martes

TARIK CARSON - OCÉANOS DE NÉCTAR (LA NOVELA CAPITAL DE LA CIENCIA FICCIÓN URUGUAYA)



1ª edición WEB: Axxón / 1992

2ª edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes / 2019

PRIMERA ENTREGA


PRÓLOGO DE JOSÉ JORGE

TARIK CARSON: OCÉANOS DE NÉCTAR
UNA MONSTRUOSA COMEDIA CÓSMICA

Existe una gran cantidad de cuentistas con tendencia a lo fantástico, pero no existen, prácticamente, escritores típicos de lo que se llamara ciencia ficción a la americana, supongamos.  Lo de acá es una mezcla, para ejemplificarlo, con mucho de influencia de Quiroga, Borges, Cortázar y tal vez algún escritor del "realismo mágico", más algún tanto menor de ciencia ficción norteamericana. De igual manera, lo que existe como ciencia ficción más o menos típica con mucho de literatura fantástica está al margen de la literatura común. Así que yo no sabría cómo llamarla, pero existe y está soterrada por la indiferencia de los editores.

(Entrevista de Horacio Moreno para la revista electrónica Otros Mundos)

En 1992, en la conocida revista electrónica Axxón se publicó la novela de ciencia ficción Océanos de Néctar, que tres años más tarde lograría el segundo premio en el concurso de novela Onetti-Rulfo. La única observación conocida sobre esta obra fue hecha por Pabo Dobrinin en su atento e insoslayable trabajo Un escritor de raza en el que despliega observaciones sobre varias de sus publicaciones (Axxón). Antes, Armonía Somers, Rómulo Cosse, Fernando Aínsa y Daniel Michelena habían advertido y puesto en marcha algunas observaciones críticas sobre partes aisladas de su obra, luego de la primera crítica de Heber Raviolo en el anteúltimo número del semanario Marcha (antes de su cierre definitivo por parte de la dictadura uruguaya), referida a su primer libro de cuentos El hombre olvidado (1974) que ya parecía apuntalar ciertos rasgos de lo que sería la práctica de una “compulsiva fidelidad” de la ciencia ficción escrita en Argentina (expresión rescatada por De Rosso del prólogo de Latinoamérica fantástica de 1985 a cargo de Sergio Gault Vel Hartaman) y que desconcertaron al crítico. Dejaremos de lado parcialmente otras observaciones que aúnan características de gran cantidad de autores en los que verdaderamente, bajo motivos de afinidades y particularidades disuelven la singularidad de nuestro autor sean los motivos y categorías como el “miedo”, la “imaginación” o la “violencia”, términos, en principio, aglutinadores de diversas y divergentes estéticas.


Criteriosamente y sin desplegar un gran listado tentativo referente a la ciencia ficción escrita en nuestro país, debemos en Uruguay nombrar como casos peculiares los nombres de Carlos María Federici, que en 1968 confesaba en la revista española Nueva Dimensión (de la que Marcial Souto, residente en Uruguay, era corresponsal) que en Montevideo no existía ningún lugar donde publicar “esos relatos”. También al precursor Roberto Bayeto que muy tempranamente publicó en revistas argentinas. Sin embargo, recién avanzada la segunda mitad de la década del ochenta en Uruguay aparecieron, con las correspondidas ambivalencias de convergencias categoriales, a la sombra de los “géneros” y “literaturas”, los primeros intentos de integrar escritores de ciencia ficción en antologías y agrupamientos. La “incomunicación cultural” confesada en el prólogo de la antología Diez de los noventa, parece sugerir la problemática en torno a estas ficciones entrada la década (1991). Las palabras preliminares reconocen antecedentes que no pueden paliar el problema y alista una serie de peculiares publicaciones: “Más Vale Nunca que Tarde (E.B.O. 1990), Extraños y Extranjeros (Arca, 1991) y los conatos revisteriles como Diaspar, Smog, Vagón, etc.” (1991: 6). Interesante línea que se desarrolla un poco más en el prólogo de Carina Blixen y que más tarde Pablo Dobrinin intentaría ordenar en su ensayo El carácter político de la ciencia ficción uruguaya (Axxón, 2006) en el que coloca a Piria como el primer escritor en esta clave y que sin embargo, muy acertadamente, aísla y desarrolla el caso de Tarik Carson. Por su parte, Alfredo Alzugarat reconoce la aparición en 1987 de la revista Rem Primera Revista Uruguaya de Comic, C.F., Fantasía y Rock, tras “la obra inaugural de Tarik Carson” (2013: 19).


Aunque hay trabajos críticos que aterrizan sobre sus creaciones más cercanas a la práctica de la ciencia ficción en los ochenta en Argentina, aun no se ha observado la  conexión entre constantes temáticas, motivos y profunda experimentación que recorre la obra de nuestro escritor y eleva a puntos de clímax configuraciones creativas como la que se logra en el imperturbable libro de cuentos El corazón reversible (1986), en el que engañosamente se transmigran elementos de la práctica de la ciencia ficción, aunque queda saber más sobre esta especialísima configuración que pasa casi desapercibida en muchos de sus cuentos y en dos de sus novelas.


En Rivera Tarik fue instigado en su juventud por las enormes bibliotecas de sus abuelos que contenían libros de esoterismo, filosofía y política (no es ocurrente que estos grandes sectores de interés se agiten a través de su obra). Muy tempranamente, a mediados de los sesenta, Tarik abandonó la práctica realista y se abocó a una escritura más afín con una idea de literatura fantástica que resignificó de su admiración por Borges. Época en que pesan lecturas de Kafka, Verne, Bierce, Kipling y Wells. Sin embargo, sus primeros cuentos ya permitían intuir un acople significativo de aspectos que extrañamente uno podría atribuir sin más detenimiento a la ciencia ficción y que en Argentina lo emplazaría al surgimiento de numerosas revistas y fanzines que surgieron en épocas de reapertura democrática. Todo ello sin descartar la importante presencia de escritores uruguayos que son de conocida preferencia de Tarik como Felisberto Hernández, L. S. Garini, Onetti o más tarde Levrero con quien tuvo más de un contacto, influencias que merecen observaciones más detenidas (agregaremos que en cartas a su amigo Hugo Giovanetti Viola indica lecturas de libros de Parapsicología y de la obra completa de Freud).


Por otra parte hay que marcar también la inclusión novedosa de Hebert Benítez de la obra de Tarik Carson en su Seminario de literatura uruguaya de 2015 en la Facultad de Humanidades en 2015. También el grupo de investigación a su cargo “Raros y Fantásticos en la Literatura Uruguaya. Teoría, Crítica e Historia (1963-2004)” del que formé parte y que promovió la convivencia crítica desgranando cierta idea de marginalidad del escritor, a la vez que lo ubica en un escenario más certero de nuestra literatura junto a autores como Juan José Introini, L. S. Garini, Héctor Galmés, Ricardo Prieto, Mario Levrero, Luis Antonio Beuxis, entre otros.


Aunque estas observaciones son inacabadas podremos con ellas reconocer una fuerte mezcla de categorías y pretendidos géneros fronterizos a los que Tarik Carson llega a jaquear mediante el intranquilizador juego en el que subraya el mecanismo normativo de la categoría fantástica, trazando en algunos de sus cuentos un juicio efectivo sobre su codificación regulada.


Si bien Tarik consideró a la ciencia ficción como un derivado de la literatura fantástica y nunca fue lo suficientemente elogioso con ella, existen varias creaciones en que parece revertirse esa atomización y transmigración de elementos y escenarios que desconciertan en varios cuentos de El corazón reversible (cronológicamente no parece lo contrario). En efecto, ciertos cuentos y novelas se enmarcan en viajes milenarios, purgas estelares con impensables amenazas extraterrestres que nunca se comprenden del todo, ciudades tecnificadas postatómicas, pero también transportan referencias a potentes jerarquías militarizadas, comunidades secretas, mixturas dimensionales, así como una fuerte carga del aspecto sexual que será una constante, tanto en forma de retraimiento (“Los amigos presentables”) de estructura de reproducción aristocrática (“Ogedinrof”), y como finalidad (“Un sueño viejo y oculto”). Y no abandonarán la producción más directamente vinculada a la ciencia ficción, como distracción y sensibilización en un viaje milenario (“Suzdal reivindicado”), como producto de suspicaz valor en un mundo en plena descomposición (Ganadores), como distracción y abuso (“La garra perpetua”). En otros relatos atravesados y moldeados por la categoría fantástica, lo sexual aparece como mediador de mundos (“El corazón reversible”), como malentendido (“Los labios de la felicidad”), como culpa encubierta (“La muerte de los reflejos insoportables”), por citar solo algunos ejemplos.


Tarik participó en Argentina de jurado en varios concursos en los que llegó a leer cientos de obras presentadas y que además se encargó de un taller y ejerció la crítica de novelas que pululaban como referencias en las revistas de ciencia ficción y fantasía (por centrarlas en un mote pero que auscultaban otras etiquetas). También como su compatriota Levrero ganó el premio anual del Círculo argentino de Ciencia Ficción y Fantasía en 1990 con su relato La garra perpetua.


Océanos de Néctar carga con tres elementos reconocibles de la creación de Tarik.  En primer lugar el grupo secreto (en este caso extraterrestre) y el grupo militar (torturadores y acomodos de especialistas y médicos mediante), el aspecto sexual definitorio para la conclusión de la novela y la mezcla de mundos o dimensiones.


Así como “La muerte de los reflejos insoportables” publicado en 1975 da vuelta los preceptos del motivo fantástico del doble para devolverlo a otros márgenes realistas, la singularidad con que se transmigra y repercute en ciertos textos de propensión fantástica el detalle incrustado, también en las creaciones más allegadas a la ciencia ficción la expansión de las descripciones y escenarios juegan un papel sino desconcertante, tendiente a romperse en la lógica impuesta de otro escenario que invade sin concesiones. Desarrollemos.


La novela se divide en dos partes. La primera retrata la ambición patética de un psiquiatra que vive en Marte (tierra devastada mediante) que recibe a un extraño cliente que padece en principio trastornos de sueño. El aspecto y las dudas sobre el origen del paciente sugieren una ambivalencia entre una experiencia postraumática de la carrera militar y un extraño origen del que tiene recuerdos. La novela avanza hasta hundirse en un monstruoso entramado de burocracias militares y torturas en búsqueda de amenazas singulares, muchas veces identificadas con “los rojos”. En efecto, la primera parte se dedica a retratar con pormenores las configuraciones vivenciales y psíquicas del psiquiatra ambicioso y un minucioso y frío torturador, la insatisfacción social y material de uno y la codependencia jerárquica del otro. Los dos, sin embargo, desovan en sus enfermizas relaciones maritales el fondo de una vida sin motivos, cuyas insatisfacciones son atenuadas y controladas por el sistema militar terrestre.


Sin embargo, toda esta atención cobra un giro inesperado cuando irrumpen en la segunda parte los seres milenarios que vigilan los límites del Sistema Solar para que el hombre no extienda su devastación por otros mundos (basados en una especie de Códex Galáctico). Estos influyen, inducen y controlan (con un margen acierto-error en la probabilidad) erróneas interpretaciones que han marcado la sugestiones religiosas y políticas de la historia de la humanidad. Revolviendo la inestabilidad contemporánea, mediante las prioridades llevadas adelante por seres infiltrados en posiciones influyentes mediante el “Oro, Coito e Hipocresía” mantienen al margen la imprevisible destrucción de la humanidad para que no se extienda a otros planetas. En el fondo de la novela se disuelve, mediante la ruptura de la expectativa genérica (aquella bien señalada por Jameson par la novela de Brian Aldiss), toda la atención en las profundas descripciones de aspectos de la primera parte, que finalmente de nada sirven, pues la segunda parte no hace más que mostrar el control total e inminente de una raza más avanzada sobre los habitantes de la Tierra y aquellos terrestres que viven en Marte.


La lucha de un régimen humano totalitario que se esfuerza por seguir las pistas que los mismos seres extraterrestres han dejado desde tiempos inmemoriales, es aplastada mediante la deliberación de una especie de asamblea de un semi-Olimpo Galáctico (oculto) que teje el destino de los seres humanos. Controles sobre controles, sobre controles. Finalmente la escena final en que un grupo de “amigos” extraterrestres admite su desconcierto frente a la perdición de uno de sus infiltrados que es “captación” de una hembra, desbaratan la gran inmersión desgastante que tanta atención arrastra desde la ritualización del control con estímulos y desórdenes sexuales de los habitantes terrestres.


Un escenario demencial con el que Tarik asesta mediante una terrible fuerza paródica y un brutal retrato de la tortura, en el centro de la insatisfacción y la codicia humana. Aunque la figura del torturador sea un retrato (como muy bien señala Dobrinin) de los más trabajados y hace acordar a las extrañas, larguísimas e inútiles investigaciones mediante experimentos de tortura con enanos macrocéfalos en La garra perpetua, lo que sangra sin descanso aquí es ese movimiento revoltoso sobre el motivo equivocado de la búsqueda vital de significados. La magia, los pueblos elegidos, los diluvios, los relatos del pasado, los enigmas, la historia, el pensamiento, son grandes océanos de mentiras. Mentiras que crean conspiraciones, secretos, aniquilamientos.


Y para terminar nada mejor que las palabras de Tarik en la entrevista que le hizo Oscar Rossi para el sitio www.nuevadimension.com: “Y, diría que hoy para mí, lo principal es el tono del asunto. En general es un tono jocoso o cómico, quizá sarcástico, burlesco o bufo, o cruel como el hacer humano (una monstruosa comedia cósmica sin ton ni son).   Y, por qué no decirlo, cuánto más terrible, mejor, para que pegue y despierte. También me ayuda el tenerle fastidio, fobia, por decirle así, a alguna cosa o circunstancia vivencial, o situación, o tipo humano. Nada sale de la alegría de vivir, ni de una ambición extra de dinero, ni de un afán figurativo, u otra cuestión festiva. Es decir, temas relacionados con el fin de la trágica fiesta”.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Google+