por Joana Oliveira
En 1781, una noticia sacudió el mundo científico: un músico
había descubierto un nuevo planeta más allá de Saturno. Por primera
vez desde la Antigüedad, cuando tan solo se conocían seis planetas, incluyendo
la Tierra, el sistema solar se veía ampliado con un nuevo cuerpo celeste, que
recibió el nombre de Urano. El realizador de la hazaña era William
Herschel (nacido el 15 de noviembre de 1738), un organista aficionado al
estudio del cielo que se convirtió en uno de los mayores astrónomos de todos
los tiempos.
Herschel heredó de su padre una notable carrera musical. Tocaba
violonchelo, oboe, violín, piano, arpa y órgano y era un excelente artesano que
hacía sus propios instrumentos. Gracias a la música, empezó a estudiar
la relación entre las matemáticas y la acústica. Luego pasó a la
física y llegó a la óptica, hasta encontrar lo que se
convertiría en su pasión, la astronomía. A los 35 años
leyó su primer libro sobre esa ciencia y se quedó tan fascinado que decidió
dedicarse al estudio de las estrellas. Pasó a vivir como músico durante
el día y astrónomo por la noche.
Como su sueldo no le permitía comprar los instrumentos necesarios para
la observación del cosmos, Herschel construyó su propio reflector, de 15,5 cm
de diámetro y casi dos metros de longitud focal. El 13 de marzo de 1781, cuando
examinaba la constelación de Géminis, vio una “una curiosa estrella difusa” que
era “visiblemente más grande que el resto”, según sus apuntes. No tardó en
descartar la posibilidad de que se tratara de una estrella porque tenía forma
de disco y, además, se desplazaba en el fondo de estrellas fijas. Como
las posiciones de los planetas eran bien conocidas, Herschel anunció el
descubrimiento de un cometa. Las siguientes observaciones mostraron,
sin embargo, que aquel cuerpo celeste tenía un contorno nítido y definido, al
contrario de los cometas, y su movimiento tampoco seguía las órbitas alargadas
de esos astros, sino que era lento y casi circular, lo que indicaba que estaba
muy lejos del Sol.
Los matemáticos de la Royal
Society concluyeron que Herschel había descubierto un nuevo planeta, el
primero no visible a simple vista y más lejano del Sol que Saturno. El
hallazgo cambió la percepción del sistema solar: era más grande y podría
ocultar planetas aún más alejados.
Gracias al reconocimiento como astrónomo, Herschel pudo dejar la música
para dedicarse exclusivamente a la Ciencia. Siguió fundiendo y puliendo espejos
y pasó a construir telescopios cada vez más grandes, hasta montar, en 1789, uno
verdaderamente gigante para la época: un espejo de 1,22 metros de diámetro en
un tubo de 12 metros de largo, que apuntaba al cielo como un cañón. Con él, descubrió
los satélites de Urano, las lunas Mimas y Encélado de Saturno y se convirtió en
un pionero de la astronomía estelar.
OTROS
DESCUBRIMIENTOS
Su mayor proyecto fue estudiar la estructura de la Via Láctea. A
lo largo de 20 años, contó 90.000 estrellas en 2.400 áreas de muestra por
el telescopio e hizo descubrimientos que cambiaron la concepción del cosmos,
que se hacía cada vez más amplio. Reveló, por ejemplo, que nuestra galaxia es
discoidea y que el sistema solar está en constante movimiento.
En la época en que vivió Herschel, la astronomía era solo la ciencia que
estudiaba el sistema solar y aunque se conocía la existencia de nebulosas,
nadie sabía exactamente lo que eran. Su trabajo fue la base para determinar la
naturaleza y características de esos cuerpos. Esa investigación llevó al
descubrimiento en el siglo pasado de que el universo es dinámico y está repleto
de galaxias. Él también estudió las estrellas dobles, probando que son sistemas
binarios y no meras asociaciones de la línea de visión. Por primera vez los
científicos pudieron probar que se puede aplicar la ley de la gravedad de
Newton al Universo como un todo.
Sus observaciones de Marte permitieron que los astrónomos pudieran
discernir sus estaciones y él fue uno de los primeros científicos en escribir
sobre los casquetes polares del planeta. Y en 1800, sus estudios sobre la luz y
la temperatura del sol le hicieron detectar una nueva forma de radiación
electromagnética, hoy conocida como infrarroja.
Gracias a esas aportaciones, el músico alemán murió a los 83 años, el 25 de agosto de 1822, como un astrónomo de fama internacional. Su hermana Caroline y su hijo John continuaron su legado y perpetuaron el nombre Herschel en la historia de la astronomía.
(Ventana al Conocimiento / 5-11-2017)
No hay comentarios:
Publicar un comentario