(Julio Herrera y Reissig, Federico García Lorca y Nicolás Guillén escuchados por un niño de cuatro años todavía analfabeto en un altillo del Paso Molino)
¡Ah la poesía
que me leyó mi
padre
mientras nacía!
Yo la memorizaba
y el mundo se
azulaba.
(Hotel Stella /
1973)
Fue tan callando
como una luna nueva
y tan amando
que crujió la
poesía.
La cruz ya me
dolía.
(Las voces que nos
besan)
para mi nieta
Emilia
Hay criaturas
que gimen como un
ángel
de alas muy puras.
Su canto es un
revuelo
de jirones de
cielo.
(Alone again)
Luna entreabriendo
la bruma de los
tristes:
poesía naciendo.
Posada en esta mesa
la soledad me besa.
(Paz del peregrino)
Barrio mojado
por el manto
armonioso
de lo sagrado.
Aquí vamos sabiendo
que nada está
muriendo.
(Tanka para Jorge Liberati)
Los hombres sanos
que se desequilibran
son mis hermanos.
Quiero decir que a veces
en el aire ves peces.
(Lo dijo Seymour
Glass)
Ellos conspiran
para agitar las
branquias
que más respiran.
Quien vive
sumergido
en Dios odia el
olvido.
(Lo dijo Epicteto)
Los verdaderos
pecadores no juegan
a ser sinceros.
Caen en las
tentaciones
ensuciando
emociones.
(Lo dijo Pascal)
Poder quedarse
encerrado en un
cuarto y
saber amarse
sin necesitar nada.
Esa es la paz
dorada.
(La fe nocturna)
Nadie se salva.
Aunque hay gente
que espera
que llegue el alba.
Entonces recibimos
los que no
merecimos.
(Me lo pidió mi
hijo)
Nunca te calles.
Una orden de que
grites
brilla en las
calles.
No escribas con
astucia.
Besá lo que se
ensucia.
(La belleza salvará
al mundo)
para el Príncipe
Mishkin
Las pobrecitas
que danzan en mi
reino
son infinitas.
Claro que a veces
lloran.
Pero igual me enamoran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario