¡Oh lámparas de fuego,
en cuyos resplandores
las profundas cavernas
del sentido
que estaba oscuro y
ciego,
con extraños primores
calor y luz dan junto a
su Querido!
DECLARACIÓN
4
/ Estas lámparas vio Moisés en el monte Sinaí, donde
pasando Dios, se postró en la tierra y comenzó a clamar y decir algunas de
ellas, diciendo así: Emperador, Señor Dios, misericordioso, clemente,
paciente, de mucha miseración, verdadero y que guardas misericordia en
millares, que quitas las maldades y pecados, que ninguno hay inocente de suyo
delante de ti (Ex. 34,6-7) En lo cual se ve que Moisés, los más atributos y
virtudes que allí conoció en Dios fueron los de la omnipotencia, señorío,
deidad, misericordia, justicia, verdad, rectitud de Dios, que fue altísimo
conocimiento de Dios. Y, porque según el conocimiento, fue también el amor que
se le comunicó, fue subidísimo el deleite de amor y fruición que allí tuvo.
5
/ De donde es de notar que el deleite que el alma
recibe en el arrobamiento de amor, comunicado por el fuego de la luz de estas
lámparas, es admirable e inmenso, porque es tan copioso como de muchas
lámparas, que cada una brasa en amor, y ayudando también el calor de la una al
calor de la otra y la llama de la luna a la llama de la otra, así como también
la una da luz a la otra, porque por cualquier atributo se conoce el otro; y así
todas ellas están hechas una luz y un fuego, y cada, una luz y un fuego. Y aquí
el alma, inmensamente absorta en delicadas llamas, llagada sutilmente de amor
en cada una de ellas, y en todas ellas juntas más llagada y viva en amor de
vida de Dios, echando ella muy bien de ver que aquel amor es la vida eterna, la
cual es juntura de todos los bienes, como aquí en cierta manera los siente el
alma, conoce bien aquí el alma la verdad de aquel dicho del Esposo en los
Cantares, cuando dijo que las lámparas del amor eran lámparas de fuego y de
llamas (8,6). ¡Hermosa eres en tus pisadas y calzado, hija de príncipe! (Ibid.,
7,1). ¿Quién podrá contar la magnificencia y extrañez de tu deleite y majestad
en el admirable resplandor y amor de las lámparas?
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