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EL VELEIDOSO ENCANTO DE LOS COMICS por RICARDO AROCENA


Fue a instancias del omnipotente hombre de negocios y magnate de la prensa norteamericana William Randolph Herst, (quien con su red de medios de comunicación dominaba como pocos a la opinión pública), que en 1896 nace una de las manifestaciones de la cultura de masas por excelencia: nos referimos al comic. La primer tira de dibujos unidos por una historia resumida al máximo, fue publicada por Richard F. Outcault, en el New York Journal y relataba las cómicas aventuras de un personaje llamado Yellow Kid. Pero este comic no nacía de la nada, en realidad era un continuador de la tradicional caricatura, que durante el siglo XIX había tenido en la prensa diaria particular auge y a la cual se le había incorporado debajo una frase que explicaba o comentaba lo que el dibujo sugería.


Poco tiempo después grandes diarios de los EEUU, entre los que estaban el San Francisco Examiner, el New York Journal y el New York Herald, luego de evaluar favorablemente el éxito obtenido por Yellow Kid, incluyeron en poderosas tiradas y con gran éxito de público, páginas con comics. Fue el inicio: una década más tarde surgen las denominadas "daily strips", es decir tiras cómicas diarias y hacia 1929 los denominados "comic-books", o libros de historietas.


A partir de 1909 y con la creación del Internatinal New Service, los comic pasan a ser distribuidos por las agencias internacionales de noticias y ganan en masividad, pero como contrapartida sus contenidos comienzan a estar sujetos a mayores controles por parte de los editores. Conscientes de la popularidad y sintonía con el público de las tiras cómicas, procuran evitar mensajes que difieran del mandato editorial. Desde entonces, no pocas empresas han dedicado sus esfuerzos, sobre todo en los Estados Unidos, a la creación y difusión de historietas. Triunfantes, acabarán por recorrer al mundo, en tiempos en los que todavía nadie hablaba de globalizaciones, por un lado como entretenimiento, pero por el otro con sutiles y a veces no tan sutiles mensajes y puntos de vista de los centros de poder de donde fueron creadas.


No es casual que el comic surja paralelamente a la concentración de la población en grandes ciudades y en el mismo momento en que se produce un impetuoso desarrollo industrial. Tiene que ver con la comprensión por parte de los grandes medios, de que la imagen impresa tiene la virtud de una mayor contudencia, economía e inmediatez en su "intensionalidad comunicativa", lo que permitía aludir a cuestiones del momento valiéndose de ironía, humor, causticidad, exaltación o crítica.


Una larga lista de ídolos, entre los que sobresalían Tarzán, el ratón Mickey, Flash Gordon y Súperman, entre otros, ingresa a los hogares de una ingente cantidad de lectores. A multitudes los personajes fantásticos les permiten escapar a los problemas cotidianos, con historias de rápida y fácil lectura.


LOS ÍDOLOS


Uno de los personajes de las viejas tiras cómicas que mayor éxito tuvo, fue el ratón Mickey, un verdadero ídolo de grandes y chicos en los cinco continentes. Destacadas personalidades fueron fanáticas seguidoras de este personaje. Entre sus admiradores estaban el Presidente de los EEUU Franklin Roosevelt y el Rey Jorge V. de Inglaterra. Mickey, que era presentado como "un buen tipo que se mete en líos sin querer", vivió y sufrió los avatares y peripecias de la historia contemporánea, al punto de que su nombre bautizó el famoso día "D", que marcó el desembarco en normandía de las tropas aliadas. Cual un moderno Quijote, el simpático ratón humanizado recorrió el mundo "arreglando entuertos", según los criterios de su creador Walt Disney. Pero en los años '40, el personaje comienza a decar y surgen nuevos ídolos, entre ellos el famoso cascarrabias Pato Donald.


También causó sensación el conejo Bugs Bunny, que al igual que Mickey "actuó" en cine con tanto éxito que en 1958 obtuvo un Óscar, pero luego desapareció de los libros de historietas por años, aunque tuvo su revancha hacia fines del siglo XX, al protagonizar el film "Space Jam", junto al basketbolista Michael Jordan. Casi en el mismo momento que Bugs surge el muy popular Porky, que alcanzó notoriedad por encarnar el estilo de vida norteamericano y canalizar los sentimientos, anhelos y virtudes de la clase media de ese país.


LOS SUPERHÉROES


A las revistas de comics se les debe el surgimiento de dos héroes de la fantasía como lo son Súperman y Batman. El primero fue creado por Jerry Siegel y Joe Schuster, quienes idearon un personaje de fuerza ilimitada, inteligencia superior, de infinitos superpoderes y prácticamente invencible, al que solamente podía derrotar un extraño elemento prácticamente inexistente, llamado kriptonita. Un año después de la irrupción de Superman y en vísperas del estallido de la Segunda Guerra Mundial, de la pluma de Bob Kane, surge Batman. A diferencia de Superman, el nuevo personaje carece de poderes específicos, pero cuenta con infinitas habilidades que le permiten combatir el submundo del hampa. Para diseñar el nuevo héroe Kane se inspira en un viejo comic de los años ´30, que tenía como protagonista a un extraño detective apodado "La sombra", aunque también se apoyó en "El Zorro", en "Drácula" y sus vampiros y en general en el género policial, que causaba furor desde la pantalla grande. Batman y Superman irrumpen en momentos de crisis internacional, cuando la gente necesitaba aferrarse a figuras omnipotentes y mesiánicas, para escapar a la inseguridad y sentirse protegida.


Durante la Segunda Guerra Mundial, las viejas historias de aventuras, policiales, cómicas, fantásticas, etc. que solían relatar los comics, son suplantadas por los temas bélicos y los personajes pasan a integrar las fuerzas beligerantes. Roosevelt, desde la Casa Blanca, por ejemplo, auspicia la serie "Capitán América", comic que hace permanentes referencias al conflictivo panorama internacional, el fascismo italiano promovió a "Dick Fúlmine"; el franquismo a "Flechas y Pelayos" y el militarismo japonés a "Las aventuras de Dankichi". Son ejemplos del impacto al que había llegado el comic, por un lado, y por el otro de la importancia que le otorgaba el poder político. Los años sesenta han quedado en la memoria por su cuestionamiento al sistema y por el auge de la cultura underground. La rebeldía contestaria encuentra su espacio también en los comics. Las protestas impregnan también a las tiras cómicas, que pasan a ser difusoras de los nuevos mensajes, en muchos casos recurriendo a nuevas formas gráficas.


GLOBALIZACIÓN Y CULTURA


En resumen, los comics, desde sus inicios, al igual que tantas otras formas de expresión, han reflejado y reflejan culturas, concepciones y puntos de vista y han sido profusamente utilizados por el "Imperialismo Cultural". Según el escritor Ariel Dorfman, han sido vehículos de una ideología que se ha impuesto «eliminando la confrontación, castigando la rebelión, ridiculizando la solidaridad, caricaturizando el pensamiento crítico y reduciendo los conflictos sociales a encrucijadas psicológicas de fácil resolución". La creciente concentración de los medios de comunicación, de productoras y editoriales, y la actual revolución tecnológica en materia de comunicación, han extendido tales mensajes. Evidentemente lo que Dorfman cuestionaba no era al comic o a la utilización de la imagen en general, como forma de expresión, sino al uso que se le daba y se le sigue dando, por parte de los que quieren imponer visiones ajenas a las necesidades de los pueblos. El comic, como forma de expresión guarda total vigencia, ha sido y seguirá siendo un importante vehículo para el desarrollo cultural. Valga como ejemplo la inteligente, sensible, sutil y cuestionadora historieta de Mafalda y sus amigos, que de la mano de inmortal Quino, logró cautivar al mundo con su ternura y amor de humanidad.

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