Los parientes mejicanos del LSD (7)
La “enredadera mágica” ololiuqui (3)
En la investigación
química de la droga ololiuqui participó mi aplicado ayudante de
laboratorio Hans Tscherter, con quien ya habíamos llevado a cabo el aislamiento
de las sustancias activas de las setas. Establecimos la hipótesis de trabajo de
que los principios activos de las semillas de ololiuqui podían pertenecer
a la misma clase de sustancia química que el LSD, la psilocybina y la
psilocina, es decir, a los compuestos indol. En vista del gran número de otros
grupos de sustancias que podían ser sustancias activas del ololiuqui del
mismo modo que los indoles, la probabilidad de que esta suposición fuera
acertada era muy reducida. Pero se podía comprobar con mucha facilidad. Pues la
presencia de compuestos del indol se puede constatar simple y velozmente con
reacciones de coloración. Con determinado reactivo, ya la presencia de trazas
de sustancias de indol dan una solución de un intenso color azul. Tuvimos
suerte con nuestras hipótesis. Los extractos de las semillas de ololiuqui produjeron
el color azul característico de los indoles. Con la ayuda de este test de
coloración, al poco tiempo logramos aislar las sustancias de indol de las
semillas y obtenerlas de forma químicamente pura. Su identificación nos llevó a
un resultado sorprendente. Lo que encontramos al comienzo nos pareció increíble.
Sólo después de una repetición y un examen muy cuidadoso de los pasos
realizados cedió la desconfianza a nuestros propios hallazgos: los principios
activos de la vieja droga mágica mexicana ololiuqui resultaron idénticos
a sustancias que ya había en mi laboratorio, a saber, a alcaloides que habíamos
obtenido en el curso de las investigaciones precedentes sobre el cornezuelo de
centeno. Eran los alcaloides que nos habían costado décadas de análisis, en
parte aislados como tales drogas del cornezuelo, en parte obtenidos por
transformación química de sustancias del mismo.
Comprobamos que las
sustancias activas principales del ololiuqui son la amida del ácido
lisérgico, la hidroxietilamida y otros alcaloides químicamente muy emparentados
con estos. Entre ellos se encontraba también el alcaloide ergobasina, cuya
síntesis había constituido el punto de partida de mis investigaciones sobre
alcaloides del cornezuelo de centeno. La sustancia activa del ololiuqui llamada
la amida del ácido lisérgico está químicamente muy emparentada con la
dietilamida del ácido lisérgico (LSD), como puede indicarlo su designación incluso
a los que no sean químicos.
La amida del ácido lisérgico había sido descrita por primera vez por los químicos ingleses S. Smith y G. M. Timmis, como producto de desdoblamiento de los alcaloides del cornezuelo de centeno, y yo ya había sintetizado esta sustancia en el marco de las investigaciones de las que surgió el LSD. Sin embargo, entonces nadie sospechaba que este compuesto sintetizado en la retorta habría de encontrarse veinte años después como sustancia activa natural en una vieja droga mágica mejicana.
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