DECIMOSÉPTIMA ENTREGA
Capítulo 9 (I)
¿Qué Anda Mal con mi Esposa?
NOVENO VERSÍCULO
Jesús dijo: "La astilla que está en el ojo de tu hermano tú la ves, pero la viga que está en tu ojo no la ves".
"Cuando te saques la viga de tu ojo, entonces verás claramente para sacar la astilla del ojo de tu hermano".
El auto-conocimiento es la cosa más difícil -no porque sea difícil, sino porque tienes miedo de conocerte a ti mismo. Un profundo miedo existe. Todo el mundo está tratando de escapar, de escapar de sí mismo. Este miedo tiene que ser entendido. Y si este miedo existe, cualquier cosa que hagas no te será muy útil. Puedes pensar que quieres conocerte a ti mismo, pero si este miedo inconsciente está presente, continuamente lo evitarás, continuamente tratarás de esconderlo, de engañarte. Por un lado tratarás de conocerte a ti mismo, y por el otro te crearás todo tipo de impedimentos de tal manera que no puedas conocerte.
Conscientemente puedes pensar: "Me gustaría conocerme a mí mismo", pero inconscientemente, lo que es más grande, más fuerte, más poderoso que el consciente, evitarás el auto-conocimiento. El temor debe ser entendido. ¿Por qué tienes temor? Una cosa: si realmente penetras dentro de ti, tu imagen que has creado para el mundo probará ser falsa. Todo tu pasado no significará nada, porque ha sido como un sueño. Y has invertido tanto en él, has vivido para él, y ahora saber que ha sido un fenómeno falso te va a hacer sentir herido -entonces toda tu vida es un desperdicio.
Si lo que has estado viviendo ha sido una seudo vida, no auténtica; si nunca has amado y tan solo has hecho creer que amabas, ¿cómo puedes encontrarte contigo mismo? Porque entonces llegarás a saber que todo el asunto ha sido una farsa: no sólo que has hecho creer que amabas, has hecho creer que eras feliz cuando amabas. No has engañado a nadie, sino a ti mismo. Y ahora mirar hacia atrás, mirar hacia adentro, te sobrecoge el miedo.
Has estado pensando que eres algo único -todo el mundo lo piensa. Eso es lo más común en el mundo, creerse uno mismo extraordinario, algo especial "el elegido". Pero si te miras a ti mismo te darás cuenta de que no hay nada, de que no hay nada para sentirse egocéntrico. Entonces, ¿en qué se apoyará el ego? Caerá y se hará polvo.
El miedo está presente para que no te mires a ti mismo... Al no mirarte puedes continuar creando sueños sobre ti mismo, imágenes sobre ti, y es muy fácil y barato crear una imagen, es muy difícil y duro ser realmente algo. Uno siempre escoge lo barato -y tú has escogido lo más barato. Ahora, mirarlo es difícil.
A medianoche, en una casa, el teléfono suena; -era las cuatro de la madrugada. El hombre se levantó, estaba furioso, contestó el teléfono gritando: "¿Qué quieres?".
El otro hombre contestó: "¡Nada!".
Entonces se puso aun más furioso y dijo: "¿Entonces porque me llama en plena madrugada?".
El hombre dijo: "¡Porque la tarifa es más barata!".
Si la tarifa es más barata, puedes comprar incluso "nada". Y eso es lo que has hecho. Crear una imagen de que eres único es barato, pero ser único es arduo, muy duro. Muchas, muchas vidas de lucha, de esfuerzo, muchas vidas de esfuerzo culminan en algo cuando te vuelves único. Pero creer que eres único es simplemente barato, puedes hacerlo en este mismo momento, ni siquiera hay necesidad de moverse. Y has estado creyendo en cosas baratas -por eso es que existe el miedo.
No puedes mirarte a ti mismo. Todo lo que has creído ser no lo encontrarás ahí, y lo sabes bien. ¿Quién más lo puede saber mejor que tú? Si piensas que eres bello, entonces no puedes mirar en el espejo si esta belleza es sólo una idea. ¡Y tú lo sabes bien¡ En lugar de mirar al espejo romperás los espejos. Cada vez que un hombre feo o una mujer fea mira al espejo, él o ella piensan que hay algo malo en el espejo -porque es tan doloroso darse cuenta de que no eres nadie.
Eres alguien ante tus ojos. Todo el resto puede saber que no eres nadie, pero no tú. Aun un loco piensa que todo el mundo está loco. Todo el mundo le dice: "¡Estás loco!". Pero él no va a escuchar esto porque es demasiado doloroso. Creará todo tipo de argumentos, de racionalizaciones de que "No estoy loco".
Sucedió que Mulla Nasruddin entró corriendo una tarde en una granja y le preguntó al granjero: "¿Has visto pasar por aquí a una mujer lunática?".
El granjero dijo: "¿Cómo es ella?".
Nasruddin la describió diciendo: "Mide un metro noventa, es muy gorda y pesa veinte kilos".
El granjero miró un poco extraño y dijo: "Si mide un metro noventa y es muy gorda ¿cómo puede pesar sólo veinte kilos?".
Nasruddin se rió y dijo: "No seas tonto -¿no te dije que es media loca?".
Es siempre el otro el que está mal, el que está loco. Es así como proteges tu llamada cordura, ésta es una protección. Y una persona que no se puede mirar a sí misma, básicamente no puede mirar, porque no solamente tiene miedo de mirarse a sí misma -básicamente tiene miedo de mirar. Porque cuando miras al otro, el otro puede volverse un espejo: cuando miras al otro, el otro puede indicarte algo de ti mismo. En los ojos del otro tú eres reflejado, así que no puedes mirar al otro. Creas una ficción sobre ti mismo y luego creas un ficción sobre los otros. Y entonces vives en un mundo de sueños -así es como todo el mundo está viviendo.
Y entonces preguntas ¿cómo ser bienaventurado? Tu pesadilla es natural: todo lo que has hecho sólo puede hacer florecer pesadillas. Y preguntas cómo estar en tranquilidad. Con ficciones nadie puede estar en tranquilidad. Sólo los hechos, por más duro que sea aceptarlos, pero solamente los hechos pueden hacerte no tenso, solamente los hechos pueden conducirte a la verdad. Si niegas la realidad de los hechos entonces no hay verdad para ti, e irás dando vueltas y vueltas sin llegar nunca al centro.
Escuché, sucedió una vez que un doctor fue a ver a un paciente, a una mujer muy enferma. Entró en el dormitorio; después de cinco minutos salió y le pidió al esposo, quien estaba esperando ahí: "¡Deme un tirabuzón!". El esposo estaba un poco preocupado pensando para qué necesitaba el tirabuzón. Pero luego el doctor salió de nuevo, después de cinco minutos, sudando y dijo: "Ahora ¡deme un desarmador!". El esposo se puso muy nervioso pero aún se mantuvo en silencio -porque el doctor sabe lo que hace. Después de cinco minutos el doctor volvió a salir y le pidió un cincel y un martillo. Esto ya era demasiado y el extrañado esposo ya no lo podía soportar y dijo: "¿Qué anda mal con mi esposa?". Y el doctor dijo: "Todavía no lo sé, porque todavía ¡no he podido abrir mi maletín!".
Y te digo, ¡todavía estás luchando con el maletín! Y no sólo eso -que no lo puedes abrir- no quieres abrirlo. Todos estos tirabuzones, abridores, cinceles y martillos que llevas contigo son falsos. Ni siquiera quieres abrir el maletín, porque una vez que lo abras entonces, ¿qué vas a hacer? Entonces el paciente -que eres tú- tiene que ser diagnosticado, entonces tienes que mirar dentro de ti.
Así que todo el mundo está ocupado con el maletín -eso es tu negocio, tu profesión, tu ocupación. Puedes ser un poeta, un pintor, un músico, todas tus ocupaciones son sólo para permanecer ocupado en lo externo. Por eso es que nadie está listo para estar solo, ni siquiera por un solo momento. Da tanto miedo porque cuando estás solo puedes tropezarte con tu ser. Cuando estás solo ¿Qué vas a hacer? Cuando estás solo estás contigo -y la realidad puede estallar.
Así que todo el mundo trata de estar continuamente ocupado, veinticuatro horas ocupado -cuando estás ocupado pareces un poco contento, cuando no estás ocupado te vuelves descontento. Los psicólogos dicen que si a un hombre se le deja sin ocupación por un largo período, se volverá loco. ¿Pero por qué? ¿Por qué si estás sano vas a volverte loco cuando se te deje sin ocupación por un período largo? Si estás sano, entonces un período largo de descanso, un período largo en el que no hagas nada, te volverá más sano, ¡crecerás! Pero ¿por qué te vas a volver loco si se te deja solo por un período largo? ¡Porque ya estás loco! Tu ocupación simplemente esconde el hecho.
Mira a tu alrededor, porque es difícil que te mires a ti, pero mira alrededor, ¡mira a la gente! Un hombre que está constantemente ocupado con el dinero: ¿qué está haciendo realmente? Focalizando su mente en el dinero de tal modo que pueda evitarse a sí mismo. Va pensando en el dinero de tal manera que pueda evitarse. Va pensando en el dinero en la mañana, en la tarde y en la noche. Aun en su cama piensa en el dinero, en el banco y en el saldo. ¿Qué está haciendo con el dinero? Por eso es que cuando consigue el dinero está perdido -¿qué hacer ahora? Así que en el momento en que consigue el dinero en el que estaba pensando, comienza a pensar en más dinero -porque el dinero no es lo que estaba buscando. De otro modo, cuando lo obtiene debería de sentirse satisfecho, pero ni siquiera un Rockefeller o un Ford están satisfechos.
Consigues el dinero, inmediatamente exiges más -porque la motivación básica no es el dinero, la motivación básica es cómo permanecer ocupado. Cada vez que no hay ocupación te sientes incómodo, una profunda intranquilidad surge en ti. ¿Qué hacer? Si no hay nada qué hacer leerás el mismo periódico una y otra vez -el mismo periódico que ya lo has leído completamente. Si no hay ocupación puedes ponerte a hacer cualquier cosa que no sea necesaria en absoluto, pero no puedes permanecer tranquilo. De ahí la insistencia de todos los Maestros en que si te sientas por unas cuantas horas sin hacer nada, pronto llegarás a ser iluminado.
La mente desocupada es meditación; la mente ocupada es el mundo, el sansar. No importa qué tipo de ocupación -ya sea que estés interesado en dinero, o en política, en servicio social o en revolución, no hay diferencia- tu cordura es la misma. Aun si lo dejas a Lenin solo se volverá loco: necesita la sociedad y la revolución. Si no hay nada que hacer, será imposible existir para él, su cordura se perderá. Está cuerdo a través tuyo. Porque tanto trabajo... la energía se pierde en el trabajo; estás extenuado, puedes ir a dormir.
Los ancianos parecen casi locos y excéntricos y sin ninguna razón. La ancianidad no es la razón, ahora ellos están desocupados, no son necesitados, están retirados. La gente retirada siempre se vuelve un poco excéntrica. Algo ha ido mal con ellos. El hombre estaba bien, -pudo haber sido el presidente de un país o el primer ministro. Jubílalo y verás qué sucede, inmediatamente se deteriora. Su cuerpo y su mente, ambos se deterioran y comienza a volverse un poco excéntrico, loco. Porque ahora no hay ocupación, nadie lo mira, nadie está interesado en él, no hay trabajo que hacer, no hay donde focalizar su mente. Todo el torbellino va hacia adentro -él se vuelve un torbellino.
Los psicólogos dicen que las personas jubiladas mueren diez años antes de lo que hubieran muerto si aún se mantuvieran ocupadas. ¿Qué sucede? ¿Por qué es tan difícil estar contigo mismo? Y siempre piensas que los demás deberían sentirse felices contigo -tu esposa debería sentirse feliz contigo, tu esposo debería sentirse feliz contigo. Tú mismo nunca te sientes feliz contigo mismo, ¿cómo podría algún otro sentirse feliz contigo? Si tienes una personalidad tan aburrida que tú mismo te aburres contigo mismo, ¿cómo es posible que otros te puedan tolerar? Ellos te toleran por otras razones -no porque tú seas una persona muy amorosa, ¡no! te toleran porque les das ocupación. Un esposo es suficiente ocupación para una esposa, una esposa es suficiente ocupación para un esposo. Esto es un engaño mutuo: han acordado engañarse mutuamente el uno al otro ayudándose a permanecer ocupados.
Tú no puedes mirarte a ti mismo, no puedes llegar a tu auto-realización, porque esa es una meta muy lejana. No puedes dar un giro y ver la realidad de los hechos sobre ti mismo, y la razón es: una imagen falsa, una identidad falsa, una idea falsa de que tú eres alguien muy importante, con mucho significado -todo el mundo se detendrá si mueres. ¿Qué le pasará al mundo cuando ya no estés presente? Cuando no estabas ¿qué estaba sucediendo? El mundo tenía un poco más de paz, eso es todo. Cuando ya no estés habrá un poco menos de problemas en el mundo, eso es todo -porque una persona intranquila ha desaparecido, y estaba creando intranquilidad en otras. Pero para apoyar al ego todas estas ficciones son necesarias.
Napoleón llegó a ser un prisionero en sus últimos días. Se le mantenía prisionero en una pequeña isla Santa Elena, ya no era nada -nunca nadie, es alguien, pero entonces continuar aún con la ficción era muy difícil. Él había sido un emperador, uno de los más grandes conquistadores: "¿Qué hacer ahora? ¿Cómo aceptar este hecho de que ahora ya no soy nadie, sólo un prisionero, un prisionero común?". Pero él no podía mirar los hechos, continuaba con la antigua ficción. No se cambió la ropa por seis años, porque la prisión no le daba un vestido adecuado para un emperador. Su vestido estaba completamente deshecho, desteñido y sucio, pero él no quería cambiarse.
El doctor de la prisión le dijo: "Te podemos dar un vestido mejor, más limpio, ¿por qué no te cambias este abrigo? -¡está tan sucio! Napoleón lo miró y le dijo: "Este es un abrigo de un emperador, puede estar sucio pero, ¡no lo puedo cambiar por un abrigo ordinario!". Caminaba como si aún fuera el emperador, hablaba como si aún fuera el emperador, daba órdenes -no había nadie que escuche sus órdenes pero continuaba dando órdenes. Escribía cartas y órdenes, y había traído su papel especial de escribir cartas. En su mente él todavía se consideraba el emperador.
¿Qué le estaba sucediendo a este pobre hombre? Y desocupado comenzó a enfermarse. El doctor que estaba con él ha escrito un diario, y en el diario escribe: "Siento que él realmente no está enfermo, ahora la enfermedad es sólo una ocupación. A veces dice: 'mi estómago', a veces 'mi cabeza', a veces 'mis piernas'". Y el doctor pensaba que no había nada... el cuerpo estaba absolutamente bien. Pero ahora no tiene nada para permanecer ocupado, ahora el cuerpo simplemente es el otro. Todo el otro mundo ha desaparecido, él está solo. Ahora su cuerpo es el otro, así que se mantiene ocupado con su cuerpo.
Mucha gente está enferma como una ocupación: en el mundo, cincuenta por ciento de las enfermedades existen como una ocupación. Permaneces ocupado, entonces no tienes la necesidad de confrontarte contigo mismo. De otro modo ¿qué le habría sucedido a Napoleón, si él hubiera afrontado que en ese entonces él era un mendigo? ¡Eso era demasiado! Él murió sintiéndose un emperador. Antes de su muerte ordenó cómo se le debería dar la última despedida, con todos los detalles. No hubo nadie que siguiera los detalles porque ahora a nadie le interesaba. Pero él dio las órdenes y debe haber muerto en tranquilidad pensando que le iban a dar la última despedida como a un emperador.
Con Napoleón la cosa es muy clara porque él había sido un emperador. Eso también es una ficción -apoyada por la sociedad. Ahora nada ha cambiado, Napoleón es el mismo, sólo que el apoyo ha desaparecido. Esto es difícil de entender: hay ficciones cuando la sociedad te apoya, y hay ficciones cuando nadie te apoya. Esta es la diferencia entre una persona cuerda y una persona loca. Una persona cuerda es alguien cuya ficción es apoyada por la sociedad. Él ha manipulado a la sociedad para que apoye su ficción. Un hombre loco es uno... nadie apoya su ficción. Él está solo, así que tienes que ponerlo en el manicomio.
Pero tu apoyo no hace que algo sea real -si es una ficción, es una ficción. Si te miras a ti mismo, inmediatamente sentirás que no eres nadie, nada importante. Entonces toda la tierra, la base debajo de tus pies es retirada, te quedas en un abismo. Mejor no mirar ahí -simplemente continuar en tus sueños. Pueden ser sueños, pero te ayudan a vivir de una manera cuerda.
No es tan solo que no puedas mirarte a ti mismo, tampoco puedes mirar a los otros, porque los otros también son representativos. Así que sobre los otros también creas ficciones: a través del odio creas la ficción de que el otro es un demonio, a través del amor creas la ficción de que el otro es un ángel o un Dios. Sobre el otro también creas ficciones; no puedes mirar directamente, no puedes mirar a través, tu percepción no es directa. Vives en maya, en una ilusión creada por ti mismo. Así que cualquier cosa que veas es exagerada: si odias a una persona, inmediatamente se convierte en el demonio; si amas a una persona, inmediatamente se vuelve un Dios. Exageras: si lo ves mal, entonces exageras y lo transformas en lo sumo de la maldad; si lo ves bien, se vuelve lo sumo de la bondad, Dios.
Pero es difícil mantener estas ficciones, así que tienes que cambiar una y otra vez. ¿Por qué eres tan exagerado en tus percepciones? ¿Por qué no ves claramente lo que hay? Porque tienes miedo de ver con claridad. Quieres nubes a tu alrededor para que todo permanezca en neblina. Tú no quieres conocerte a ti mismo. Y todos aquellos que han llegado, insisten: "¡Conócete a ti mismo!". Buda, Jesús, Sócrates, ellos van insistiendo ¡conócete a ti mismo! Toda la insistencia de la religión es para conocerse a uno mismo.
Y tú insistes en no conocerte. Y a veces incluso haces el juego de conocerte a ti mismo. Me tropiezo con muchas personas que están haciéndose el juego de conocerse a ellos mismos, y no quieren conocerse. Este es un juego: ahora quieren crear de nuevo una ficción. Esta será una ficción. Esta será una ficción religiosa, y vienen hacia mí para que los apoye. Dicen: "He realizado esto, he realizado aquello", y me miran con ojos suplicantes.
Si les digo: "Sí, has experimentado esto", se sienten apoyados, se van felices. Y si digo: "No", se sienten infelices, nunca regresan a mí otra vez. Simplemente desaparecen porque tienen que encontrar a alguien, a alguna otra autoridad. Pero, ¿por qué estás en busca de una autoridad? ¿Por qué necesitas de un testigo? Si has realizado algo, lo has realizado -no hay necesidad de ninguna autoridad, porque la experiencia en sí misma es auto-evidente.
Si realizas tu alma, no necesitarás el reconocimiento de nadie, ni un certificado. Aun si todo el mundo dice que te has realizado, no habrá diferencia; el voto no es necesario, tú sabes que ha sucedido. Si un ciego ha comenzado a ver, no necesita de que nadie testifique que ahora él puede ver -él puede ver y eso es suficiente. Pero si el ciego está soñando de que puede ver, entonces necesitará alguna autoridad para que certifique el hecho de que esto es verdad, de que él puede ver.
La gente hace juegos, incluso existen juegos espirituales. Y a menos que dejes de jugar y te vuelvas sobrio sobre el hecho de que las ficciones deben abandonarse, y que la dura verdad tiene que ser confrontada tal como es, nada será posible -porque ésta es la puerta. Y si nadie te apoya, entonces tú mismo apóyate a ti mismo. Entonces dejas de hablar con la gente porque no te pueden entender.
Un hombre vino a verme hace algunos meses y dijo: "Tú me puedes entender, nadie me entiende, porque he estado recibiendo mensajes de Dios todas las noches". Y tenía un gran archivo consigo ¡absoluta tontería! Pero él piensa que está recibiendo mensajes de Dios, y piensa que eso es el último Corán -después de Mahoma nadie lo ha recibido. Ahora el Corán pasó de moda. Si los mahometanos llegan a escucharlo, lo matarán, porque ellos creen en otra ficción y él está tratando de destruir su ficción. Y este hombre que recibe mensajes de Dios, estaba tan nervioso, temblando y mirándome -qué es lo que voy a decir- porque todos los que lo ven se ríen y piensan: "¡Te has vuelto loco!". Pero él dijo: "Yo sé que tú eres un hombre realizado". Ahora él ¡me está sobornando! y continuamente suplicando: "Simplemente di sí, él está correcto".
Pero yo le dije: "Si Dios te está dando mensajes no necesitas venir hacia mí. Dios es suficiente".
Entonces le entró la duda, la incertidumbre y dijo: "Pero ¿quién sabe? Puede ser sólo mi mente haciéndome juegos". Esto lo sabe bien. Cada vez que estás haciendo juegos, en lo profundo lo sabes, no necesitas de nadie que te lo muestre -pero quieres esconder los hechos.
Le dije: "¡Esto es locura!". Entonces él nunca más regresó a mí -¡ahora ya no soy un hombre realizado! El quería un acuerdo mutuo: si le digo: "Sí, estás recibiendo el mensaje", él habría ido y dicho: "Este hombre ha alcanzado la realización".
Si acepto tu ficción entonces vas a apoyar mi ficción: éste es el juego mutuo que está sucediendo. Y este juego es tan satisfactorio que no lo quieres romper. Pero un profundo descontento le sigue como una sombra. Tiene que ser así porque todo el asunto es una ficción.
Un mendigo así piense que es un emperador sabe que es un mendigo. Este es el problema: piensa que es el emperador, hace creer que es el emperador, pero sabe en lo profundo que es un mendigo -se siente muy satisfecho de ser un emperador, pero un profundo descontento le sigue como una sombra: "Soy sólo un mendigo". Este es el problema: piensas algo sobre ti mismo y sabes que no es verdad.
Nunca has amado, has fingido; nunca has sido honesto, has fingido; nunca has sido verdadero, has fingido -toda tu vida es una larga serie de fingimientos. Y ahora... pero has invertido tanta vida en eso, reconocer que todo el asunto ha sido sólo una ficción es demasiado. Ahora piensas: "De algún modo llévalo hasta el mismo fin". Pero si no lo terminas... aun llevado hasta el mismo fin, no te va a dar nada. Es un simple desperdicio y al final toda la frustración estallará.
Por eso es que la muerte es tan difícil. La muerte no tiene nada peligroso en sí, es uno de los fenómenos más bellos en el mundo -¡simplemente vas a dormir! Y todo lo demás va a dormir: una semilla germina y entonces hay un árbol; y luego de nuevo surgen las semillas y caen y van a dormir; entonces de nuevo brotarán. Después de toda actividad es necesario un descanso. La vida es una actividad, la muerte es un descanso. Tiene que estar presente para que la nueva vida surja de ella. No hay nada de malo en la muerte, no hay nada peligroso en la muerte.
¿Pero por qué todo el mundo tiene temor de morir? Porque en el momento de la muerte todas tus ficciones desaparecerán; en el momento de la muerte verás que toda la vida ha sido un desperdicio. ¿Por qué en la hora de la muerte la gente dice que uno vuelve a ver toda su vida? Sucede, es verdad: en el momento de la muerte uno tiene que confrontar toda su vida, porque ahora ya no hay futuro, ya no puede crear ninguna ficción más.
Para las ficciones es necesario el futuro, porque las ficciones están en la esperanza, las ficciones son para el mañana. La muerte trae a casa el hecho de que ahora ya no hay un mañana; los mañanas han acabado, ahora ya no hay futuro. ¿Dónde puedes soñar? ¿Dónde puedes proyectar tus ficciones? ¡Ahora no hay dónde ir! De pronto te encuentras anclado y toda la vida has estado creando ficciones para el futuro. Ahora estás anclado, no hay futuro -¿adónde vas a mirar? Tienes que mirar al pasado, y en el momento de la muerte la sociedad está desapareciendo; tienes que mirarte a ti mismo, no queda nada. Entonces llegas a darte cuenta del hecho doloroso, angustioso, de que toda tu vida ha sido desperdiciada.
Si te sucede antes de la muerte, te vuelves un hombre religioso. Un hombre religioso es alguien que se ha dado cuenta de aquello que todo el mundo se da cuenta sólo al morir. Un hombre religioso es alguien que lo ha observado mientras aún está vivo -que lo ha observado en el pasado, que ha visto a través de todo el juego, que ha comprendido toda la ficción de la vida. Ha observado dentro de sí mismo.
Si miras dentro de ti mismo, el cambio es seguro, absolutamente seguro, porque una vez que la ficción es comprendida como ficción, comienza a desvanecerse. Para mantener una ficción tiene que ser mantenida como un hecho; aun algo no verdadero, si es aceptado se tiene que creer que es algo verdadero. En el momento en que te das cuenta, va penetrando en ti que esto no es verdadero, comienza a desvanecerse -ya está fuera de tus manos, no lo puedes coger. Para continuar el sueño uno tiene que creer que esto no es sueño, ¡es la realidad! En el momento en que te haces consciente de que esto es el sueño, el sueño ya está desapareciendo.
Todo tu esfuerzo es para no saber, lo evitas; por eso es que nunca estás tranquilo cuando estás solo. Aun si vas a los Himalayas llevas el radio portátil contigo, y el radio contiene a todo el mundo; aun si vas a los Himalayas, tu esposa, tus amigos, tus hijos están contigo. Te vas de vacaciones, pero realmente no vas -te llevas toda la atmósfera contigo, a la playa, a las montañas y otra vez estás rodeado de toda la tontera.
Sucedió una vez: Un marinero sobreviviente de un naufragio fue a dar a una isla desierta. Por cinco años tuvo que vivir ahí -no pasó ningún barco. Construyó una pequeña choza, vivió ahí, pero continuamente pensaba en el mundo. Todo estaba en tanta paz como nunca lo había estado. Ni siquiera había imaginado que tal paz fuera posible. La isla estaba completamente desierta, no había nadie -ese era el único problema. De otro modo había de todo: los riachuelos eran hermosos, los árboles cargados de frutas; podía comer, podía descansar, no había preocupaciones, nadie por quién preocuparse, nadie quien creara problemas. Y siempre había pensado que algún día le gustaría ir a algún sitio lleno de paz -¡y repentinamente se encontró ahí! Y era insoportable. El silencio es insoportable, uno tiene que ser capaz de soportarlo -te puede matar.
Era tan difícil para este hombre, y él era un arquitecto así que comenzó a construir pequeñas cosas, pequeñas maquetas, sólo para mantenerse ocupado. Hizo una pequeña calle y le puso nombre; no sólo hizo una iglesia, sino dos -una cerca a su casa, la otra al otro extremo de la ciudad; hizo pequeñas tiendas donde uno podía ir de compras. Creó toda la ciudad.
Y después de cinco años, cuando llegó un barco y ancló en la bahía, él se puso muy feliz. Un pequeño bote con un hombre vino hasta la orilla. Corrió desde su choza y llegó a la orilla muy entusiasmado porque ahora regresaría al mundo de nuevo. Pero se quedó muy extrañado; porque el hombre del bote bajó con un gran paquete de periódicos. Entonces le dijo: "¿Para qué son estos periódicos? ¿Para qué los has traído hasta aquí?".
El capitán del barco dijo: "Primero revísalos, mira lo que está sucediendo en el mundo -¡y después dinos si realmente quieres ser rescatado!". El hombre tiró los periódicos al mar y dijo: "¡Qué tontería! Pero antes de subir al bote me gustaría mostrarte mi ciudad".
Así que le mostró la ciudad, pero el capitán se quedó sorprendido cuando le mostró la segunda iglesia y le dijo: "Puedo entender que hayas hecho una iglesia para rezar, pero ¿para qué esta otra?".
Así que le dijo: "Esta es la iglesia a la cual voy, y ésta es la iglesia a la cual no voy".
Necesitas dos iglesias, por lo menos dos religiones, porque la mente es una dualidad: "Esta es la iglesia a la que le digo sí y esa es la iglesia a la que le digo no. Esta es la iglesia falsa, la gente errada va ahí, aquellos que no me pertenecen" -y él está solo, pero ha creado todo el mundo. Y está ansioso de ir de regreso al mundo, no está listo para mirar los periódicos. E hizo bien, porque una vez que miras los periódicos no te gustaría ser rescatado.
¡Mira tus periódicos! ¿Qué le está sucediendo al mundo? ¿Vale la pena vivir en él? Pero tú lees, no observas, tu lectura no es una observación, lees medio dormido. No te das cuenta de lo que está sucediendo en el mundo, de lo que el hombre le ha hecho al hombre, de lo que el hombre está continuamente haciéndole al hombre: tal violencia, tal interés, tal envenenamiento de todo aquello que tiene significado, de todo lo que es verdadero, bello y bueno; todo es envenenado. ¿Te gustaría vivir en él? Si observas, entonces será muy difícil decidir vivir en él, así que es mejor no mirar, simplemente ir como si estuvieras en hipnosis.
Para no observarse a uno mismo otra técnica ha sido usada, de la cual Jesús habla en este versículo, y esa técnica es: mira en el otro todo lo que tiene de malo, de tal modo que puedas inferir que tú eres bueno. Hay dos maneras de ser bueno: ser bueno -eso es difícil; y luego hay otra manera de ser bueno -relativamente: probando que el otro está mal. Tú no necesitas estar bien, simplemente prueba que el otro está mal; eso te da la sensación de que tú estás bien.
De ahí que todos nosotros tratemos de demostrar que el otro es el ladrón, que el otro es el asesino, que el otro es el malo. Y entonces cuando has demostrado que todos están mal, de pronto tienes la sensación de que tú eres bueno. Este es un fenómeno relativo: no hay necesidad de transformarte, simplemente demuestra que el otro está mal. Y esto es muy fácil -nada es tan fácil como esto. Puedes magnificar lo malo en el otro; y puedes magnificarlo y nadie puede impedírtelo. Y ante esa maldad proyectada y magnificada simplemente luces inocente. Por eso es que si alguien te dice acerca de otro: "¡El es un hombre malo!", nunca lo discutes, nunca, simplemente lo aceptas. Más bien al contrario, dices siempre: "Sabía que era así". Pero si alguien dice algo bueno de otro, lo discutes, pides pruebas.
¿Has observado el hecho de que han habido millones de personas que han dicho: "Creeremos en Dios, pero primero danos pruebas"? Pero nadie todavía ha escrito un libro que exija pruebas para el demonio -¡nadie! Nadie requiere pruebas para el demonio, nadie dice: "Creeré en el demonio, sólo cuando sea probado". No, del diablo, ya lo sabes que está en todas partes. Sólo falta Dios, él no está presente.
¿Por qué lo bueno necesita prueba y lo malo no necesita prueba? Observa la tendencia: encontrarás un hermoso fenómeno, uno de los misterios de la mente humana. En lo profundo todo el mundo busca ser bueno, pero es difícil, así que, ¿qué hacer? Prueba que el otro es malo; "Tú eres más malo que yo, -¡entonces yo por lo menos soy un poco bueno!".
No hay comentarios:
Publicar un comentario