La periodista Naomi
Klein, autora de libros como No Logo y La doctrina del shock, analiza en esta
entrevista con Vice las especulaciones en torno a la pandemia, el rol de
Estados Unidos y cómo salir de la emergencia diaria para pensar más acá de la
vida: «Lo que un momento de crisis como este revela es la interrelación entre
nosotros. En lugar de acaparar y pensar en cómo puedes cuidarte a ti mismo y a
tu familia, puedes hacer un cambio y pensar en cómo compartir con tus vecinos y
ayudar a las personas que son más vulnerables».
Empecemos con lo básico.
¿Qué es el capitalismo del desastre? ¿Cuál es su relación con la «doctrina del
shock»?
La forma en que defino el
«capitalismo de desastre» es muy sencilla: describe la forma en que las
industrias privadas surgen para beneficiarse directamente de las crisis a gran
escala. La especulación de los desastres y de la guerra no es un concepto
nuevo, pero realmente se profundizó bajo la administración Bush después del 11
de septiembre, cuando la administración declaró este tipo de crisis de
seguridad interminable, y simultáneamente la privatizó y la externalizó – esto
incluyó el estado de seguridad nacional y privatizado, así como la invasión y
ocupación [privatizada] de Irak y Afganistán.
La «doctrina del shock» es
la estrategia política de utilizar las crisis a gran escala para impulsar
políticas que sistemáticamente profundizan la desigualdad, enriquecen a las
elites y debilitan a todos los demás. En momentos de crisis, la gente tiende a
centrarse en las emergencias diarias de sobrevivir a esa crisis, sea cual sea,
y tiende a confiar demasiado en los que están en el poder. Quitamos un poco los
ojos de la pelota en momentos de crisis.
¿De dónde viene esa
estrategia política? ¿Cómo rastrea su historia en la política americana?
La estrategia de la
doctrina del shock fue una respuesta al programa del New Deal por parte de
Milton Friedman. Este economista neoliberal pensaba que todo había salido mal
en USA bajo el New Deal: como respuesta a la Gran Depresión y al Dust Bowl, un
gobierno mucho más activo surgió en el país, que hizo su misión resolver
directamente la crisis económica de la época creando empleo en el gobierno y
ofreciendo ayuda directa.
Si usted es un economista
de libre mercado, entiende que cuando los mercados fallan se presta a un cambio
progresivo mucho más orgánico que el tipo de políticas desreguladoras que
favorecen a las grandes corporaciones. Así que la doctrina del shock fue
desarrollada como una forma de prevenir que las crisis den paso a momentos
orgánicos en los que las políticas progresistas emergen. Las elites políticas y
económicas entienden que los momentos de crisis son su oportunidad para
impulsar su lista de deseos de políticas impopulares que polarizan aún más la
riqueza en este país y en todo el mundo.
En este momento tenemos
múltiples crisis en curso: una pandemia, la falta de infraestructura para
manejarla y el colapso del mercado de valores. ¿Puede esbozar cómo encaja cada
uno de estos componentes en el esquema que esboza en La Doctrina del Shock?
El shock es realmente el
propio virus. Y ha sido manejado de una manera que maximiza la confusión y
minimiza la protección. No creo que eso sea una conspiración, es sólo la forma
en que el gobierno de los EE.UU. y Trump han manejado -completamente mal- esta
crisis. Trump hasta ahora ha tratado esto no como una crisis de salud pública
sino como una crisis de percepción, y un problema potencial para su reelección.
Es el peor de los casos,
especialmente combinado con el hecho de que los EE.UU. no tienen un programa
nacional de salud y sus protecciones para los trabajadores son muy malas (N.T:
por ej. la ley no instituye el pago por enfermedad). Esta combinación de
fuerzas ha provocado un shock máximo. Va a ser explotado para rescatar a las
industrias que están en el corazón de las crisis más extremas que enfrentamos,
como la crisis climática: la industria de las aerolíneas, la industria del gas
y el petróleo, la industria de los cruceros, quieren apuntalar todo esto.
¿Cómo hemos visto esto
antes?
En La Doctrina del Shock
hablo de cómo sucedió esto después del huracán Katrina. Grupos de expertos de
Washington como la Fundación Heritage se reunieron y crearon una lista de
soluciones «pro mercado libre» para el Katrina. Podemos estar seguros de que
exactamente el mismo tipo de reuniones ocurrirán ahora, de hecho, la persona
que presidió el grupo de Katrina fue Mike Pence (N.T: el que ahora preside el
tema del Coronavirus). En 2008, se vio esta jugada en el rescate de los bancos,
donde los países les dieron cheques en blanco, que finalmente sumaron muchos
billones de dólares. Pero el costo real de eso vino finalmente en la forma de
programas extensivos de austeridad económica [más tarde recortes a los
servicios sociales]. Así que no se trata sólo de lo que está sucediendo ahora,
sino de cómo lo van a pagar en el futuro cuando se venza la factura de todo
esto.
¿Hay algo que la gente
pueda hacer para mitigar el daño del capitalismo de desastre que ya estamos
viendo en la respuesta al coronavirus? ¿Estamos en mejor o peor posición que
durante el huracán Katrina o la última recesión mundial?
Cuando somos probados por
la crisis, o retrocedemos y nos desmoronamos, o crecemos, y encontramos
reservas de fuerzas y compasión que no sabíamos que éramos capaces de tener.
Esta será una de esas pruebas. La razón por la que tengo cierta esperanza de
que podamos elegir evolucionar es que -a diferencia de lo que ocurría en 2008-
tenemos una alternativa política tan real que propone un tipo de respuesta
diferente a la crisis que llega a las causas fundamentales de nuestra
vulnerabilidad, y un movimiento político más amplio que la apoya (N.T: Naomi
Klein apoya a Bernie Sanders en las internas americanas).
De esto se ha tratado
todo el trabajo en torno al Green New Deal: prepararse para un momento como
este. No podemos perder el coraje; tenemos que luchar más que nunca por la
atención sanitaria universal, la atención infantil universal, la baja por
enfermedad remunerada, todo está íntimamente relacionado.
Si nuestros gobiernos y
la élite mundial van a explotar esta crisis para sus propios fines, ¿qué puede
hacer la gente para cuidarse unos a otros?
«Yo me ocuparé de mí y de
los míos, podemos conseguir el mejor seguro privado de salud que haya, y si no
lo tienes es probablemente tu culpa, no es mi problema»: Esto es lo que este
tipo de economía de ganadores pone en nuestros cerebros. Lo que un momento de
crisis como este revela es nuestra interrelación entre nosotros. Estamos viendo
en tiempo real que estamos mucho más interconectados unos con otros de lo que
nuestro brutal sistema económico nos hace creer.
Podríamos pensar que
estaremos seguros si tenemos una buena atención médica, pero si la persona que
hace nuestra comida, o entrega nuestra comida, o empaca nuestras cajas no tiene
atención médica y no puede permitirse el lujo de ser examinada, y mucho menos
quedarse en casa porque no tiene licencia por enfermedad pagada, no estaremos
seguros. Si no nos cuidamos los unos a los otros, ninguno de nosotros estará
seguro. Estamos atrapados.
Diferentes formas de
organizar la sociedad promueven o refuerzan diferentes partes de nosotros
mismos. Si estás en un sistema que sabes que no cuida de la gente y no
distribuye los recursos de forma equitativa, entonces la parte que acapara de
ti se reforzará. Así que ten en cuenta eso y piensa en cómo, en lugar de
acaparar y pensar en cómo puedes cuidarte a ti mismo y a tu familia, puedes
hacer un cambio y pensar en cómo compartir con tus vecinos y ayudar a las
personas que son más vulnerables.
(La Ciudad de las Diosas / 16-3-2020)
Fuente: La vaca.org
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