(Carta de Kafka)
para Vargas Llosa
Pobres muchachos
los que nunca
supieron
ser cucarachos
en este puto mundo.
No vieron lo
profundo.
(Morir mordiendo al
mundo)
tributo a
"Runaway train"
Buscabas vías
de locura muy pura
porque sabías
que no existen
valientes
sin cielo entre los
dientes.
(Thelma y Louise)
La vida vuela
hacia el abismo de
oro.
Puede que duela
pero hay que
desmandarse
hasta santificarse.
(El esqueleto
indómito)
Cada mañana
resueño los
recuerdos
que hay en mi cama.
Purifico huesitos.
Junto mis
pedacitos.
(El Lázaro nuestro
de cada mañana)
Llegó tu aliento.
Acabo de llamarte
y ya te siento
como una luz de
vela
reinando en mi
entretela.
(Paz de Cuaresma)
Fortalecido
por la luz del
desierto
veo lo vivido
y ayuno los
rencores.
Aunque sobren
horrores.
(La paciencia del
cielo)
Supe ser fuerte
y encomendarme
antes
de cada muerte
al amor infinito.
Te mata despacito.
(Ay)
Hay quien ignora
que el corazón no
entiende
cuál es su hora.
Y piensan que lo
hermoso
nunca será
horroroso.
(Gólgota con
aguacero)
Esas fracturas
que llevo sin
cerrarse
ruegan a oscuras.
Y le arrancan los
clavos
a todos los
esclavos.
(El amor después
del horror)
para Fito Páez
Para quebrarme:
lo hice para
parirme
y sin cuidarme.
La fe me mató
mucho.
Porque al cielo lo
escucho.
(Poesía del
dichoso)
Un solo perro
puede más que la
noche
de todo encierro
si reza mansamente
su gemido inocente.
(La oveja maldita)
Desamarrarme
de la familia fácil
hasta encontrarme.
Eso pidió el
destino.
Que perdiera el camino.
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