Más allá de su famosa distopía
futurista, el británico se convirtió en uno de los primeros autores en narrar
los efectos psicodélicos del LSD o la mescalina. ¿Quién fue este escritor que
describió cómo la humanidad quedaba ‘felizmente’ esclavizada?
«La
gente es feliz. Tiene lo que desea y nunca desea lo que no puede obtener. Está
a gusto; está a salvo; nunca está enferma; no teme a la muerte; ignora la
pasión y la vejez; no hay padres ni madres que estorben; no hay esposa ni
hijos; ni amores excesivamente fuertes». Asíimaginó el escritor Aldous Huxley a los habitantes de un futuro distópico,
en el año 632 de la era fordiana, en su opus magnum, en la
que retrata una sociedad en la que los medicamentos alteran el estado de ánimo,
las mentes están programadas para que no puedan imaginar maneras de vida
alternativas a la que impera, donde la distracciones de los medios de
comunicación sirven de grilletes mentales y en la que la facilidad para
satisfacer el deseo sexual ofrece la falsa sensación de plena libertad. Un mundo feliz lo tituló.
Publicado
en 1932, el texto se anticipó a las predicciones más aciagas que escuchamos hoy
en día: una humanidad sin capacidad de respuesta, sin margen para la
individualidad, la creación, la alteridad, convertida en marioneta del poder.
«Nuestros hombres están condicionados de modo que apenas puedan obrar de otro
modo que como deban obrar», decía el británico. Con esta novela, que escribió
en apenas cuatro meses, Huxley reivindica la dignidad del individuo como
epicentro necesario de convivencia y nos recuerda que sin cultura no hay libertad posible, renunciando él a
la felicidad como imperativo. Pero ¿quién fue este escritor que describió cómo
la humanidad quedaba felizmente esclavizada?
Aldous
Huxley nace un mes de julio de 1894 (un año que contiene las mismas cifras que
otra de las distopías canónicas, 1984, de Orwell),
cerca de Londres. Su padre, un reputado biólogo; y su madre, de las primeras
mujeres que estudió en Oxford. Tiene tres hermanos. Tras la muerte de su madre,
su padre volvió a casarse y tuvo dos hijos más –uno de ellos, Andrew Huxley, ganó el Premio Nobel de Medicina por sus
investigaciones sobre los impulsos eléctricos del sistema nervioso–.
Durante
su adolescencia, padece queratitis punctata, una grave enfermedad ocular que
produce opacidad en las córneas y que lo deja prácticamente ciego
durante dieciocho meses. En vez de arredrarse, en ese periodo de
tiempo comienza a aprender braille y estudia piano. Sin embargo, esta dolencia
le obliga a abandonar sus estudios de medicina, iniciando los de literatura
inglesa. Con tesón y cuidados médicos, Aldous logra recuperar la vista, una
experiencia que más tarde narraría en El arte de ver.
Fue uno de los
primeros escritores en experimentar con drogas psicodélicas como el LSD o la
mescalina
Sus
primeras publicaciones –ninguna de ellas traducida aún al castellano– son
poemarios (La rueda ardiente, La derrota de la juventud, Leda…) y un libro de cuentos, Limbo. Poco después escribió su primera gran
novela, Los escándalos de Crome, donde relata con un mordaz
estilo satírico las costumbres y extravagancias de los artistas e
intelectuales, que quedan retratados como pedantes, frívolos y petimetres.
Huxley mantuvo por aquella época una estrecha amistad con el
conocido como círculo de Bloomsbury, en especial con Virginia Woolf o Lytton
Strachey. Entre estos autores, su amigo más cercano fue DH Lawrence, de quien publicó una selección epistolar
tras su muerte.
Ya
por entonces Huxley era un viajero contumaz. Con los beneficios cosechados con
su primera novela, se compra un Citroën y recorre Europa junto a su primera
esposa, María, aventura de la que da cuenta A lo largo del camino. Su primer viaje a España lo realiza en abril de 1929,
también en coche, con el principal objetivo de visitar el Museo de El Prado.
Unos meses más tarde, regresaría a España para visitar ciudades como Ronda,
Cádiz, Jerez, Sevilla, Barcelona, Valencia, Almería, Granada o Tarragona.
Después,
el británico decide instalarse en el sur de Francia,
en una casa cerca de la playa. Allí recibe a sus amigos como la argentina Victoria Ocampo y lleva una vida familiar y
apacible, hasta que en 1932 el matrimonio –que tuvo un único hijo, Matthew–
visita Latinoamérica, recalando en Guatemala, Honduras, México y el Caribe. A
su regreso a Francia, Huxley se enfrasca con una novela en la que reflexiona
acerca de lo sexual y lo intelectual, Ciego en Gaza, encontrando
en la vía mística una resolución al conflicto que encontraba el autor entre
ambos territorios.
De
su estancia en California –lugar al que la familia Huxley se trasladó
definitivamente en 1937–, quedaron algunos guiones escritos para Hollywood, la
amistad de un puñado de personalidades del celuloide como Greta Garbo, Chaplin o George Cukor, la materia para un
nuevo texto (Viejo muere el cisne) y una
nueva compañera vital, Laura, con quien contrajo matrimonio en 1956, un año
después de que falleciese su esposa María.
Murió el 22 de
noviembre de 1963, el mismo día que John Fitzgerald Kennedy
Abstemio,
fue uno de los primeros escritores en experimentar con LSD y otras sustancias
psicotrópicas como la mescalina o la psilocibina en la década de los cincuenta.
En su ensayo Las puertas de la percepción, que
escribió en 1954, recoge sus vivencias con las drogas y describe
minuciosamente los efectos alucinógenos y los cambios sensoriales que él mismo
vivió. El libro se convirtió en una de las principales
referencias literarias en el periodo de efervescencia psicodélica de los años
sesenta, tanto que la banda The Doors, liderada por Jim Morrison,
debe su nombre al ensayo de Huxley –no es su única vinculación con la música:
el escritor también aparece en la emblemática portada del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de los
Beatles–.
En
1961, un incendio destruye su casa por completo y arrasa con todas sus
pertenencias. En medio de las llamas, Aldous solo puede rescatar un violín
perteneciente a su segunda esposa y el manuscrito de su novela La isla, una especie de contrapunto de Un mundo feliz en la que llevaba un lustro
trabajando. Un año antes le habían diagnosticado un cáncer de lengua que, a
base de radioterapia, consiguió contener durante un tiempo para mantener sus compromisos profesionales: siguió
impartiendo conferencias en todo el mundo y terminó su última obra, Literatura y ciencia.
El 22 de noviembre de 1963, el mismo día que Lee Harvey Owsald asesinaba a John F. Kennedy en
las calles de Dallas, Aldous Huxley moría plácidamente en Nueva York tras pedir
que le administrasen una doble dosis de LSD como terapia paliativa en su
agonía. Para entonces, como él había dicho, «la investigación de las
enfermedades había avanzado tanto que cada vez era más difícil encontrar a
alguien completamente sano». Como él había pedido, aún de cuerpo presente, se
le leyó al oído El libro tibetano de los muertos para
iniciar su camino hacia el otro lado.
(ethic / 22-3-2019)
(ethic / 22-3-2019)
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