viernes

HACIA UN TEATRO POBRE (32) - JERZY GROTOWSKI

  

 EL DOCTOR FAUSTO: MONTAJE TEXTUAL (*) (3)

 

EUGENIO BARBA

 

(*) Ni una sola palabra del texto original de Marlowe ha sido cambiada, pero el script se ha rehecho mediante “montajes” en los que la sucesión de escenas fue modificada; nuevas escenas se añadieron y algunas de las originales fueron omitidas. Existen notas de esta producción que Eugenio Barba grabó. Este texto ha sido publicado en la Tulane Drama Review (Nueva Orléans, t. 24, 1964) y en Alla ricerca del Teatro Perduto (Marsilio Editori, Padua, 1965).

El Doctor Fausto fue producido por Jerzy Grotowski. Los trajes diseñados por Waldemar Krygier y la arquitectura escénica por Jerzy Gurawski. Fausto: Zbigniew Cynkutis; Mefistófeles el Andrógino: Rena Mirecka y Antoni Jaholkowski; Benvolio: Ryszard Cieslak.

 

Escena diez: El bautismo de Fausto. Antes de firmar el contrato, Fausto casi se ahoga en el río (el espacio entre las mesas). De esta manera se purifica y está listo para su nueva vida. Aparece el Mefistófeles hembra y le promete concederle todos sus deseos. Consuela a Fausto y lo mece en su regazo (La Piedad).

 

Escena once: Fausto firma el pacto. Fausto relee el contrato con Mefistófeles en un tono comercial, pero sus gestos revelan una lucha por suprimir la angustia que lo atormenta; finalmente, venciendo su duda, destruye sus ropajes en una especie de autoviolación.

 

Escena doce: El doble Mefistófeles con gesticulaciones litúrgicas enseña a Fausto sus nuevas vestimentas.

 

Escena trece: Escena con su mujer “diabla”. Fausto la trata como si fuera un libro que contiene los secretos de la naturaleza.

 

Ojalá tuviera el libro en

que todo se contempla

Los personajes y los planetas de los cielos,

entonces conocería su movimiento y su disposición.

……………………………………………………………

 

…Allí donde yo pueda ver todas las plantas

las yerbas, y los árboles que crecen sobre la tierra.

                                                        (1604 Quarto, I, V, 618-620, 634-635)

 

El santo contempla a la prostituta como si estuviese leyendo cuidadosamente un libro, toca todas las partes de su cuerpo y las lee como “planeta”, “plantas”, etcétera.

 

Escena Catorce: Mefistófeles tienta a Fausto. En la escena trece el joven santo ha empezado a sospechar que el Diablo está también al servicio de Dios. La escena catorce corresponde a una verdadera ruptura de la realidad, Mefistófeles es, en este punto de la producción, como un informador policiaco. Hace tres papeles: el de Mefistófeles, el de Ángel Bueno y el de Ángel Malo.

 

No es por accidente por lo que el doble Mefistófeles se viste como un jesuita para tentar a Fausto a actuar pecaminosamente. Cuando Fausto empieza a comprender las consecuencias, evalúa calmadamente las palabras del Ángel Bueno. En esa escena Mefistófeles, en su papel de Ángel Bueno, le ofrece a Fausto un encuentro con Dios. Actúan como si estuviesen de noche en un monasterio, como dos monjes insatisfechos que estuvieran hablando muy quedo para escapar de la atención de todos los demás. Pero Fausto se niega a arrepentirse.

 

Escena quince: Las discusiones astrológicas. Mefistófeles representa el papel de un sirviente leal que exalta la armonía de la creación de su amo al duplicar el sonido de las esferas celestiales. La conversación es interrumpida por dos huéspedes que hablan de cerveza y de prostitutas. Son los dos actores que han estado sentados durante toda la representación entre los espectadores: han desempeñado todos los papeles fársicos (Robin, Vintner, Dick, Carter, eruditos, viejo, etc.). En estas escenas representan la banalidad que marca nuestra vida cotidiana. Una de estas escenas cómicas (la del palafrenero) se representa justo después de que Fausto le pregunta a Mefistófeles “y dime ahora ¿quién hizo el mundo?” Nuestras banalidades diarias son en sí mismas argumentos contra Dios. Nuestro santo exige saber quién es el responsable de la creación de este mundo. Mefistófeles el sirviente de las necesidades malvadas de Dios cae en un pánico real y se niega a contestar “yo no”.

 

Escena dieciséis: Lucifer le muestra a Fausto los Siete Pecados Capitales. Fausto los absuelve como Cristo absolvió a María Magdalena. Los Siete Pecados Capitales están representados por las mismas personas: el doble Mefistófeles.

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