PLANTEO DEL ASUNTO (4)
Dramático (1)
Así como lo narrativo,
algunas veces, contiene islas líricas o es lírico, otras, intercala uno
de los elementos dramáticos por excelencia: el diálogo, como sucede en Melenita
de oro:
Cómo
se llama
mi
pierrot dormido
te
pregunté
y
abriendo tú los ojos,
en
mis brazos
sonriendo
respondiste:
a
mí me llaman
Melenita
de Oro.
En las cuatro estrofas de
Falló la paica se mezclan narración y diálogo; la primera estrofa
cuenta, enterándonos de la situación; la segunda es el parlamento del pobre
malevo; en las restantes se sigue narrando pero incluyendo un breve parlamento
al final de cada una:
Era
un malevo poeta
más
desgraciao que la yeta
que
tenía un metejón
por
una piba coqueta
que
la iba de discreta
pa
dar soga a su ilusión.
Cuántas
veces dulcemente
sus
mirones inocentes
de
puro grupo bajó
mientras
él muy insistente
le
fajaba contundente
su
chamuyo rococó:
Araca,
mi paica, vivo
sólo
por ver su hermosura
y
batirle mil linduras
al
pabellón auditivo.
Mire
que creyendo estoy
que
en los líos del querer
usted
tiene más pescante
que
volanta de alquiler.
Ella,
como si llorara,
le
pidió que la escuchara
pa
que no fuera a entender
nada
que lo disgustara
porque
había sido clara
su
forma de proceder.
Ahí,
creyendo dar chanta,
cortó
el pasmo a la percanta
pa
decirle: sabe usted
que
mi metida fue tanta
que
pa mí fue usté una santa
a
la que nunca falté.
Y
apenas él apagaba
de
su chamuyo los ecos,
ella
mostrando los flecos
de
su carpeta cantaba:
Araca,
malevo, piante
que,
si no, de fijo cobra;
Usté
nunca falta, sobra,
por
eso lo pianto yo.
Pero en otros casos los
versos están comunicando una situación y una acción en términos estrictamente
dramáticos. Anoche a las dos es uno de los ejemplos más cabales: habla
el hombre a su mujer reprochándole su conducta y enterándonos de la situación;
llega la policía; la mujer se dirige al oficial mintiendo para encubrir a su
marido; el hombre contesta dirigiéndose a ella y al oficial alternativamente,
todo lo cual obliga a Gardel a un cambio de voces y actitudes que nadie pudo
repetir. La anécdota, pues, lo que sabemos de los personajes, la hora, el
lugar, todo es proporcionado exclusivamente por los parlamentos de los actores
del drama. Incluso hay un pequeño recitado también en forma de diálogo:
-La
policía, la policía.
-A
ver, ¿quién ha disparado el arma?
-Ese
señor que está ahí.
-Pero,
señora, por favor, diga
quién
la ha herido a usted.
-Le
voy a decir, señor oficial:
Pero aparte de la forma, el diálogo, son dramáticos la situación, las dos versiones de la acción recién realizada, el conflicto entre los personajes, hasta la amenaza que queda en el aire.
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