1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB:
elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019
EL SER EN LA NEUROSIS (3)
EMA USLENGHI DE NAGUIL
Caso B (3)
Duelo
por el objeto.
Duelo
por el yo.
Duelo
por el Ser.
El tratamiento se
desarrolla, por un largo período, en esta simultaneidad de espacios, tiempos,
niveles. Períodos de mucha angustia relacionados con sus fantasías sexuales;
con los deseo genitales y pre-genitales que van apareciendo en su vida onírica
que es rica e intensa. Y en la transferencia. Simultáneamente la porosidad a
las presentaciones del narcisismo del Ser.
La angustia de castración,
deseo edípicos y pre-edípicos. Intensas regresiones que le provocan pánico, y
por momentos el cuestionamiento de su identidad sexual. Así por ejemplo, en un
curso se reencuentra con un amigo de la infancia, compañero del barrio, del
colegio, de la universidad. Es homosexual, vive con su pareja, otro colega,
desde hace tiempo. Lo recuerda en la infancia, prefiriendo jugar con las
muñecas de las hermanas, antes que las larga bicicleteadas por el barrio, o “los
picaditos” en la cancha. Comentarios “tanto hostiles como respetuosos o perversotes”
de los colegas sobre esta pareja convocan en él resonancias internas, profundas,
de su bisexualidad infantil, de la intensidad de sus deseos homosexuales que se
reaniman y lo llenan de angustia y pánico. Fantasías diurnas, sueños, pueblan
las sesiones por un largo período, desplazadas hacia personajes siniestros del
entorno laboral… “Me miran y siento que ven en mí a un ‘mariquita apetecible’,
ese que se pasa el día entre las muñequitas de Nyré, las comiditas, la ropita…
Y me imagino la idea de la penetración en todos sus detalles… ¡Es terrible! ¿No
seré yo también homosexual?
Se instalan defensas
fóbicas y contrafóbicas. Así, por ejemplo, realiza una travesía en alta mar,
por un período prolongado. Se impone realizar tareas viriles, que exigen “mostrar
a un hombre duro y fuerte, de cuerpo y alma”, “tareas de un hombre de trabajo,
no el intelectual… frente a la tripulación”. Y ser respetado, el reto es ese,
leer en sus miradas y en las constantes “chanchadas” que comentan, ese deseo, y
poder, poder… no sucumbir… “Yo quisiera poder trasmitirle, lo que fueron
algunas de esas noches en el barco…” Reaparece la simultaneidad con las
presentaciones del Ser.
…”Arriba, en cubierta, la serenidad de una noche espléndida, después de una tormenta de varios días que casi nos hizo sucumbir. La bóveda celeste que se expandía, se expandía en el infinito, y yo perdiéndome, siendo parte del agua que salpicaba y golpeaba la cubierta, perdido y formando parte de ese cielo, esa bóveda ilimitada, polvo de estrellas, fui roca, soy grano de arena… burbujas de agua, viven-mueren… Pero, abajo de cubierta, en el mismo momento, imaginando y sintiendo el pulsar de lo que ‘esos monos’ estaban haciendo. Abajo sólo el infierno de Dante, el infierno de sus cuerpos…”
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