(Mordedura del mal amor)
Los cascabeles
que relucían en
ella
no eran claveles
pero un tono
sangriento
perforó el firmamento.
(En la cama con
diamantes)
Hay emociones
que nos abren el
cielo
como canciones.
Pero no son
espasmos.
Dios no está en los
orgasmos.
(Puerta de la
adoración)
En la frontera
donde vi a Mi
Señora
no había manera
de desenamorarse.
Había que
arrodillarse.
(Mujer con una
copa)
Ella inclinaba
su tristeza
pensando
que alguien la
amaba.
Tenía un dulce y
lejano
corazón en la mano.
(La paz nocturna)
Lo que te salva
es el dolor dorado
que trae el alba.
Tiene un costo
terrible.
Pero amar es
posible.
(Anatomía de un
suicidio)
para el Morro
García
Le secuestraron
la risa de la hija
y lo exiliaron.
Lo quisieron muy
poco.
Y no estaba tan
loco.
(Gargajo en la jeta
de los que guillotinaron la fe en el misterio)
Tantos suicidas
que jamás
aprendieron
que nuestras vidas
son estrellas
remotas.
¡Ay las culturas
rotas!
(La pesca
milagrosa)
Algunas veces
las redes se
iluminan
y vuelan peces
que se abrazan
llorando.
Son tus penas
brillando.
(Dejemos brillar al
alma)
Cruzo la vida.
La paz es una sola
luz merecida.
Ya ni siquiera
siento
las palabras del
viento.
(Job mira el cielo)
No había salida
dijeron los astutos
pero mi vida
estaba en buenas
manos:
los vientos sobrehumanos.
(La verdadera boda)
La compañía
que mejor conocimos
es quien nos guía
hacia el único
vuelo.
Es la esposa del
cielo.
(Instrucciones para
resucitar)
Santa paciencia
y olvidar los
ladridos
y la inclemencia
desdentada del
diablo.
Dios sabe de lo que hablo.
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