DECLARACIÓN
76 /
Este sentido, pues, del alma que antes estaba oscuro sin esta divina luz de
Dios y ciego con sus apetitos y afecciones, ya no solamente con sus profundas
cavernas está ilustrado y claro por medio de esta divina unión con Dios, pero
aun hecho ya como una resplandeciente luz él con las cavernas de sus potencias.
Con
extraños primeros
Calor
y luz da junto a su Querido.
77 / Porque, estando estas cavernas de las potencias ya tan miríficas y maravillosamente infundidas en los admirables resplandores de aquellas lámparas, como habemos dicho que en ella están ardiendo, están ellas enviando a Dios en Dios, de más de la entrega que de sí hacen a Dios, esos mismos resplandores que tienen recibidos con amorosa gloria, inclinadas ellas a Dios en Dios, hechas también ellas unas encendidas lámparas en los resplandores de las lámparas divinas, dando al Amado la misma luz y calor de amor que reciben; porque aquí de la misma manera que lo reciben lo están dando al que lo recibe y lo ha dado con los mismos primores que lo da, como el vidrio hace cuando le embiste el sol, que echa también resplandores; aunque estotro es en más subida manera, por intevenir en ello el ejercicio de la voluntad.
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