jueves

IDEA VILARIÑO - LAS LETRAS DE TANGO (17)

 PLANTEO DEL ASUNTO (3)

 

Narrativo (2)

 

Tal vez uno de los mejores ejemplos de concisión sea, con toda su ingenuidad, Pobre corazón mío, sobre todo en su última estrofa:

 

Entonces en mis ojos

sentidos lagrimones,

sacando los cuchillos

salimos él y yo

y mientras me llevaban

seguían los bandoneones

y la mujer aquella

entró al baile y bailó.

 

La condensación es increíble; en el tiempo que queda entre dos versos, salimos él y yo / y mientras me llevaban, cabe todo el duelo criollo, y en los dos últimos, todo lo que debemos saber de la mujer y todo el dolor el hombre.

 

En el fin de Pan vemos el mismo contar apretado, agrupando hechos en palabras escuetas, sobrentendiendo frases y acciones, eliminando verbos en los últimos versos:

 

Se durmieron todos,

cachó la barreta;

si Jesús no ayuda

que ayude Satán…

Un vidrio, unos gritos,

carreras, auxilio,

un hombre que llora

y un cacho de pan.

 

Pero se va más lejos: en Gimiendo alcanza, y cómodamente, una sola estrofa breve -ocho exasílabos- para toda la anécdota, incluyendo algún detalle más, como el nombre del rival. Y el duelo criollo se dice en forma sobriamente orgullosa y casi tan elíptica como la que vimos antes:

 

Bailaba engrupida

con el Ñato Abrojo

y manyé en sus ojos

le hablaba de amor.

Perdí la cabeza

relució la faca,

triunfó la destreza

y ganó el mejor.

 

Compárese con el breve relato de la vuelta de Martín Fiero a su rancho este brevísimo de la vuelta del protagonista de Olga, amigo a su ‘nido’:

 

volví al mío

y estaba desierto;

mi esposa había muerto

mis hijos, no sé.

 

O véase el telegráfico fin de la rápida aventura parisina, tan rápida que cabe en una estrofa, de un ‘morocho y argentino’ en Araca, París:

 

Comisaría, jueces

y el pasaporte

y terminó mi vida

de gigoló.

 

La narración se hace en primera, segunda o tercera persona; se cuenta directamente a través de un narrador; se cuenta dirigiéndose a alguien o no; se cuenta acusando, evocando, sufriendo, burlándose.

 

Mencionamos ya la que parece una clara vinculación de este narrar con el de la milonga. Indicamos también cómo otros ritmos que convivieron con el tango comparten algunas de sus cualidades, por ejemplo, esta: algunos valses -La pulpera de Santa Lucía, Tu olvido- algunas canciones -Gajito de cedrón, Pobre gallo bataraz- supieron cantar con virtudes parecidas.

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