1ra edición:
Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB:
elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019
ESPACIO Y TIEMPO EN LA
MELANCOLÍA***
DISCUSIÓN (7)
Alfredo Varese:
“Yo quería decir algo en relación a los avances en ese complicadísimo
equilibrio que se da entre lo que uno estudia del propio análisis, en la
formación y en el trabajo. Yo le doy mucho valor a lo que viene del trabajo,
algo así como que le cayó la manzana a Newton y se puso a pensar; esto tiene
que ver con mi manera de trabajar más sobre lo que pasa. Hay algo de golpe de
la realidad, que es lo que pone en marcha el pensamiento que ya no alcanza.
Uno se pone a pensar en
lo que pasa con el paciente, con el cual trabaja según lo que ya estaba
pensando antes, porque no trabaja de cualquier forma, y en esto yo creo que
pongo un poquito el acento por el lado del golpe de la manzana, aunque por
supuesto que también pienso.
También quería comentar algo
acerca del efecto que produce lo que usted relataba. Lo que usted relató es a
mi modo de ver el efecto de la realidad compartida con el paciente como
vivencia de compartir, de encuentro, más allá de lo temático. Pienso que fue
una vivencia de encuentro más allá de que se dijo que él entendió que las cosas
iban para atrás; y es por eso que le daría un lugar subalterno con la parte
temática. Yo creo que la molestia suya de ponerse en la realidad de él los
llevó a sentirse en un encuentro que sí tiene efecto terapéutico. Yo creo que
el encuentro siempre tiene efecto terapéutico.
Lo que yo digo sobre el
vínculo, e incluso lo utilicé cuando teoricé sobre el vínculo, que me pareció
muy bueno desde los aportes de la teoría del lenguaje, desde la filosofía del
lenguaje, a propósito de que el diálogo como relación es una forma de teorizar
acerca de lo que pasa, me gusta utilizar como metáfora algo de la época en que
navegaba.
Hace muchos años se
usaban cabos de cáñamo, es decir, cuerdas de cáñamo, ahora se utilizan cuerda
de nylon que son otra cosa, antes de pronto teníamos que unir una vieja cuerda
con dos pedazos para obtener más distancia. Entonces, el mecanismo era de tomar
aproximadamente en una cuerda como de tres centímetros de diámetro, un grueso
cabo, y agarrábamos y destramábamos más o menos medio metro, sesenta
centímetros de cada uno de los cabos y luego los entrelazábamos de una manera
especial que llamábamos “vamos a coser la cuerda”; esto se hacía de modo tal
que no había nudos pero había un verdadero entramado que era todo de las mismas
cuerdas porque era la parte desflecada lo que había cambiado, era la
disposición general, y la manera como una cuerda se entramaba en la otra hacía
que pudiera romperse por cualquier lado menos ahí, porque esa zona quedaba como
una zona de doble resistencia.
Lo que quiero decir es
que la forma del vínculo, y aquí trato de meter una metáfora, donde el vínculo
no es un conector, no es algo adicional, sino que el vínculo se crea con un
desflecamiento de los participantes en él, por un desflecamiento que les
permite tramarse de otra manera, no tanto anudarse ni soldarse sino tramarse de
otra manera que configura verdaderamente otra forma especial. Y esta es la
forma, como yo veo, lo que usted relató del efecto sobre el paciente, que fue
un efecto de vínculo entendido de este modo”.
Héctor Garbarino:
“Me gustó muchísimo lo que usted planteó y la metáfora es lindísima. Estoy de
acuerdo con usted en que no sé si fue la exactitud científica de una
explicación o fue ese encuentro del que usted habla, por eso es que dije que lo
cierto es que hubo un efecto terapéutico.
No estoy de acuerdo con
usted con respecto a la clínica y la teoría. Yo coincido más con los físicos,
los grandes físicos que yo he leído señalan que de la experimentación no nacen
las grandes ideas teóricas, sino que nacen de intuiciones que se tienen a
consecuencia de esas experimentaciones que después de aplican”.
Alfredo Varese:
“En eso coincidimos también, yo estoy de acuerdo con usted”.
-; “Muchas gracias por la
presencia de ustedes”.
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