De acuerdo a las predicciones de Michel de Nostradamus, un médico, astrónomo y astrólogo que vivió en Francia hace 500 años, a partir del presente siglo XXI unos pocos podrán sobrevivir, pero la vida en el planeta Tierra será más placentera. Los exégetas de este hombre aseguran que sus profecías adivinaron gran parte de los acontecimientos ocurridos durante el siglo XX. Sostienen por ejemplo que predijo con "claridad asombrosa" hechos tan trascendentes como el bombardeo de Pearl Harbour, las dos guerras mundiales, el nazismo, la guerra de Viet Nam, e incluso la formación del Mercado Común Europeo. Armado de un enigmático poder de visión del futuro, habría vaticinado el ascenso de importantes protagonistas de la época moderna como Hitler, Mussolini, Nixon, Franco, Juan Pablo I, Gadaffi, el Ayatollah Khomeiny, el General De Gaulle y Henry Kissinger, entre otros. Y, curiosidad entre curiosidades, el vidente también habría adivinado la caída de un avión en Los Andes, hecho que como se sabe ocurrió el 13 de octubre de 1972, cuando una nave que trasladaba a 45 uruguayos sufrió un desperfecto y se despeñó en un lugar extremadamente hostil por la altura y el intenso frío. Las peripecias sufridas por nuestros compatriotas son por todos conocidas.
No es fácil descifrar los textos de Nostradamus, están escritos en forma de cuartetas y guardan un hermetismo deliberado, como forma de eludir la censura de los poderes del momento. Por este motivo quienes los estudian deben realizar grandes esfuerzos de interpretación. "Para conservar el secreto de estos acontecimientos, conviene emplear palabras y frases enigmáticas en sí mismas, aunque cada una responda a un significado concreto", escribió Nostradamus a su amigo el rey Enrique II. Pero, según él mismo afirma, habría escondido en algún lugar textos similares a los conocidos, en donde las profecías aparecen claramente descifradas. Estos textos recién serían encontrados a mediados del corriente siglo.
Los estudiosos de los cuartetos, para poder analizarlos, han tenido que recurrir a mapas antiguos, a dialectos en desuso, al francés arcaico, al latín, al griego, al italiano, al alemán y al español. Reiteradas veces los versos han sido objeto de diferentes interpretaciones y han sido manipulados por conveniencias políticas, hasta el día de hoy. Nostradamus, orgulloso de su poder, estaba convencido de que 500 años después de su muerte, tanto él como su obra cobrarían prestigio, lo que parece confirmarse en estos tiempos pautados por la irrupción de pandemias y mortales enfermedades hasta ahora desconocidas, cataclismos ecológicos, guerras y crisis ideológicas y filosóficas de todo tipo, que no permiten avizorar los destinos de la humanidad.
EL PROFETA Y SUS PROFECÍAS
Los seguidores de Nostradamus afirman que el sabio vaticinó el ascenso de Adolph Hitler y sostienen que sus cuartetas describen con exactitud su lugar de nacimiento, "cerca del Rhin, de las montañas Nóricas", es decir en Austria; y su destino final, "ya que nunca se sabrá qué se hizo de él". Los versos denuncian que "el gran vociferante, audaz, desvergonzado/ será elegido jefe del ejército" y que "bestias enfurecidas y hambrientas atravesarán los ríos...". Luego Nostradamus habría hecho referencias a la expansión de Alemania y al genocidio diciendo que "Grandes ejércitos avanzan hacia el Norte/ para vejar a Europa y al Universo". La tristemente conocida esvástica, símbolo del Tercer Reich, estaría descripta por versos que hacen referencia a "las cruces perseguidas por hierros, por dobleces...", en tanto la fortaleza adonde se protegía el führer acabaría "acosada/ por polvo de fuego precipidados en el abismo..."
Por fortuna para la humanidad algunas de sus profecías no se cumplieron. El célebre vidente predijo una crisis nuclear a gran escala hacia fines del siglo XX como preámbulo de la Tercera Guerra Mundial ("la gran estrella arderá durante siete días"). Y la describe diciendo que sembrará desolación, afectará a "caballos, bueyes, hombres", y provocará tanta hambre y miseria, que nadie podrá escapar, ni siquiera los que se refugiaran "extenuados en sus fortalezas". Por fortuna erró en sus cálculos y la crisis nuclear prevista faltó a la cita, pero hay quienes dicen que se leyeron mal los cuartetos y que estallará en cualquier momento. En lo que Nostradamus no se equivocó fue en sus posibles consecuencias, ya que afirmó que luego de la guerra devendría, fruto del uso indiscriminado de la energía nuclear con fines bélicos, un gran desastre ecológico y el planeta sufrirá modificaciones, que es lo que en la actualidad preocupa a los científicos.
Para el corriente siglo el sabio vaticinó el surgimiento en Francia de un gran líder, al cual llama Selín, que logrará conducir a la humanidad hacia la paz y la unión de las naciones, aunque como contrapartida asistirá al ascenso de un "tercer" Anticristo (Napoleón y Hitler serían los anteriores), quien apoyado en un "antipapa" hará desaparecer a la Iglesia Católica.
LOS DIEZ VATICINIOS
Entre los diez vaticinios considerados "implacables", están la guerra de Sucesión de España (1701-1713), la Revolución Francesa (1789), el destino de Napoleón, el surgimiento de la bicicleta y el coche, la Guerra Civil española (1936-1939), el descubrimiento de la fotografía y el cine, la caza de brujas en Hollywood, el avión perdido en Los Andes, la amenaza nuclear y el lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima y Nagasaki (1945). El profeta se habría referido a estos dos lugares cuando escribió que "En dos grandes ciudades cercanas a los puertos/ habrá dos calamidades como antes no se habían visto:/ hambre, plagas incluso, gente desesperada... En efecto, tanto Hiroshima como Nagasaki están junto al mar y sobre cada una fue lanzada una bomba que generó graves consecuencias a los sobrevivientes, quienes, al decir de Nostradamus, acabaron clamando "piedad al gran Dios inmortal". También habría alertado sobre la amenaza atómica con versos en los que dice que "nunca se vio trueno tan grande, producido por un "juego de bolos", metáfora en la que haría referencia a la fisión nuclear. Esta provocaría "muerte oculta/ dentro de los horribles globos pavorosos", es decir dentro de las cápsulas que además de destruir poseen radioactividad.
Los estudiosos de Nostradamus coinciden en que Edward, Robert y John Kennedy aparecen en varias de las profecías y que cuando el sabio afirma de que habrá "confusión, cuchillada", se está refiriendo al asesinato del Presidente de los EEUU. El verso "el próximo presagio anuncia caída nocturna", haría referencia a la muerte de Robert Kennedy, quien, como se sabe, fue asesinado el 5 de junio de 1968, durante la noche.
También la vida y la muerte de la malograda Marilyn Monroe estarían recogidas en las obras del científico medieval. La "dama de ascuas", como sería descripta en un poema, haciendo referencia a su carácter de símbolo sexual, habría puesto a los "grandes, furiosos", con lo cual "el claro esplendor de la feliz muchacha/ no lucirá más". Como se sabe, aún subsisten dudas sobre el extraño suicidio de la diva, en tanto algunas figuras de renombre como el escritor Norman Mailer, protestaron por el archivamiento del caso. Altas figuras políticas estaban siendo investigadas.
Hoy en día no faltan los que afirman que la actual pandemia provocada por el COVID-19, también fue adivinada por el sabio, que en una de sus cuartetas afirma: "La gran plaga de la ciudad marítima no cesará hasta que se vengue la muerte de la sangre justa, condenada por un precio sin crimen, de la gran dama indignada por la simulación".
NOSTRADAMUS
El profeta fue famoso, desde todas partes llegaban a su morada para consultarlo y no faltaron los que lo quisieron denunciar ante la Inquisición. Refiriéndose a sus profesías, Goethe puso en boca de Fausto la pregunta "¿Acaso fue un Dios que escribió esto?". También lo estudiaron Ronsard y Víctor Hugo, entre tantos otros. Nostradamus nació el 14 de diciembre de 1503 y fue educado por su abuelo Jean de Saint-Remy, quien lo inició en literatura, latín, griego, astronomía, astrología, medicina, etc. Luego fue enviado a Avignon, a la célebre Universidad de Montpellier, para que se convirtiera en médico, como sus abuelos. Cuando estalla la peste en Francia, el joven galeno se destaca, sus esfuerzos le valen infinitos reconocimientos de parte de sus colegas y de la población. Los que lo conocieron cuentan que Nostradamus era de estatura ligeramente menor a la media, de conflexión robusta y vigorosa, que tenía frente ancha, ojos grises y una mirada "dulce, pero viva y brillante cuando la cólera lo encendía". Durante gran parte de su vida peregrinó por los más diversos lugares, tanto investigando, como huyendo de sí mismo, cuando la tragedia de la muerte de sus hijos y de su esposa, se abatió sobre él.
En tiempos en los que la humanidad aun desconocía gran parte de los fenómenos de la naturaleza, procuró con un espíritu científico adelantado para la época, indagar en los misterios del mundo, para lo cual se rodeó de millares de libros, observó las estrellas y meditó e investigó cuanto pudo. Sus profecías pueden ser tomadas al pie de la letra por los que esperan certezas en un mundo que al parecer carece de ellas, o tal vez, lo que es más importante, pueden ser consideradas como un esfuerzo realizado en tiempos lejanos, de interpretar el devenir de la historia y el destino de la humanidad. Tomados fuera de contexto sus cuartetos pueden conducir a caminos opuestos a los recorridos por el sabio francés, acabarían sembrando irracionalidades y desesperanzas en momentos en que el ser humano, acosado por amenazas posmodernas que procuran acabar con su historia y sus utopías, necesita como nunca encontrar un rumbo. Pese al tiempo transcurrido, el prestigio del célebre médico, -que mientras vivió legarnos un mensaje de optimismo a pesar de las vicisitudes que vaticinó-, no concluyó con su muerte, acaecida en Salon-en-Creux, Provenza, va a ser de esto 454 años, poco antes de salir el sol.
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