CAPÍTULO III / TRANSFORMACIONES DEL HÉROE
2
/ LA INFANCIA DEL HÉROE HUMANO (6)
La
conclusión del ciclo de la infancia es el regreso o reconocimiento del héroe,
cuando, después de un largo período de oscuridad, se revela su verdadero
carácter. Este acontecimiento puede precipitar una crisis importante, porque equivale
al surgimiento de fuerzas hasta entonces excluidas de la vida humana. Los
patrones primitivos se rompen en fragmentos o se disuelven; el desastre salta a
los ojos. Sin embargo, después de un momento de aparente caos, el valor creador
del nuevo factor se hace visible y el mundo toma forma de nuevo en una gloria
inesperada. Este tema de la crucifixión-resurrección puede ilustrarse ya sea en
el cuerpo del héroe mismo o en los efectos de este sobre su mundo. La primera
alternativa es la que encontramos en la historia Pueblo del cántaro de agua.
“Los
hombres fueron a cazar conejos y el niño Cántaro de Agua quiso ir. ‘Abuelo
¿podrías ponerme en el suelo? Quiero cazar conejos.’ ‘Pobre nieto mío, no
puedes cazar conejos, no tienes brazos ni piernas’, dijo el abuelo. Pero el
niño Cántaro de Agua tenía muchas ganas de ir. ‘Llévame de todas maneras, eres
demasiado viejo y no puedes hacer nada.’ La madre lloraba porque su hijo no tenía
brazos, piernas ni ojos. Pero lo alimentaban por la boca, o sea por la boca del
cántaro. A la mañana siguiente, su abuelo lo llevó hacia el sur de la planicie.
Pronto vio el rastro de un conejo, y lo siguió rodando. En seguida corrió el
conejo y él empezó a perseguirlo. Llegó a un pantano donde había una piedra, se
golpeó con ella y se rompió, y surgió un niño. Estaba muy contento de que su
piel se hubiera roto y ya fuera un muchacho, un muchacho crecido. Llevaba
muchas cuentas alrededor del cuello y aretes de turquesa, una capa de danza y
zapatos y una chaqueta de piel de gamo. “Cazó un gran número de conejos, volvió
y se los presentó a su abuelo, quien lo llevó triunfalmente a su casa. (13)
Las
energías cósmicas que ardían dentro del inquieto guerrero irlandés Cuchulainn,
héroe máximo del ciclo medieval del Ulster, el llamado “Ciclo de los Caballeros
de la Rama Roja” (14) brotaron repentinamente como una erupción volcánica,
asombrándolo a él mismo y destruyendo todo lo que lo rodeaba. Cuando tenía
cuatro años, dice la historia, se decidió a poner a prueba al “cuerpo de los muchachos”
de su tío el rey Conchobar, en los deportes que estos practicaban. Tomó su
varilla corva de bronce, la bola de plata, la jabalina y la lanza de juguete,
fue a la corte de la ciudad de Emania y sin pedir una palabra de permiso cayó
entre los jóvenes, tres veces cincuenta en número, quienes jugaban en los
prados y practicaban ejercicios marciales con Follamain, el hijo de Conchobar,
a la cabeza. Todos a un tiempo cayeron sobre él. Con sus puños, sus brazos, sus
manos y un pequeño escudo, detuvo los palos, las bolas y las lanzas que cayeron
sobre él simultáneamente desde todas direcciones. Entonces, por primera vez en
su vida, se apoderó de él la furia del combate (una extraña y característica
transformación que después fue conocida como su “paroxismo” o “distorsión”). Y
antes de que nadie pudiera entender qué era lo que pasaba, habían sido
derrotados cincuenta de los mejores. Cinco muchachos corrieron al rey, que
jugaba ajedrez con Fergus el Elocuente. Conchobar se levantó y quiso dominar la
confusión. Pero Cuchulainn no se tranquilizó hasta que todos los jóvenes se
colocaron bajo su protección y responsabilidad. (15)
Notas
(13)
Parsons, op. cit., p. 193.
(14)
Los ciclos legendarios de la Irlanda medieval incluyen: 1) El Ciclo
Mitológico, que describe las migraciones a la isla de los pueblos
prehistóricos, sus batallas y, en particular, las hazañas de la raza de los dioses
conocidos como los Tuatha De Danaan, “Hijos de la Gran Madre, Dana”; 2) Los
anales de los Milesianos, fundadores de las dinastías célticas, que
sobrevivieron hasta la llegada de los anglo-normandos bajo Enrique II en el
siglo XII; 3) El ciclo ulsteriano de los Caballeros de la Rama Roja, que
trata sobre todo de los hechos de Cuchulainn en la corte de su tío Conchobar;
este ciclo influyó grandemente en el desarrollo de la tradición artúrica de
Gales, Bretaña e Inglaterra: la corte de Conchobar sirve de modelo para la del
rey Arturo y las hazañas de Cunchulainn para las del sobrino de Arturo, Sir
Gawain (Gawain es el héroe original de muchas aventuras posteriormente
atribuidas a Lanzarote, Perceval y Galahad); 4) El ciclo de los Fianna: los
Fianna eran un grupo de guerreros heroicos capitaneados por Fin MacCool (véase
nota, p. 205, supra); el más grandioso de los cuentos de este ciclo es
el del triángulo amoroso de Finn, Griarú su desposada, y Diarmaid su sobrino,
muchos de cuyos episodios han venido hasta nosotros en la celebrada historia de
Tristán e Isolda. 5) Leyendas de los Santos Irlandeses.
La
“gente menuda” del popular reino de las hadas de la Irlanda cristiana es una
reducción de las anteriores divinidades paganas, los Tuatha De Danaan.
(15) “Tain bó Cuailgne” (de la versión del Book of Leinster, 62ab, editado por Wh. Stokes y E. Windiisch. Irische Texte; Extraband zu Serie I bis IV; Leipzig, 1905), pp. 106-117; traducción inglesa de Eleanor Hull. The Cuchullin Saga in Irish Literature (Londres, 1898), pp. 135-137.
No hay comentarios:
Publicar un comentario