por HUGO GIOVANETTI VIOLA
un webguión seccionado en 40 episodios y escrito como base para una miniserie televisiva que producirá elMontevideano / Laboratorio de Artes
VIGESIMOSEXTA ENTREGA
EPISODIO XXVI
Un niño viejo, una cedulilla de amor brujo, una rebatiña de manos adoradoras en la catedral y un suicida en la azotea.
PRIMERA HISTORIA 1 / INT. DÍA
Selva Primavera y Julia toman mate dulce en el patio, después de volver de la catedral.
Julia: Me parece que nunca nos vamos a poner de acuerdo en lo que quiso decir Edward, mamá. Porque si alguien te dice que se olvidó de creer es porque ya no cree.
Selva Primavera: Todavía hay muy poca gente que no crea en nada, Julita. Aunque está escrito que ya van a venir tiempos mucho más tristes. Olvidarse es nada más que no acordarse.
Julia: ¿Y si nunca se vuelve a acordar?
Selva Primavera: Hay que tenerle fe. Tu padre decía siempre que la vida defiende a la gente buena. Para mí ése es el misterio más hermoso que existe.
Julia: ¿Y si vos no te defendés?
Selva Primavera: Si vos te defendés la vida te defiende.
En ese momento golpean a la puerta y Aurora Bendita va a atender y vuelve con Josef Artigas. Las mujeres se levantan a besarlo y le ofrecen rosquetes.
Josef (demorando en embutirse la confitura): Vine a visitar al señor Harley para contarle que mi padre nos escribió desde Purificación.
Selva Primavera: El señor Harley no recibe visitas, chaval. Pero nos placería que te quedaras a platicar con nosotras.
SEGUNDA HISTORIA 1 / INT. DÍA
Paloma termina de escribirle a Porto encerrada en su dormitorio y llama a Pandora, que aparece enseguida frotándose las manos.
Pandora: Pucha que galgueaste lindo, pizpireta.
Paloma: Sí. Pero te imaginarás que no escribí lo de siempre. Y te aviso que a Porto no lo pienso hacer esperar mucho para contestarle la segunda.
Pandora: Porto es un macho como cualquier macho. Hay que hacerlo sufrir.
Paloma: Pobrecillo.
Pandora: Venga, lee. ¿Qué esperás?
Paloma (murmura recogiendo el papel recortado en forma de corazón): Muy maestro mío: Se supone que tendría que hacerte escribir dos cedulillas antes de contestarte, pero tú eres del reino. Nosotras siempre expresamos que si los extremos a los que nos someten son ciertos y positivos, deben dirigirse primero a nuestros padres, puesto que a ellos les toca fijar nuestra suerte y que aunque una tenga un corazón de que disponer, no lo entregará jamás a nadie sin el consentimiento familiar. Pero cuando tú me miras siento que Dios es Dios. Y mi cabecita se olvida de los fantasmas al pensar en tu vuelo. Te juro que si no me acordara a toda hora de esa mi mano que vive en tu cuerpo, no soportaría este mundo. Y hasta me mataría. Porque soy mala, maestro. Hay un lobisón del Hueco que se mete en mi espejo desde que era guría. Aunque hoy mis alas te prometen preocuparse de ir siempre por el cielo que supiste mostrarles. Con esta ocasión se suscribe de vos tu servidora. Paloma Mendoza.
Pandora: Ca. Cuando dos se engualichan al mismo tiempo la cosa termina mal. Ni te gastes en usar el filtro, mija: con esto alcanza y sobra.
PRIMERA HISTORIA 2 / INT. DÍA
Benigno baja del dormitorio del primer piso donde cuida día y noche a Harley, y les sonríe radiantemente a Julia y a Selva Primavera.
Benigno: El señor Edward dice que soñó con mariposas y se despertó tranquilo.
Selva Primavera (mirando a Julia): La pesca milagrosa.
Josef: Mi padre me contó que volvió a criar orugas de la seda como cuando vivíamos en el Cordón.
Julia: ¿Orugas de la seda en Purificación? ¿Y con tanta guerra sucia?
Josef: Yo a veces voy a la escollera a mandarle mensajes y me acuerdo de cuando los gusanos echaban alas y bailábamos de gozo. Él tocaba la cordeón y mamá no lloraba.
Selva Primavera: ¿Y con qué embarcación le mandás los mensajes a tu padre?
Josef (levantándose): Con el viento, señora. Expresadle mis afectos al señor Harley, y que sepa que lo puedo asistir como un soldado.
Selva Primavera y Julia le regalan una bolsa de rosquetes a Josef, lo despiden y vuelven al patio, donde se abrazan aliviadamente.
Selva Primavera: Este niño parece un viejo.
Julia: Y Edward parece un niño.
SEGUNDA HISTORIA 2 / INT. DÍA
Pandora vuelve de entregarle la cedulilla a Porto y encuentra a Paloma haciendo equilibrio sobre el borde del aljibe, coronada por una diadema de jazmines del país.
Pandora: Si te ve tu padre trina.
Paloma (murmura): Shhhh. Vamos a mi dormitorio.
Cuando suben al dormitorio Paloma se agarra el pecho izquierdo por abajo del corsé y sonríe con más altanería que dulzura.
Paloma: ¿Lo encontraste?
Pandora (carcajeando): Es que en el Fuerte les apetezco tanto a los guardias que me hacen pasar como si fuera una cabildanta.
Paloma: ¿Y pudiste ver al mariscal de mi vida?
Pandora: Claro. Y me dijo que esta tarde espera la respuesta de tu mano en el templo. Ese hombre es un poeta.
Porto: Es lo único que me place de Porto. Aunque estuve releyendo la cedulilla y lloré demasiado.
Pandora: Ca. Los machos que nos hacen llorar con palabras son los más peligrosos.
Paloma: Y hay noticias muy malas. Mi madre se sacó el luto y también va a la misa.
PRIMERA HISTORIA 3 / INT. DÍA
Benigno vuelve a bajar al patio, frotándose las manos.
Benigno: El señor Harley me acaba de pedir que le lleve un matecito dulce para charlar un rato. Dice que el café lo estraga.
Julia: ¿Y no pidió para verme?
Benigno: Todavía no.
Selva Primavera (agarrando a Julia para arrastrarla hasta la cocina): Vamos a prepararle uno con mucha tila.
Julia: ¿La tila limpia la culpa?
Selva Primavera: Y dale con la culpa.
Julia: Hasta que Edward no se perdone haber comandado a las tropas que nos ultrajaron no va a estar en paz, mamita. No es mi fe ni la tuya lo que importa.
Selva Primavera (poniendo la calderita humeante en una bandeja, junto con el mate y el azúcar): Hay que darle tiempo.
Benigno sube con la bandeja y las mujeres se acomodan a tejer en el patio, hasta que oyen bajar al esclavo corriendo desorbitadamente.
Benigno: El señor Harley se escapó de su cuarto, ña Selva. Y dejó la llave puesta.
SEGUNDA HISTORIA 3 / INT. DÍA
Paloma y Pandora entran muy temprano a la catedral y se sientan en la fila de adelante. La esclava acomoda las almohadillas para hincarse mientras la muchacha mira continuamente hacia la puerta.
Paloma: No quisiera que la bruja me viera darle la mano a Porto.
Pandora: Yo no pensé que fuera a venir a las dos misas, y menos después de haber montado el numerito del bracete de Manucho Artecona.
Paloma: Ahí hay gato liado.
Pandora: Pero la prometida del cajetilla está por llegar de Buenos Aires. Dicen que es una viuda alegre.
Paloma: Esas ordeñan lindo.
Pandora: Mejor que tu madre nadie. La vergüenza que pasó con Abreu en la Casa de Ejercicios ya es comidilla hasta en los Propios.
Paloma: Qué triste.
Pandora: ¿Y qué no hay triste?
Paloma: Los ojos del mariscal de mi vida. Él reparte esperanza.
Pandora: Ojalá que le dure.
PRIMERA HISTORIA 4 / INT. DÍA
Selva Primavera y Julia saltan al mismo tiempo con tanta desesperación que uno de los pollerones hace caer la caldera del brasero.
Julia: ¿Y adónde puede haberse escapado?
Benigno: Lo busqué habitación por habitación pero no quedó rastro.
Selva Primavera (grita tapándose la cara): Debe estar en la azotea. La segunda vez que nos visitó subimos a ver las naves.
Harley aparece gateando por la azotea hasta chocarse con un pretil y soltar el bastón y arrodillarse para tantear la mocheta.
Harley (mientras se trepa): Y todos nuestros ayeres guiaron a los idiotas que creyeron en un Todopoderoso capaz de crucificarnos.
Julia, Selva Primavera y Benigno encuentran abierta la puerta que da a la azotea y cuando suben ven a Harley oscilando sobre un pretil, con el camisón inflado.
Harley: Nadie me a salvar porque la nada es para todos, viejo cisne de Avon.
En ese momento se oye la vocecita de Josef, gritando desde la calle.
Josef: Vuélvase mariposa, Edward.
Entonces Harley levanta la cabeza, se agacha y cae llorando en la azotea.
SEGUNDA HISTORIA 4 / INT. ATARDECER
Paloma ve entrar a Porto en la catedral y empieza a abanicarse con un arremolinamiento de pájaro.
Pandora: Sosiega que vas a levantar vuelo, niñata.
Paloma: Ya voy de vuelo, conga. Pero todavía no creo que el mariscal tenga coraje para darme la mano aquí en el templo.
Pandora: Cato que ahora no te molesta que te adoren.
Paloma: Es que yo también lo adoro. Aunque sólo con la alma.
Pandora: Pero bien que lo embrujaste, pizpireta. Y cualquier macho embrujado es más peligroso que una tripulación de Peitro Canbél.
Paloma: ¿Y cuánto tiempo tengo que dejar que me agarre la mano?
Pandora: Hasta que él te la suelte.
Porto se sienta al lado de Paloma y apoya disimuladamente la mano sobre la de la muchacha hasta que los dedos se entrelazan. Un momento después se escucha un taconeo y aparecen Magdalena y Pascualita. Porto la saluda apenas con una sonrisa y la mujer muy escotada le agarra la mano izquierda.
Paloma (murmura soltando al mariscal): Tomemos otras sillas, Pandora. Esto parece la cadena de un minué montonero.
un webguión seccionado en 40 episodios y escrito como base para una miniserie televisiva que producirá elMontevideano / Laboratorio de Artes
VIGESIMOSEXTA ENTREGA
EPISODIO XXVI
Un niño viejo, una cedulilla de amor brujo, una rebatiña de manos adoradoras en la catedral y un suicida en la azotea.
PRIMERA HISTORIA 1 / INT. DÍA
Selva Primavera y Julia toman mate dulce en el patio, después de volver de la catedral.
Julia: Me parece que nunca nos vamos a poner de acuerdo en lo que quiso decir Edward, mamá. Porque si alguien te dice que se olvidó de creer es porque ya no cree.
Selva Primavera: Todavía hay muy poca gente que no crea en nada, Julita. Aunque está escrito que ya van a venir tiempos mucho más tristes. Olvidarse es nada más que no acordarse.
Julia: ¿Y si nunca se vuelve a acordar?
Selva Primavera: Hay que tenerle fe. Tu padre decía siempre que la vida defiende a la gente buena. Para mí ése es el misterio más hermoso que existe.
Julia: ¿Y si vos no te defendés?
Selva Primavera: Si vos te defendés la vida te defiende.
En ese momento golpean a la puerta y Aurora Bendita va a atender y vuelve con Josef Artigas. Las mujeres se levantan a besarlo y le ofrecen rosquetes.
Josef (demorando en embutirse la confitura): Vine a visitar al señor Harley para contarle que mi padre nos escribió desde Purificación.
Selva Primavera: El señor Harley no recibe visitas, chaval. Pero nos placería que te quedaras a platicar con nosotras.
SEGUNDA HISTORIA 1 / INT. DÍA
Paloma termina de escribirle a Porto encerrada en su dormitorio y llama a Pandora, que aparece enseguida frotándose las manos.
Pandora: Pucha que galgueaste lindo, pizpireta.
Paloma: Sí. Pero te imaginarás que no escribí lo de siempre. Y te aviso que a Porto no lo pienso hacer esperar mucho para contestarle la segunda.
Pandora: Porto es un macho como cualquier macho. Hay que hacerlo sufrir.
Paloma: Pobrecillo.
Pandora: Venga, lee. ¿Qué esperás?
Paloma (murmura recogiendo el papel recortado en forma de corazón): Muy maestro mío: Se supone que tendría que hacerte escribir dos cedulillas antes de contestarte, pero tú eres del reino. Nosotras siempre expresamos que si los extremos a los que nos someten son ciertos y positivos, deben dirigirse primero a nuestros padres, puesto que a ellos les toca fijar nuestra suerte y que aunque una tenga un corazón de que disponer, no lo entregará jamás a nadie sin el consentimiento familiar. Pero cuando tú me miras siento que Dios es Dios. Y mi cabecita se olvida de los fantasmas al pensar en tu vuelo. Te juro que si no me acordara a toda hora de esa mi mano que vive en tu cuerpo, no soportaría este mundo. Y hasta me mataría. Porque soy mala, maestro. Hay un lobisón del Hueco que se mete en mi espejo desde que era guría. Aunque hoy mis alas te prometen preocuparse de ir siempre por el cielo que supiste mostrarles. Con esta ocasión se suscribe de vos tu servidora. Paloma Mendoza.
Pandora: Ca. Cuando dos se engualichan al mismo tiempo la cosa termina mal. Ni te gastes en usar el filtro, mija: con esto alcanza y sobra.
PRIMERA HISTORIA 2 / INT. DÍA
Benigno baja del dormitorio del primer piso donde cuida día y noche a Harley, y les sonríe radiantemente a Julia y a Selva Primavera.
Benigno: El señor Edward dice que soñó con mariposas y se despertó tranquilo.
Selva Primavera (mirando a Julia): La pesca milagrosa.
Josef: Mi padre me contó que volvió a criar orugas de la seda como cuando vivíamos en el Cordón.
Julia: ¿Orugas de la seda en Purificación? ¿Y con tanta guerra sucia?
Josef: Yo a veces voy a la escollera a mandarle mensajes y me acuerdo de cuando los gusanos echaban alas y bailábamos de gozo. Él tocaba la cordeón y mamá no lloraba.
Selva Primavera: ¿Y con qué embarcación le mandás los mensajes a tu padre?
Josef (levantándose): Con el viento, señora. Expresadle mis afectos al señor Harley, y que sepa que lo puedo asistir como un soldado.
Selva Primavera y Julia le regalan una bolsa de rosquetes a Josef, lo despiden y vuelven al patio, donde se abrazan aliviadamente.
Selva Primavera: Este niño parece un viejo.
Julia: Y Edward parece un niño.
SEGUNDA HISTORIA 2 / INT. DÍA
Pandora vuelve de entregarle la cedulilla a Porto y encuentra a Paloma haciendo equilibrio sobre el borde del aljibe, coronada por una diadema de jazmines del país.
Pandora: Si te ve tu padre trina.
Paloma (murmura): Shhhh. Vamos a mi dormitorio.
Cuando suben al dormitorio Paloma se agarra el pecho izquierdo por abajo del corsé y sonríe con más altanería que dulzura.
Paloma: ¿Lo encontraste?
Pandora (carcajeando): Es que en el Fuerte les apetezco tanto a los guardias que me hacen pasar como si fuera una cabildanta.
Paloma: ¿Y pudiste ver al mariscal de mi vida?
Pandora: Claro. Y me dijo que esta tarde espera la respuesta de tu mano en el templo. Ese hombre es un poeta.
Porto: Es lo único que me place de Porto. Aunque estuve releyendo la cedulilla y lloré demasiado.
Pandora: Ca. Los machos que nos hacen llorar con palabras son los más peligrosos.
Paloma: Y hay noticias muy malas. Mi madre se sacó el luto y también va a la misa.
PRIMERA HISTORIA 3 / INT. DÍA
Benigno vuelve a bajar al patio, frotándose las manos.
Benigno: El señor Harley me acaba de pedir que le lleve un matecito dulce para charlar un rato. Dice que el café lo estraga.
Julia: ¿Y no pidió para verme?
Benigno: Todavía no.
Selva Primavera (agarrando a Julia para arrastrarla hasta la cocina): Vamos a prepararle uno con mucha tila.
Julia: ¿La tila limpia la culpa?
Selva Primavera: Y dale con la culpa.
Julia: Hasta que Edward no se perdone haber comandado a las tropas que nos ultrajaron no va a estar en paz, mamita. No es mi fe ni la tuya lo que importa.
Selva Primavera (poniendo la calderita humeante en una bandeja, junto con el mate y el azúcar): Hay que darle tiempo.
Benigno sube con la bandeja y las mujeres se acomodan a tejer en el patio, hasta que oyen bajar al esclavo corriendo desorbitadamente.
Benigno: El señor Harley se escapó de su cuarto, ña Selva. Y dejó la llave puesta.
SEGUNDA HISTORIA 3 / INT. DÍA
Paloma y Pandora entran muy temprano a la catedral y se sientan en la fila de adelante. La esclava acomoda las almohadillas para hincarse mientras la muchacha mira continuamente hacia la puerta.
Paloma: No quisiera que la bruja me viera darle la mano a Porto.
Pandora: Yo no pensé que fuera a venir a las dos misas, y menos después de haber montado el numerito del bracete de Manucho Artecona.
Paloma: Ahí hay gato liado.
Pandora: Pero la prometida del cajetilla está por llegar de Buenos Aires. Dicen que es una viuda alegre.
Paloma: Esas ordeñan lindo.
Pandora: Mejor que tu madre nadie. La vergüenza que pasó con Abreu en la Casa de Ejercicios ya es comidilla hasta en los Propios.
Paloma: Qué triste.
Pandora: ¿Y qué no hay triste?
Paloma: Los ojos del mariscal de mi vida. Él reparte esperanza.
Pandora: Ojalá que le dure.
PRIMERA HISTORIA 4 / INT. DÍA
Selva Primavera y Julia saltan al mismo tiempo con tanta desesperación que uno de los pollerones hace caer la caldera del brasero.
Julia: ¿Y adónde puede haberse escapado?
Benigno: Lo busqué habitación por habitación pero no quedó rastro.
Selva Primavera (grita tapándose la cara): Debe estar en la azotea. La segunda vez que nos visitó subimos a ver las naves.
Harley aparece gateando por la azotea hasta chocarse con un pretil y soltar el bastón y arrodillarse para tantear la mocheta.
Harley (mientras se trepa): Y todos nuestros ayeres guiaron a los idiotas que creyeron en un Todopoderoso capaz de crucificarnos.
Julia, Selva Primavera y Benigno encuentran abierta la puerta que da a la azotea y cuando suben ven a Harley oscilando sobre un pretil, con el camisón inflado.
Harley: Nadie me a salvar porque la nada es para todos, viejo cisne de Avon.
En ese momento se oye la vocecita de Josef, gritando desde la calle.
Josef: Vuélvase mariposa, Edward.
Entonces Harley levanta la cabeza, se agacha y cae llorando en la azotea.
SEGUNDA HISTORIA 4 / INT. ATARDECER
Paloma ve entrar a Porto en la catedral y empieza a abanicarse con un arremolinamiento de pájaro.
Pandora: Sosiega que vas a levantar vuelo, niñata.
Paloma: Ya voy de vuelo, conga. Pero todavía no creo que el mariscal tenga coraje para darme la mano aquí en el templo.
Pandora: Cato que ahora no te molesta que te adoren.
Paloma: Es que yo también lo adoro. Aunque sólo con la alma.
Pandora: Pero bien que lo embrujaste, pizpireta. Y cualquier macho embrujado es más peligroso que una tripulación de Peitro Canbél.
Paloma: ¿Y cuánto tiempo tengo que dejar que me agarre la mano?
Pandora: Hasta que él te la suelte.
Porto se sienta al lado de Paloma y apoya disimuladamente la mano sobre la de la muchacha hasta que los dedos se entrelazan. Un momento después se escucha un taconeo y aparecen Magdalena y Pascualita. Porto la saluda apenas con una sonrisa y la mujer muy escotada le agarra la mano izquierda.
Paloma (murmura soltando al mariscal): Tomemos otras sillas, Pandora. Esto parece la cadena de un minué montonero.
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