de iglesias y sacerdotes predicando tu palabra. Deberías estar satisfecho. Escapa de aquí inmediatamente, y no vuelvas a regresar. Cualquier cosa que quieras hacer, nosotros somos los agentes aquí, la puedes hacer por medio de nosotros. Directamente, no se te puede permitir que vayas entre las masas. ¡Eres peligroso!".
Este sacerdote está diciendo una de las verdades básicas: que el sacerdote no puede ser religioso. El puede ser un sacerdote de Buda, pero está contra Buda. Trabaja para él -así parece; cita sus palabras -así parece. Pero si Buda regresa, él se interpondrá entre tú y Buda, no te permitirá, porque un Buda, un Jesús, es siempre rebelde. No son conformistas, pueden crear una revolución, no pueden crear un sistema.
Cuando Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen" -él se está refiriendo a los sacerdotes- "'Vean, el reino está en el cielo,' entonces, les digo, las aves del cielo los precederán. Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Y los sacerdotes siempre dicen que está en algún otro lugar.
En India sucedió... Porque la India es el país más antiguo de sacerdotes. En ninguna parte surgió un sacerdocio como en la India -se volvió una casta, los brahmins, ellos son los sacerdotes. Ellos mismos se aislaron totalmente de la sociedad, lo hicieron todo secretamente, su idioma no era permitido para los demás. Nadie más era educado, porque cuando la gente es educada y puede leer las escrituras, es difícil esconder la verdad de ellos. Sólo el sacerdote era permitido en el altar más interno del conocimiento -nadie más.
Estos brahmins gobernaron este país por miles de años. Primero decían que Dios estaba en los Himalayas, porque los Himalayas eran inalcanzables. Pero poco a poco la gente comenzó a llegar a los Himalayas y encontraron que Dios no estaba ahí. Así que dijeron: "Estos no son los Himalayas sobre los que hablábamos, estos tan sólo son copias de los Himalayas reales que existen en el cielo. Esto es sólo un reflejo -no encontrarán a Dios en el reflejo. El Kailash real, el Himalaya real, está en el otro mundo". Después sus dioses se mudaron a los planetas, a la luna, al sol.
Cuando el hombre por primera vez llegó a la luna, los hindúes estuvieron muy perturbados, los jainas estuvieron muy perturbados. El Occidente no sabe cuán perturbados estuvieron, porque el Occidente no sabe cuánto se había invertido en la luna. En la India hubo mucha perturbación.
Hay un sacerdote, uno muy erudito, que ha estado tratando de demostrar que todo el asunto, el viaje del hombre a la luna, fue falso. ¿Por qué? Un acto tan simple, ¡ha ocurrido! ¿Por qué lo está negando? Él ha hecho un gran instituto. Muchos han donado centenas de miles de rupias al instituto para demostrar que esto es puro mito, que el hombre haya alcanzado la luna, nadie ha llegado a la luna. ¿Por qué? Porque tienen demasiadas inversiones en eso. Si el hombre ha llegado a la luna y el Dios no está ahí, entonces de nuevo cambia su residencia a alguna otra parte. Y estos científicos van a llegar a todas partes. Ahora no vas a poder permitir que Dios permanezca en alguna parte por un período más largo -dondequiera que digas que Dios está, el hombre va a llegar ahí. El cielo era inalcanzable, el mar era inalcanzable. Hay religiones primitivas que dicen que Dios vive en el mar, bajo el mar, y hay religiones que dicen que Dios vive en el cielo. Pero una cosa es cierta para el sacerdote: que Dios no vive aquí, porque si vive aquí, entonces es muy difícil -entonces ¿qué necesidad hay de los sacerdotes?
El sacerdote es necesario como un agente intermediario. Él es un agente, un intermediario. Si Dios existe aquí, entonces lo puedes contactar directamente -¿por qué es necesario el sacerdote? El sacerdote es necesario porque Dios está tan lejos que su voz no puede penetrarte directamente. Él da su mensaje al sacerdote, entonces el sacerdote lo interpreta para ti. Y, a través de esta interpretación, él se vuele poderoso: él sabe las claves, tú eres ignorante; él te guiará, él es el maestro, el gurú -ustedes tienen que ser sus seguidores.
La profesión más astuta sobre la tierra es la del sacerdote. ¿Por qué la más astuta? Porque está explotando a un corazón muy inocente. A un hombre que está buscando a Dios, a un hombre que está buscando la pureza, a un hombre que está buscando la verdad -a ese hombre lo está explotando. Si explotas a un hombre que está buscando dinero, no hay mucha diferencia entre tú y ese hombre, porque él también estaba buscando dinero; no hay mucha diferencia. Pero si explotas a un hombre que estaba buscando la verdad, esto es astucia -la cosa más astuta posible, la cosa más malvada posible. Los sacerdotes deberían pensar, decir y demostrar si son realmente los representantes de Dios o no. Si son representantes de algo, son representantes del demonio. Pero han capturado, se han vuelto los administradores.
Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo,' no los escuches, de otro modo perderás ese reino por siempre y siempre".
"Pero el reino está dentro de ti" -no está en ninguna otra parte, está exactamente donde estás en este momento- "y está fuera de ti". Está dentro de ti y está fuera de ti. Está dentro de ti como un centro, está fuera de ti como una circunferencia.
¿Qué está diciendo Jesús? Porque sumando afuera más adentro está todo el mundo, adentro más afuera es todo el universo, nada es omitido; Jesús está diciendo: "Dios es el universo, toda esta existencia. Tal como es, es divina. Dios se ha disuelto a sí mismo en su creación". No es como un pintor que pinta y luego permanece separado. Es como un bailarín que baila y se vuelve uno con el baile -no puedes separar al bailarín del baile. Puedes separar a un pintor de su pintura, puedes separar a un poeta de su poesía, pero no puedes separar a un bailarín de su baile. Por eso es que los hindúes llaman a Shiva Nataraj, el más grande bailarín: porque no hay separación, él está en el baile.
Si puedes entender el baile, has entendido al bailarín; si puedes agarrar el baile, puedes agarrar al bailarín. Si puedes amar a este mundo, lo has amado a él. Si penetras aun en una flor, lo encontrarás a él. Él está escondido ahí -y no está escondido porque está tratando de esconderse; está escondido porque tú no estás abierto. De otro modo él es un secreto abierto. El está en todas partes, en todo el rededor, dentro y fuera. El reino está dentro de ti, está fuera de ti.
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente. Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".
¡Escucha! ¡El reino está dentro de ti! Entonces todos los templos se vuelven inútiles, porque tú eres el templo. ¡Entonces tú eres la iglesia! Entonces el Vaticano se vuelve inútil, entonces Roma es tan sólo una carga. Entonces no hay necesidad de una Meca ni de una Medina, no hay necesidad de una Girnar ni de una Kashi. ¡Tú eres el templo, el templo viviente de Dios! El está dentro de ti. Entonces ¿cuál es la necesidad de un sacerdote o de un intermediario? Entonces toda la profesión pierde sentido.
Dios existe en ti tal como eres. Siempre ha estado existiendo en ti tal como eres.
Alguien le dijo a Rinzai: "A mí me gustaría ser un Buda, ¿qué hacer?". Rinzai dijo: "Si buscas errarás -porque tú ya eres el Buda".
Es absurdo que el Buda esté buscando, ¡que el Buda esté haciendo el esfuerzo de volverse un Buda! No puedes encontrar a Dios porque él no está en alguna otra parte, él está dentro de ti. Y ahí nunca miras porque todos los sacerdotes dicen; "¡Mira! Allá en el cielo, muy lejos, existe Dios. El camino es largo; el sacerdote será necesario para ayudarte".
Jesús corta la propia base de todas las iglesias, templos, sacerdotes, intermediarios. Él dice: "Él está dentro de ti". Pero Jesús también dice algo muy hermoso que es raro, él también dice: "y él está fuera de ti".
Hay tres tipos de religiones: una que dice: "Dios está afuera". Los hindúes, los mahometanos, su insistencia es en que Dios está afuera. Después hay otro tipo de religión que dice: "Dios está adentro". Jainismo, budismo, ellas dicen que tú eres el Dios, pero nunca dicen que Dios está afuera, no. Jesús dice: "Dios está adentro y afuera". Esa es la síntesis más grande, la más alta síntesis posible. Él no está escogiendo un extremo.
Un extremo es: Dios está afuera. Por eso es que los mahometanos están muy en contra si dices: "Yo soy Dios". Te matarán porque ésta es una de las afirmaciones más diabólicas; es kufra, blasfemia. De ahí que mataran a Mansoor, porque en su éxtasis bailó y afirmó, "Ana'l Haq, Aham Brahmasmi, yo soy el Dios". Esto es una blasfemia para un mahometano, no puede tolerarlo, porque Dios está afuera. A lo más puedes llegar más cerca y más cerca a él, pero nunca puedes llegar a ser él. ¿Cómo una criatura puede llegar a ser el creador? Una criatura permanece una criatura y el creador permanece el creador. Así que piensan que es irrespetuoso si afirmas que: "Yo soy Dios". Eso quiere decir que una criatura, un esclavo, una cosa creada, está afirmando: "Yo soy el creador" -esto es blasfemia, es irreligioso para ellos.
Luego contra este polo está el jainismo. Ellos dicen que Dios está adentro; que tu alma es el Dios supremo y no hay otro Dios. Se han ido al otro extremo, así que no veneran a ningún Dios; la veneración ha perdido todo significado para ellos, no pueden orar. ¿A quién orar? -y la oración es una cosa tan hermosa. Ha perdido todo sentido.
Mira a un mahometano en oración, es hermoso. Puede orar porque Dios está ahí. No hay nada como un mahometano orando. Si quieres ver, ve a un mahometano orando: se ve tan inocente, tan completamente rendido, pero él es peligroso. Si afirmas que tú eres Dios, te matará, el mismo hombre que estaba orando. Los jainas no pueden orar, no pueden venerar, la dimensión de la oración y de la veneración simplemente ha desaparecido. Sólo pueden meditar. La meditación es permitida porque el Dios está adentro; sólo tienes que cerrar tus ojos y meditar.
Jesús llega al pico de la síntesis. Aquí él afirma una de las verdades más grandes: que Dios está adentro y afuera. La oración también es posible, la meditación también es posible; puedes cantar en éxtasis sobre lo de afuera, puedes estar en éxtasis, en silencio, sobre lo de adentro -él está en todas partes. No hay necesidad de dejar la oración, no hay necesidad de dejar la meditación. En la tradición mahometana no hay nada parecido a la meditación, no puede existir; sólo la oración es posible. En el jainismo no existe nada como la oración, sólo meditación existe. Ambos se han ido a los extremos.
Jesús permanece equilibrado. El dice: "Dios, el reino de Dios está dentro de ti y está fuera de ti".
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".
Esta es la síntesis. Si te conoces a ti mismo, los jainas dirían, has conocido todo. ¡Asunto terminado! No hay más a donde ir. Los mahometanos no pueden decir que tú puedes conocerte a ti mismo; pueden decir que puedes conocer a Dios y llenarte de su gracia. No hay posibilidad de auto-conocimiento, porque el auto-conocimiento te hará un Dios. Sólo Dios se conoce a sí mismo, no una criatura. Él puede conocer a Dios, eso es todo. Él puede existir en su gloria, puede llenarse con su gracia, con su luz; puede permitirse a sí mismo ir y flotar con la fuerza divina, pero no es posible el auto-conocimiento. Los jainas dicen que sólo es posible el auto-conocimiento; si te has conocido a ti mismo, has conocido todo lo que hay que conocer, nada falta. Pero Jesús dice: "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".
Esto es muy sutil. ¿Qué quiere decir cuando dice: "...entonces serán conocidos"? Si te conoces a ti mismo toda la existencia te conocerá; en tu conocimiento, toda la existencia te mirará. No sólo tú estarás mirando la existencia, toda la existencia responderá, porque Dios está adentro y afuera.
Porque cuando alguien llega a conocerse a sí mismo, no es solamente auto-conocimiento -toda la existencia te conoce a ti. En tu auto-conocimiento tú eres conocido. Dios te mira a ti desde cada flor, desde cada hoja, desde cada roca -tú no sientes que estás solo en tu auto-conocimiento. Realmente, hasta que te conozcas a ti mismo estarás solo. Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te conoce. Tu conocimiento no es un acto solitario, no es una cosa sola, es una sinfonía. Cuando te conoces todo lo demás te conoce; cuando te reconoces a ti mismo, todo lo demás te reconoce -este árbol será diferente, esta roca será diferente, incluso un pájaro reaccionará en forma diferente. ¿Por qué? porque lo mismo existe... una sola consciencia existe adentro y afuera.
Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te reconoce y celebra. Y así debería ser, porque eres parte de la existencia. Toda la existencia debe celebrar tu conocimiento último, porque una parte se ha vuelto un conocedor, una parte se ha vuelto un Buda, una parte se ha vuelto un Cristo; por medio de esa parte, toda la existencia ha alcanzado un pico, un crescendo. Toda la existencia estará feliz, toda la existencia florecerá y florecerá en una manera diferente. Serás reconocido ¡serás conocido!
No estarás solo en tu auto-conocimiento -va a ser una celebración del todo. Esta es la cosa más bella que Jesús afirmó: una celebración de la existencia con tu auto-conocimiento; y el todo bienaventurado porque una parte ha florecido, ha llegado a su plenitud.
Capítulo 13 (I)
Él es un Secreto Abierto
DECIMOTERCER VERSÍCULO
Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo', entonces las aves del cielo los precederán".
"Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán".
"Pero el reino está dentro de ti y está fuera de ti".
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente".
"Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".
El reino de Dios ha sido predicado como si siempre estuviera en alguna otra parte: en el tiempo, en el espacio, pero siempre en alguna otra parte -no aquí y ahora. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Por qué el reino de Dios no está aquí y ahora? ¿Por qué en el futuro o por qué en alguna otra parte?
Por la mente humana. La mente humana desaparece en el presente. Vive en el futuro, en la esperanza, en la promesa del futuro; se mueve a través del deseo. El deseo necesita tiempo, el deseo no puede existir si no hay tiempo. Si repentinamente llegas a un momento en que te das cuenta de que el tiempo ha desaparecido, y ahora ya no hay tiempo, ya no hay mañana, ¿qué sucederá con tu deseo? No se puede mover, desaparece con el tiempo.
El tiempo básicamente no es un fenómeno físico, es psicológico. El tiempo no está fuera de ti, es el propio funcionamiento de tu mente lo que crea el tiempo. Un Jesús vive fuera del tiempo, tú vives en el tiempo. De ahí que todos los Budas -Jesús es un Buda, una persona iluminada- han estado enfatizando: "¡Estate sin deseo! Entonces de pronto las puertas del cielo se abren para ti". Pero para estar sin deseo tienes que estar en el aquí y en el ahora, porque entonces no hay puente para ir al futuro, para ir a ninguna parte -entonces no hay puente. El deseo es el puente.
La mente necesita tiempo, la mente no puede existir sin el tiempo. Cuanto más tiempo tienes, la mente tiene más terreno para jugar, para tontear. Entonces puede crear muchos y muchos deseos y sueños y vivir en esos deseos y sueños. Los sacerdotes siempre han estado hablando como si el cielo estuviera en el futuro, porque sólo el futuro puede ser entendido por la mente, y sólo por ese futuro tú puedes ser explotado -y también te sientes tranquilo.
Escuché que en una iglesia el sacerdote estaba alabando al reino de Dios y dijo: "¡Hay calles de oro y campos de esmeraldas!". Y lo alabó tanto como pudo; entonces preguntó e invitó: "¿Quiénes quisieran ir ahí?". Todos levantaron la mano excepto un anciano. El sacerdote no podía creerlo. ¿Por qué este anciano no levantó la mano? El debería ser el primero porque ya se está acercando a la muerte. Entonces condenó y pintó un cuadro del infierno, con toda su fealdad, tortura, dolor, sufrimiento y fuego. Otra vez retó: "Ahora, ¿quién quisiera ir al reino de Dios, al cielo?". Todos levantaron la mano -pero ese anciano estaba aún sentado sin levantar la mano. El sacerdote estaba extrañado. Le preguntó al anciano: "¿No me escucha? ¿Es usted sordo? ¿No quisiera ir al reino de Dios, al cielo?".
El hombre dijo: "Eventualmente, sí. Pero en la forma en que lo está diciendo, pareciera que quiere llevar un cargamento en este mismo momento. Eventualmente sí, pero en este momento, ¡no!".
Si te dicen: "El reino de Dios está aquí y ahora", no estás listo. Muchos son los deseos a ser satisfechos antes de que puedas ir; muchas cosas tienen que hacerse antes de que pienses en entrar al reino de Dios. Estás aún soñando y no estás listo para despertar, necesitas tiempo. Los sacerdotes te atraen, pero no un Buda, no un Jesús, porque Jesús habla en términos que no son de tiempo. Él se vuelve un amigo que da intranquilidad. Vivir con Jesús es vivir en permanente incomodidad. Él no te permite la comodidad de soñar, no te permite el tiempo, el futuro -él dice que no hay mañana.
El mañana te ayuda de otra forma: tal como eres ahora, no te aceptas a ti mismo; sabes que no eres merecedor. Sabes, que tal como eres, aun tú mismo no te puedes aceptar -¿cómo te va a aceptar Dios? No, ¡es imposible! No lo puedes concebir. Te has condenado a ti mismo tanto, te sientes tan culpable que ¿cómo Dios te va a aceptar? Es imposible. En este momento, si el reino se abre, si la puerta te invita, no serás capaz de tener tanto coraje para entrar. Necesitas un poco más de tiempo para transformarte, necesitas un poco más de tiempo para ser bueno, necesitas un poco más de tiempo para ser un hombre santo. Necesitas un poco más de tiempo para hacer muchas cosas, para que tu ser se vuelva aceptable, de tal forma que aun Dios te pueda amar. Muchos deseos están presentes -necesitan tiempo. Y muchos "debería" están esperando -necesitan tiempo.
Toda la moralidad del mundo -las formas difieren, pero la base esencial es la misma- te ha estado condenando: tú estás mal, algo se tiene que hacer, tienes que ser corregido, tienes que ser pulido, tienes que hacerte merecedor. Así que si alguien te dice: "La puerta está abierta en este momento", te sientes incómodo. Entonces no puedes entrar. Pero si dice: "Está en el futuro", entonces hay suficiente tiempo. Estás tranquilo, puedes trabajarlo, puedes pulirte a ti mismo. Puedes crear una imagen, un ideal, seguirás ese ideal... algún día u otro te volverás un santo. Y éste es el truco de la mente: si puedes posponer la mente permanece igual; para permanecer igual, la mente quiere posponer. Para no cambiar, son necesarios los ideales; para no dar al salto, es necesario tiempo para que puedas posponer.
El posponer es la base de tu continuidad tal como eres. Si esta casa está en llamas no vas a posponer, simplemente saltarás afuera. Ni siquiera preguntarás: "¿Dónde está la puerta? ¿Dónde están las escaleras? ¿Por dónde ir?". No buscarás un profesor, un guía, simplemente saltarás afuera. En cualquier parte ¡estará la puerta! Donde sea que estés, desde ahí comienza el camino hacia afuera. Y no dirás: "¿Realmente merezco ser salvado? ¿Soy merecedor?". ¡No! Todas estas preguntas no surgirán.
La filosofía es para momentos de lujo: puedes hacer preguntas y recibir respuestas y continuar posponiendo. Pero cuando hay peligro pones a un lado toda la filosofía. ¿Has observado que cada vez que estás en peligro pones tu mente a un lado? No piensas en absoluto, no hay suficiente tiempo para pensar -la casa está en llamas ¡saltas! Y cuando estés afuera, entonces puedes sentarte bajo un árbol y pensar de nuevo qué ocurrió. Pero en el momento cuando el peligro está presente, cuando la muerte está presente, el tiempo no existe. Simplemente tienes que actuar, no hay espacio para pensar; tienes que actuar, sólo la acción puede salvarte. El tiempo es posponer, y te gustaría posponer por millones de razones, una es: muchas cosas aún no satisfechas, no has saboreado este mundo. Has estado en este mundo millones de veces, lo has estado saboreando en millones de formas, pero aún permanece el hambre, la sed está presente. No es porque no haya habido suficiente tiempo... todo el pasado -y todo el pasado significa eternidad sin principio- desde la eternidad has estado aquí probando millones de formas, satisfaciendo millones de deseos, y aún permaneces con hambre y con sed. ¿Piensas que es necesario más tiempo? ¡Ya has tenido más que suficiente! No más tiempo, sino el entendimiento, la consciencia de que la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho.
Cualquier cantidad de tiempo que se te dé, aun muchas eternidades, el deseo permanecerá insatisfecho. Es la propia naturaleza del deseo permanecer insatisfecho, surgirá una y otra vez, y cuanto más trates de satisfacerlo, más surgirá; simplemente estás alimentando el deseo cuando piensas que lo estás satisfaciendo. Entras al sexo, piensas que lo estás satisfaciendo -simplemente estás alimentando el deseo. Mañana regresará aun con más ambición, más lleno de lujuria, con más expectativas. Lo alimentas de nuevo, mañana tocará tu puerta otra vez, con más locura, con más esperanza -y cada día crecerá. Y conforme lo experimentas, te siente más y más hambriento. Lo estás alimentando, la satisfacción no está presente.
Y esto es así con todos los deseos. Observa los deseos comunes, muy comunes: comes, el hambre desaparece, pero desaparece sólo para regresar de nuevo. ¿Puede desaparecer el hambre por siempre con la comida? ¿Hay alguna posibilidad de que sólo comiendo desaparezca el hambre por siempre? Tienes sed, tomas agua -¿piensas que la sed va a desaparecer por siempre? No, esa no es la naturaleza del deseo. Y estos son deseos comunes que puedes entender. Son repetitivos y cuanto más los repitas, más hipnotizado estás, porque la repetición es hipnosis: lo hiciste ayer, lo estás haciendo hoy día, lo esperas hacer mañana; estás repitiendo el deseo. Y cuanto más lo repitas, más entras en él.
Por millones de vidas has estado deseando en tantas formas, y en la forma en que deseas, naces en esa forma particular. Y la satisfaces: un hombre que desea tener sexo con un perro nacerá como un perro; un hombre que es ambicioso como un cerdo nacerá como un cerdo, para que lo pueda satisfacer. Has nacido en toda forma posible porque has existido desde la eternidad -como un árbol, como un pájaro, como un animal... esto es lo que los hindúes llaman yonis. Ellos dicen que por millones de úteros has nacido; tu deseo ha tomado muchas formas, y por toda dimensión posible has probado.
Nada ha sucedido hasta ahora, nada va a suceder jamás, porque la propia naturaleza del deseo es permanecer insatisfecho. Entendiendo esto... entonces el futuro no es necesario, entonces puedes permanecer en el aquí y el ahora. Y cuando el futuro desaparece, el deseo desaparece.
Trata de entender desde otra dirección: has tratado en toda forma de transformarte a ti mismo -no recuerdas tus vidas pasadas, pero conoces esta vida- has hecho de todo para transformarte. ¿Te has transformado así sea un poquito? Aunque sea un poquito, digo: ¿te has transformado así sea un poquito? O simplemente permaneces siendo el mismo de antes -un poco pulido por aquí, un poco pulido por allá, un poco modificado aquí y allá -pero ¿hay realmente algún cambio? ¿Te ha sucedido alguna mutación? Y si no ha sucedido hasta ahora, ¿cuál es la razón para pensar que va a suceder en el futuro? Y si continúas viviendo en la misma forma que has vivido, posponiendo, entonces no va a suceder jamás. Porque posponer es un truco de la mente para no permitir que la transformación suceda.
Este es el truco más profundo, y uno tiene que entenderlo. ¿Por qué pospones para mañana? Porque no lo quieres hacer ahora, en este momento. Realizas un juego lógico, dices: "En este momento es difícil, pero mañana será simple". Pero todo mañana viene como hoy día, y de nuevo cuando viene mañana será hoy día y dirás: "En este momento es difícil, ¡pero mañana lo haré!". Esta es la forma de la mente para sentirse tranquila -pero el mañana nunca llega.
Posponer no es el camino de la transformación. Hasta ahora has estado posponiendo, has estado posponiendo una y otra vez. Cada momento has estado posponiendo, por eso es que has permanecido siendo el mismo. Si entiendes esto, la transformación es en este momento, porque no necesita esfuerzo, es un despertar. No es cuestión de modificar, no es cuestión de hacer algo con tu ser. Tal como eres, eres perfecto: tal como eres, eres divino; tal como eres, no te falta nada en absoluto -simplemente es necesario despertar. Simplemente sal de tus sueños y deja de dormir, sólo abre los ojos y ve el hecho, y el hecho transforma: de pronto, ¡ya no eres más el pasado!
Cuando dejas el futuro, el pasado cae inmediatamente. Esta es una de las leyes más fundamentales de la vida: si puedes dejar el futuro, el pasado cae inmediatamente porque no puede permanecer ahí. Es como cuando haces un puente en un río: el puente necesita dos orillas para existir. Si una orilla desaparece, la otra orilla sola no puede soportar el puente -el puente cae, todo desaparece. El pasado y el futuro son las dos orillas, y entre estos dos has hecho un puente de deseos. Siempre estás yendo a alguna parte, siempre yendo a alguna parte. Si no llegas, entonces la mente dice: "¡Anda más rápido!".
Por eso es que toda la tendencia moderna es por la velocidad, porque la mente dice: "No estás alcanzando porque la velocidad no es suficiente. La meta tan solo está ahí. Puedes verla, es mañana o pasado mañana a lo más; la meta está ahí, puedes verla en el horizonte. Tu velocidad no es suficiente. ¡Ve rápido, corre! Crea nuevos mecanismos para aumentar la velocidad -llegarás".
Hemos llegado a la luna debido a esta lógica -y no hemos logrado ninguna meta. La velocidad continúa siendo más y más y más rápida; tarde o temprano estaremos alcanzando la velocidad de la luz; actualmente nos estamos moviendo con la velocidad del sonido. Mientras más velocidad, estarás más perdido, porque entonces será muy difícil regresar a casa. Ahora mismo, no puedes ir muy lejos; mientras más velocidad, es más difícil regresar a casa.
Por eso es que el auto-conocimiento se ha vuelto casi imposible en esta época. Época de velocidad. Buda se realizó a sí mismo fácilmente, Jesús se realizó a sí mismo fácilmente, porque vivieron en la época de la no velocidad -simplemente caminaban. La carreta era la cosa más rápida posible, y puedes caminar más rápido que una carreta; caminaban sobre la tierra. Nosotros estamos volando en los cielos, hemos penetrado el espacio y cuanto más rápido vayamos más difícil será regresar a casa.
Escuché que sucedió una vez: Dos mendigos encontraron una motocicleta en la calle -alguien se había olvidado de llevarse la llave- la motocicleta tenía acoplado un carrito a un lado; uno de los vagabundos saltó sobre la motocicleta y el otro en el carrito, y fueron a velocidad con destino al otro pueblo. Después de quince minutos el hombre que estaba manejando miró a su amigo. La cara de su amigo estaba completamente roja, como si se hubiera vuelto loco o como si estuviera muriendo. Entonces preguntó: "¿Qué te sucede?". El otro amigo dijo: "Baja la velocidad un poco, porque este carrito en el que estoy no tiene fondo, ¡y he estado corriendo todo el camino!".
Esta cosa, deseo, no tiene fondo. Estás muriendo porque has estado corriendo todo el tiempo, y más rápido y más rápido y más rápido, y esta cosa no tiene fondo. El deseo no tiene fondo, por eso es que no puede ser satisfecho. Si tratas de llenar una vasija con agua y no tiene fondo ¿cuándo la podrás llenar? ¡Es imposible! ¿Por qué no puedes llenar esta vasija del deseo sin fondo? Nunca has mirado si es que tiene fondo o no -simplemente saltaste. Y has estado corriendo tan rápido, que no hay espacio para detenerse y mirar lo que está sucediendo.
Todos los sacerdotes explotaron esto. Pero Jesús no es un sacerdote -no puedes encontrar un hombre más antisacerdote que Jesús. Un hombre verdaderamente religioso nunca es sacerdote, no puede serlo, porque el sacerdote está explotando tus debilidades. Y un hombre verdaderamente religioso, un Maestro, quiere hacerte más fuerte. Y un sacerdote es tan solo un hombre astuto que sabe cuál es tu debilidad. La debilidad es mirar hacia el futuro, posponer: en alguna forma, eventualmente, entrarás en el reino de Dios -pero en este momento no. Muchas otras cosas más importantes tienen que hacerse, muchos deseos más importantes tienen que ser satisfechos. Dios es siempre el último artículo de tu lista, y la lista es infinita. No va a tener ninguna posibilidad, y él es el último artículo.
Ahora mira estas palabras de Jesús:
"Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo' -no aquí, en alguna parte arriba en el cielo, en alguna parte muy lejos; el reino de Dios está en alguna parte distante, muy alejado- "entonces las aves del cielo los precederán". Ellas llegarán antes que tú, entonces estarás perdido. Jesús está bromeando, está diciendo: "Entonces no esperen, ¡los pájaros del cielo llegarán antes que ustedes!".
"Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Entonces ellos llegarán antes que tú, tú lo perderás.
¿Sobre quién está hablando Jesús? Él está hablando de los sacerdotes. Los sacerdotes son los enemigos de la religión, pero se han vuelto los gerentes. Ellos la manejan en todas partes, entonces no permiten que una persona como Jesús entre en sus templos.
Hay una hermosa historia en la novela de Dostoievsky, Los Hermanos Karamazov. Después de mil ochocientos años, Jesús pensó: "Ahora debo ir y visitar la tierra de nuevo, porque mil ochocientos años de cristianismo... ahora la tierra debe estar lista para recibirme. Ahora no me rechazarán como lo hicieron antes, porque cuando fui entonces no había un solo cristiano. Fui un extraño. Ahora la mitad de la tierra es cristiana; millones de iglesias y sacerdotes continuamente predicando la palabra de Jesús. Ahora voy a ser recibido, bienvenido; todas las puertas se me abrirán. ¡Ahora es el momento! No debería haber ido antes -¡ese no era el momento apropiado!".
Regresó de nuevo, por supuesto un domingo por la mañana, porque es difícil descubrir quién es un cristiano y quién no si llegas otro día de la semana. Es imposible, ¡todo el mundo es igual! Sólo en domingo puedes hacer la distinción de quién es un cristiano, porque la religión es un asunto dominical. No tiene nada que ver con la vida, es tan solo un ritual a realizarse, una formalidad a cumplirse -sin nada de corazón. Y llegó al pueblo donde había estado mil ochocientos años antes; Belén. Se paró en la plaza pública, un poco aprensivo porque la gente lo miraba y nadie lo reconocía, y entraban y salían de la iglesia. Y entonces unas cuantas personas lo rodearon y comenzaron a decirle: "Te pareces a Jesús -has hecho una buena actuación, ¡eres un buen actor!".
Jesús dice: "No soy un actor. Soy el verdadero Jesús". Así que se comenzaron a reír y dijeron: "Si eres el verdadero Jesús entonces escapa antes de que el sacerdote salga; porque si no vas a entrar en problemas". Y unos pequeños palomillas comenzaron a tirar piedras, y la gente comenzó a reírse diciendo que el verdadero Jesús ha venido, ¡el rey de los judíos! Este es el hombre al que crucificaron -¡él ha resucitado!
Y bromeaban y se reían, y Jesús lo sintió mucho... porque ésta era su gente; ya no eran los judíos, eran los cristianos; lo seguían, y aun ellos no podían reconocerlo. Pero esperó, tuvo la esperanza de que: "Por lo menos mi sacerdote me reconocerá. Estos pueden ser gente tonta, ignorante -pero mi sacerdote sabe".
Entonces salió el sacerdote. La gente dejó de reírse, sólo como respeto al sacerdote. Hicieron espacio para él, la multitud permitió que entrara, se inclinaron con profundo respeto. Jesús reía en su corazón: "No se han inclinado ante mí, no me han dado ningún respeto, pero respetan al sacerdote. Por lo menos ese es un buen signo, porque es mi sacerdote. Por medio de él me reconocerán. A través de él, no directamente, porque están ciegos y no pueden ver".
Entonces el sacerdote lo miró y le dijo: "¡Ven aquí tú rufián! ¿Qué crees que estás haciendo? -¡insultando a nuestro Dios!".
Jesús le dijo: "¿No puedes reconocerme?".
El sacerdote lo agarró del cuello y le dijo: "Te reconozco muy bien. Ven y sígueme". Lo llevó a la iglesia, y lo encerró en una celda. Jesús estaba muy extrañado: "¿Qué va a suceder? ¿Mi propia gente me va a volver a crucificar?".
Y entonces en la noche el sacerdote regresó con una pequeña vela en su mano y abrió la cerradura de la puerta. Echó llave a la puerta desde adentro, se inclinó, tocó sus pies y dijo: "¡Te reconozco muy bien! Pero no en medio de la plaza pública, no delante de los feligreses, porque eres un antiguo agitador. De alguna manera hemos estado administrando todo muy bien, pero tú perturbarás. Ahora todo está fluido, el cristianismo se ha establecido: la mitad de la tierra se ha convertido, la otra mitad tarde o temprano se convertirá. Simplemente espera ahí, ¡No necesitas venir aquí! todo va tan bien -tú no pudiste convertir ni a un solo hombre cuando estuviste aquí, y nosotros nos las hemos arreglado tan bien-deberías estar agradecido con nosotros.
Y nosotros podemos reconocerte cuando no hay nadie, no podemos reconocerte delante de los demás porque tú estás contra los sacerdotes, contra la iglesia, estás contra el sistema. Y si insistes, entonces tendremos que crucificarte de nuevo. Podremos venerarte cuando no estás presente porque eso no perturba a nadie. Todo está fluido, suave, moviéndose bien- ¡mira cómo nos las hemos arreglado! La mitad de la tierra se ha convertido, millones de iglesias y sacerdotes predicando tu palabra. Deberías estar satisfecho. Escapa de aquí inmediatamente, y no vuelvas a regresar. Cualquier cosa que quieras hacer, nosotros somos los agentes aquí, la puedes hacer por medio de nosotros. Directamente, no se te puede permitir que vayas entre las masas. ¡Eres peligroso!".
Este sacerdote está diciendo una de las verdades básicas: que el sacerdote no puede ser religioso. El puede ser un sacerdote de Buda, pero está contra Buda. Trabaja para él -así parece; cita sus palabras -así parece. Pero si Buda regresa, él se interpondrá entre tú y Buda, no te permitirá, porque un Buda, un Jesús, es siempre rebelde. No son conformistas, pueden crear una revolución, no pueden crear un sistema.
Cuando Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen" -él se está refiriendo a los sacerdotes- "'Vean, el reino está en el cielo,' entonces, les digo, las aves del cielo los precederán. Si les dicen: 'Está en el mar', entonces los peces los precederán". Y los sacerdotes siempre dicen que está en algún otro lugar.
En India sucedió... Porque la India es el país más antiguo de sacerdotes. En ninguna parte surgió un sacerdocio como en la India -se volvió una casta, los brahmins, ellos son los sacerdotes. Ellos mismos se aislaron totalmente de la sociedad, lo hicieron todo secretamente, su idioma no era permitido para los demás. Nadie más era educado, porque cuando la gente es educada y puede leer las escrituras, es difícil esconder la verdad de ellos. Sólo el sacerdote era permitido en el altar más interno del conocimiento -nadie más.
Estos brahmins gobernaron este país por miles de años. Primero decían que Dios estaba en los Himalayas, porque los Himalayas eran inalcanzables. Pero poco a poco la gente comenzó a llegar a los Himalayas y encontraron que Dios no estaba ahí. Así que dijeron: "Estos no son los Himalayas sobre los que hablábamos, estos tan sólo son copias de los Himalayas reales que existen en el cielo. Esto es sólo un reflejo -no encontrarán a Dios en el reflejo. El Kailash real, el Himalaya real, está en el otro mundo". Después sus dioses se mudaron a los planetas, a la luna, al sol.
Cuando el hombre por primera vez llegó a la luna, los hindúes estuvieron muy perturbados, los jainas estuvieron muy perturbados. El Occidente no sabe cuán perturbados estuvieron, porque el Occidente no sabe cuánto se había invertido en la luna. En la India hubo mucha perturbación.
Hay un sacerdote, uno muy erudito, que ha estado tratando de demostrar que todo el asunto, el viaje del hombre a la luna, fue falso. ¿Por qué? Un acto tan simple, ¡ha ocurrido! ¿Por qué lo está negando? Él ha hecho un gran instituto. Muchos han donado centenas de miles de rupias al instituto para demostrar que esto es puro mito, que el hombre haya alcanzado la luna, nadie ha llegado a la luna. ¿Por qué? Porque tienen demasiadas inversiones en eso. Si el hombre ha llegado a la luna y el Dios no está ahí, entonces de nuevo cambia su residencia a alguna otra parte. Y estos científicos van a llegar a todas partes. Ahora no vas a poder permitir que Dios permanezca en alguna parte por un período más largo -dondequiera que digas que Dios está, el hombre va a llegar ahí. El cielo era inalcanzable, el mar era inalcanzable. Hay religiones primitivas que dicen que Dios vive en el mar, bajo el mar, y hay religiones que dicen que Dios vive en el cielo. Pero una cosa es cierta para el sacerdote: que Dios no vive aquí, porque si vive aquí, entonces es muy difícil -entonces ¿qué necesidad hay de los sacerdotes?
El sacerdote es necesario como un agente intermediario. Él es un agente, un intermediario. Si Dios existe aquí, entonces lo puedes contactar directamente -¿por qué es necesario el sacerdote? El sacerdote es necesario porque Dios está tan lejos que su voz no puede penetrarte directamente. Él da su mensaje al sacerdote, entonces el sacerdote lo interpreta para ti. Y, a través de esta interpretación, él se vuele poderoso: él sabe las claves, tú eres ignorante; él te guiará, él es el maestro, el gurú -ustedes tienen que ser sus seguidores.
La profesión más astuta sobre la tierra es la del sacerdote. ¿Por qué la más astuta? Porque está explotando a un corazón muy inocente. A un hombre que está buscando a Dios, a un hombre que está buscando la pureza, a un hombre que está buscando la verdad -a ese hombre lo está explotando. Si explotas a un hombre que está buscando dinero, no hay mucha diferencia entre tú y ese hombre, porque él también estaba buscando dinero; no hay mucha diferencia. Pero si explotas a un hombre que estaba buscando la verdad, esto es astucia -la cosa más astuta posible, la cosa más malvada posible. Los sacerdotes deberían pensar, decir y demostrar si son realmente los representantes de Dios o no. Si son representantes de algo, son representantes del demonio. Pero han capturado, se han vuelto los administradores.
Jesús dijo: "Si aquellos que los guían dicen: 'Vean, el reino está en el cielo,' no los escuches, de otro modo perderás ese reino por siempre y siempre".
"Pero el reino está dentro de ti" -no está en ninguna otra parte, está exactamente donde estás en este momento- "y está fuera de ti". Está dentro de ti y está fuera de ti. Está dentro de ti como un centro, está fuera de ti como una circunferencia.
¿Qué está diciendo Jesús? Porque sumando afuera más adentro está todo el mundo, adentro más afuera es todo el universo, nada es omitido; Jesús está diciendo: "Dios es el universo, toda esta existencia. Tal como es, es divina. Dios se ha disuelto a sí mismo en su creación". No es como un pintor que pinta y luego permanece separado. Es como un bailarín que baila y se vuelve uno con el baile -no puedes separar al bailarín del baile. Puedes separar a un pintor de su pintura, puedes separar a un poeta de su poesía, pero no puedes separar a un bailarín de su baile. Por eso es que los hindúes llaman a Shiva Nataraj, el más grande bailarín: porque no hay separación, él está en el baile.
Si puedes entender el baile, has entendido al bailarín; si puedes agarrar el baile, puedes agarrar al bailarín. Si puedes amar a este mundo, lo has amado a él. Si penetras aun en una flor, lo encontrarás a él. Él está escondido ahí -y no está escondido porque está tratando de esconderse; está escondido porque tú no estás abierto. De otro modo él es un secreto abierto. El está en todas partes, en todo el rededor, dentro y fuera. El reino está dentro de ti, está fuera de ti.
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos y conocerán que son los hijos del padre viviente. Pero si no se conocen a sí mismos, entonces están en pobreza y son pobreza".
¡Escucha! ¡El reino está dentro de ti! Entonces todos los templos se vuelven inútiles, porque tú eres el templo. ¡Entonces tú eres la iglesia! Entonces el Vaticano se vuelve inútil, entonces Roma es tan sólo una carga. Entonces no hay necesidad de una Meca ni de una Medina, no hay necesidad de una Girnar ni de una Kashi. ¡Tú eres el templo, el templo viviente de Dios! El está dentro de ti. Entonces ¿cuál es la necesidad de un sacerdote o de un intermediario? Entonces toda la profesión pierde sentido.
Dios existe en ti tal como eres. Siempre ha estado existiendo en ti tal como eres.
Alguien le dijo a Rinzai: "A mí me gustaría ser un Buda, ¿qué hacer?". Rinzai dijo: "Si buscas errarás -porque tú ya eres el Buda".
Es absurdo que el Buda esté buscando, ¡que el Buda esté haciendo el esfuerzo de volverse un Buda! No puedes encontrar a Dios porque él no está en alguna otra parte, él está dentro de ti. Y ahí nunca miras porque todos los sacerdotes dicen; "¡Mira! Allá en el cielo, muy lejos, existe Dios. El camino es largo; el sacerdote será necesario para ayudarte".
Jesús corta la propia base de todas las iglesias, templos, sacerdotes, intermediarios. Él dice: "Él está dentro de ti". Pero Jesús también dice algo muy hermoso que es raro, él también dice: "y él está fuera de ti".
Hay tres tipos de religiones: una que dice: "Dios está afuera". Los hindúes, los mahometanos, su insistencia es en que Dios está afuera. Después hay otro tipo de religión que dice: "Dios está adentro". Jainismo, budismo, ellas dicen que tú eres el Dios, pero nunca dicen que Dios está afuera, no. Jesús dice: "Dios está adentro y afuera". Esa es la síntesis más grande, la más alta síntesis posible. Él no está escogiendo un extremo.
Un extremo es: Dios está afuera. Por eso es que los mahometanos están muy en contra si dices: "Yo soy Dios". Te matarán porque ésta es una de las afirmaciones más diabólicas; es kufra, blasfemia. De ahí que mataran a Mansoor, porque en su éxtasis bailó y afirmó, "Ana'l Haq, Aham Brahmasmi, yo soy el Dios". Esto es una blasfemia para un mahometano, no puede tolerarlo, porque Dios está afuera. A lo más puedes llegar más cerca y más cerca a él, pero nunca puedes llegar a ser él. ¿Cómo una criatura puede llegar a ser el creador? Una criatura permanece una criatura y el creador permanece el creador. Así que piensan que es irrespetuoso si afirmas que: "Yo soy Dios". Eso quiere decir que una criatura, un esclavo, una cosa creada, está afirmando: "Yo soy el creador" -esto es blasfemia, es irreligioso para ellos.
Luego contra este polo está el jainismo. Ellos dicen que Dios está adentro; que tu alma es el Dios supremo y no hay otro Dios. Se han ido al otro extremo, así que no veneran a ningún Dios; la veneración ha perdido todo significado para ellos, no pueden orar. ¿A quién orar? -y la oración es una cosa tan hermosa. Ha perdido todo sentido.
Mira a un mahometano en oración, es hermoso. Puede orar porque Dios está ahí. No hay nada como un mahometano orando. Si quieres ver, ve a un mahometano orando: se ve tan inocente, tan completamente rendido, pero él es peligroso. Si afirmas que tú eres Dios, te matará, el mismo hombre que estaba orando. Los jainas no pueden orar, no pueden venerar, la dimensión de la oración y de la veneración simplemente ha desaparecido. Sólo pueden meditar. La meditación es permitida porque el Dios está adentro; sólo tienes que cerrar tus ojos y meditar.
Jesús llega al pico de la síntesis. Aquí él afirma una de las verdades más grandes: que Dios está adentro y afuera. La oración también es posible, la meditación también es posible; puedes cantar en éxtasis sobre lo de afuera, puedes estar en éxtasis, en silencio, sobre lo de adentro -él está en todas partes. No hay necesidad de dejar la oración, no hay necesidad de dejar la meditación. En la tradición mahometana no hay nada parecido a la meditación, no puede existir; sólo la oración es posible. En el jainismo no existe nada como la oración, sólo meditación existe. Ambos se han ido a los extremos.
Jesús permanece equilibrado. El dice: "Dios, el reino de Dios está dentro de ti y está fuera de ti".
"Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".
Esta es la síntesis. Si te conoces a ti mismo, los jainas dirían, has conocido todo. ¡Asunto terminado! No hay más a donde ir. Los mahometanos no pueden decir que tú puedes conocerte a ti mismo; pueden decir que puedes conocer a Dios y llenarte de su gracia. No hay posibilidad de auto-conocimiento, porque el auto-conocimiento te hará un Dios. Sólo Dios se conoce a sí mismo, no una criatura. Él puede conocer a Dios, eso es todo. Él puede existir en su gloria, puede llenarse con su gracia, con su luz; puede permitirse a sí mismo ir y flotar con la fuerza divina, pero no es posible el auto-conocimiento. Los jainas dicen que sólo es posible el auto-conocimiento; si te has conocido a ti mismo, has conocido todo lo que hay que conocer, nada falta. Pero Jesús dice: "Si se conocen a sí mismos, entonces serán conocidos".
Esto es muy sutil. ¿Qué quiere decir cuando dice: "...entonces serán conocidos"? Si te conoces a ti mismo toda la existencia te conocerá; en tu conocimiento, toda la existencia te mirará. No sólo tú estarás mirando la existencia, toda la existencia responderá, porque Dios está adentro y afuera.
Porque cuando alguien llega a conocerse a sí mismo, no es solamente auto-conocimiento -toda la existencia te conoce a ti. En tu auto-conocimiento tú eres conocido. Dios te mira a ti desde cada flor, desde cada hoja, desde cada roca -tú no sientes que estás solo en tu auto-conocimiento. Realmente, hasta que te conozcas a ti mismo estarás solo. Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te conoce. Tu conocimiento no es un acto solitario, no es una cosa sola, es una sinfonía. Cuando te conoces todo lo demás te conoce; cuando te reconoces a ti mismo, todo lo demás te reconoce -este árbol será diferente, esta roca será diferente, incluso un pájaro reaccionará en forma diferente. ¿Por qué? porque lo mismo existe... una sola consciencia existe adentro y afuera.
Cuando te conoces a ti mismo, toda la existencia te reconoce y celebra. Y así debería ser, porque eres parte de la existencia. Toda la existencia debe celebrar tu conocimiento último, porque una parte se ha vuelto un conocedor, una parte se ha vuelto un Buda, una parte se ha vuelto un Cristo; por medio de esa parte, toda la existencia ha alcanzado un pico, un crescendo. Toda la existencia estará feliz, toda la existencia florecerá y florecerá en una manera diferente. Serás reconocido ¡serás conocido!
No estarás solo en tu auto-conocimiento -va a ser una celebración del todo. Esta es la cosa más bella que Jesús afirmó: una celebración de la existencia con tu auto-conocimiento; y el todo bienaventurado porque una parte ha florecido, ha llegado a su plenitud.
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