por Jacinto Antón
Carl Safina (Nueva York, 1955) es uno de los mayores
especialistas actuales en la relación del hombre con los animales. Etólogo y
premiado escritor por sus libros de divulgación sobre la naturaleza y nuestra
responsabilidad hacia ella, Safina acaba de publicar en castellano Mentes maravillosas, lo que piensan y sienten los
animales (Galaxia Gutenberg), una obra en la que viaja a las reservas
africanas, a Yellowstone y al mar de Salish, junto a Vancouver, en el Pacífico
Noroeste, para observar respectivamente a los elefantes (entre ellos una manada
en Amboseli con nombres de escritoras), los lobos y las orcas y, sobre todo,
iluminar nuestro conocimiento sobre las extraordinarias criaturas con las que
compartimos el planeta. Safina, que ha participado en Barcelona en el festivalKosmopolis, plasma en su libro el actual estado de la cuestión sobre la
inteligencia y las emociones de los animales, con una idea central muy clara:
debemos dejar de juzgarlos con nuestros parámetros. “No somos la medida de
todas las cosas”, subraya, enmendando la plana a Protágoras. Al empezar la
entrevista, Safina ataca con apetito un bocadillo de vegetales.
Aprovechando la
coyuntura, ¿hay que comer animales?
El problema está
mal planteado, no se trata de no comer animales, sino de no infligirles una
vida y una muerte miserables. En la naturaleza muchos animales mueren
continuamente, pero solo los humanos los hacemos morir miserablemente.
¿Va a
prosperar el veganismo hasta hacerse general?
No lo creo. No creo
que la gente deje masivamente de comer animales. Pero espero que
se deje de provocarles tanto sufrimiento.
¿Usted come
carne?
No soy vegano, ni
vegetariano, pero no compro carne ni la pido, aunque si me la sirven, me la
como.
¿Con placer?
Sabe bien, pero me
sienta mal. No la echo de menos en el menú. Y cada vez me alejo más. El otro
día vino mi suegro a casa, preparamos carne y al ver aquellos trozos sangrantes
muertos me pareció desagradable.
¿Podemos ser
estrictamente vegetarianos?
Es obvio que sí.
Pero podemos vivir tan poco saludablemente comiendo carne como no comiéndola. Es cuestión de dieta. Puedes comer bien
o mal de las dos maneras. Tengo un amigo vegano que come fatal.
¿Cómo hemos de
afrontar el tema del consumo de carne?
Hay un primer paso
que es procurar no ser crueles con los animales que comemos. No se trata tanto
de no matarlos. Y hay que darles muerte sin que sufran. La cuestión prioritaria
es mejorar las condiciones de los animales que nos comemos.
¿La crueldad con
los animales es inherente al ser humano? Muchos niños los maltratan. Un amigo
me explicó que con su hermano, de pequeños, desmembraron a un canario tirando
cada uno de una pata.
Pero también hay
muchos niños que son cariñosos con los animales. No es cierto que la crueldad
esté predeterminada. Podemos elegir. Elegir qué tipo de gente queremos ser.
¿Qué opina de
la caza?
También, de nuevo,
se trata de no ser crueles. La cuestión es qué cazas y por qué. Cazar para
demostrar tu fuerza, tu poder, es malo. Hay caza buena y mala. Cazar a un elefante es malo. Están en declive:
desde los romanos hemos exterminado al 99%, seguimos matándolos a un ritmo de
uno cada 15 minutos. A un ciervo en donde vivo, en EE UU, en zonas donde son
una plaga, puedo comprenderlo. Es terrible matar a un ciervo, yo no lo haría,
pero entiendo que sea necesario. No culpo a los ciervos, por supuesto.
Pobre Bambi.
Es verdad. Yo cazo
en el agua, que es lo que llamamos pescar. Pesco para comer. No afecta al mar,
que genera sin problemas otro pez. Antes pescaba atún, pero ahora ya no.
Hay mucha
controversia, y confusión, acerca de qué sabemos sobre lo que piensan y sienten
los animales.
Lo que podemos
decir con seguridad es que todo lo que está vivo quiere seguir vivo y no
sufrir.
¿No se hacen daño a
sí mismos ni se suicidan los animales?
No, solo
encontramos esos comportamientos en animales en cautividad, no en la
naturaleza.
¿Somos
esencialmente distintos a los animales?
Todos los animales
son distintos del resto de animales.
¿Pero somos
superiores, o no?
¿En qué? En algunas
cosas somos superiores, en otras inferiores. Somos unos productores increíbles
de tecnología, y grandes inventores, y poseemos una calidad especial de lenguaje, aunque sabemos
que los delfines entienden la sintaxis. Pero otros seres son más rápidos, más
fuertes, oyen, ven y olfatean mejor. Los hay que pueden navegar a través del
océano utilizando los campos magnéticos de la Tierra. De hecho si le pones a
alguien un antifaz y hace las cosas que hacen algunos animales lo llamarías
superhéroe. Déjeme añadir algo en lo que destacamos: en ser los animales más
violentos y destructores que el mundo ha visto jamás. Nosotros somos el
verdadero diluvio del planeta.
Pero somos los
únicos que nos preocupamos por las demás especies. ¿No es eso superioridad?
Es lo mejor que
tenemos, si lo usamos. Cuando ignoramos esa capacidad de empatía es un
desastre, también con los demás humanos.
Elefante, lobo,
orca. ¿Por qué esos tres animales y no, no sé, un pollo? ¿Por qué son guais?
Me gusta el aspecto
de libro de viajes que le da a Mentes maravillosas haberme
tenido que desplazar a lugares salvajes. Pero se trata de tres especies que
viven en grupos muy compactos, con estructuras sociales muy complejas y
relaciones que son las que definen a individuos como nosotros.
¿Qué hay de la
autoconciencia?
La definimos como
la habilidad de saber que estás separado de los demás como individuo, la
poseen en grado sumo primates, elefantes —al menos algunos—
y delfines.
¿Los perros no?
Reconocen fotos de gente pero en
cambio no reaccionan ante un espejo. Algunas aves, como los cuervos y los
loros, pueden sentir celos del cónyuge de su dueño.
Los pulpos parecen
ser muy inteligentes, qué cosa.
Así es. Es curioso
porque su inteligencia se ha desarrollado de manera muy distinta a la nuestra.
Están muy alejados evolutivamente. Lo último en común que tenemos es un gusano.
El pulpo es lo más parecido a estar ante una inteligencia extraterrestre.
¿Qué sentido tiene
la inteligencia del pulpo desde el punto de vista evolutivo? Perdone si suena
algo metafísico.
Buena pregunta. No
lo entendemos: viven solos y apenas uno o dos años, ¿para qué son tan inteligentes?
Lo ignoramos.
Usted que sabe
tanto de animales, ¿cuáles son sus favoritos?
Odio tener que
elegir, pero tengo un punto débil con los elefantes. Siento que sería
fantástico ser uno de ellos. Un animal pacífico, sin nada a qué temer (excepto
a nosotros), y con una vida familiar tan intensa. ¿Sabe que entienden el duelo,
incluso por un humano?
Usted describe como
coquetean las elefantas, de una manera similar a los humanos. Me parece
fascinante.
Jajajá, porque eres
un hombre. Pero hay muchas similitudes.
¿Hasta dónde se
debe llegar en darles derechos a los animales?
Todas las especies
han de tener el derecho a seguir existiendo. Eso implica que
se preserve su hábitat.
¿Y qué debemos
hacer con las especies que nos amenazan?
Protegernos, pero
no exterminarlas. Su desaparición afectaría a otros y a nosotros. Pero la cuestión
no es la lucha con la naturaleza, sino conseguir un mejor acuerdo con ella.
Nunca fuimos tantos ni tuvimos un poder destructor como el que tenemos.
(EL PAÍS España/ 4-4-2017)
(EL PAÍS España/ 4-4-2017)
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