B. EJERCICIOS PLÁSTICOS
II. Ejercicios de
composición (2)
NOTA: Estos ejercicios
han sido adaptados siguiendo los procesos de formación de los ideogramas
gesticulatorios del teatro antiguo y medieval de Europa, así como del teatro
oriental y africano. No se trata, con todo, de buscar ideogramas fijos, como
por ejemplo los de la Ópera de Pekín, en los que a fin de representar una flor
particular el actor hace un gesto específico y hierático que ha sido heredado
durante siglos de tradición. Nuevos ideogramas han de buscarse constantemente y
su composición surgirá de manera inmediata y espontánea. El punto de partida de
esas formas gesticulatorias es el estímulo de la propia imaginación y el
descubrimiento en uno mismos de las reacciones humanas primitivas. El resultado
final es una forma viva que posee su propia lógica. Estos ejercicios de
composición presentan posibilidades ilimitadas. Aquí presentamos sólo algunos
que son útiles para luego desarrollarlos mejor.
5) caminar con los pies
desnudos imaginándose que se está caminando en distintos tipos de terreno, de
superficie y de materia (suave, resbalosa, dura, lisa, mojada, inflada, seca,
nevada, espinosa, sobre arena ardiente o a las orillas de la playa, etc.). Los
pies son los centros de expresividad y comunican sus reacciones al centro del
cuerpo. Repetir este mismo ejercicio usando zapatos y tratar de mantener la
expresividad de los pies descalzos. El mismo ejercicio se aplica después a las
manos que sienten, tocan y acarician materiales específicos y superficies
(siempre imaginarias), luego hacer que las manos y los pies reaccionen
simultáneamente y siguiendo impulsos contrarios
6) analogía con un niño recién
nacido:
a) observar
un niño recién nacido y comparar sus reacciones con las del propio cuerpo
b) buscar
cualquier vestigio de la infancia en la propia conducta (algunos fuman como un
niño que mama, por ejemplo)
c) buscar
los estímulos que despiertan en uno las necesidades de la infancia (encontrar a
alguien que ofrece sentimientos de seguridad; el deseo de mamar, la necesidad
de calor, interés en el propio cuerpo, deseo de consolación)
7) estudiar los
diferentes tipos de posturas:
a) tipo
de postura determinado por la edad. Se transfiere el centro del movimiento a
diferentes partes del cuerpo. En la infancia, las piernas son el centro del
movimiento; en el período de adolescencia, los hombros; en la juventud, el
tronco; en la madurez, la cabeza; en la ancianidad, las piernas de nuevo.
Observar los cambios en el ritmo vital. Para el adolescente el mundo es lento
en relación con sus movimientos, en tanto que para el viejo el mundo se mueve
más rápidamente en relación con él. Estas son por supuesto sólo dos de las
posibles claves de interpretación
b) tipo
de postura que depende de las diferentes dinámicas psíquicas (tipos flemáticos,
biliosos, nerviosos, soñolientos, etcétera)
c) posturas
que se utilizan como un medio para desenmascarar las características que uno
desea esconder de los demás
d) tipo
diferente de posturas que dependen de las características fisiológicas o
patológicas
e) parodias
de las posturas de otra gente. El asunto esencial aquí es capturar los motivos
y no el resultado en la forma de caminar. El desenmascaramiento se queda en la
superficie, si no se intenta incluir un elemento de autoironía, si la burla que
se hace a los demás no es a expensas de uno mismo
8) escoger un impulso
emocional (llorar, por ejemplo) y transferirlo a una parte especial del cuerpo
-un pie, digamos- al cual hay que darle expresión. Un ejemplo concreto es el de
Eleonora Duse que sin usar su cara o sus manos “besaba” con todo el cuerpo.
Expresar dos impulsos contrastantes con dos partes diferentes del cuerpo: las
manos ríen mientras los pies lloran
9) concentrar la luz en
diferentes partes del cuerpo. Animar estas partes creando formas, gestos y
movimientos
10) modular con los músculos: el hombro grita como una cara; el abdomen se regocija, una rodilla es voraz
No hay comentarios:
Publicar un comentario