1ra edición: Editorial Roca Viva / Julio 1996
1º edición WEB: elMontevideano Laboratorio de Artes /
2019
I / Generalidades
Lizardo Valdez
Intervenciones
psicoanalíticas más allá de la tierra del nunca jamás (2)
Garbarino mantiene de
Freud la idea de libido y conflicto entre instancias, pero subvierte la clásica
concepción topológica del aparato al incorporar la idea del Ser, que él conceptualiza
como unidmensional, y que yo entiendo como lugar de todas las dimensiones
posibles o anterior a toda dimensión, lugar que podemos vislumbrar, pero no
habitar, pues es vivido como no lugar o no ser sujeto desde las dimensiones que
conocemos.
Pero esa instancia definitivamente
perdida para el humano, actúa, y algo podemos saber de ella a través del yo-Ser
bidimensional no limitado, punto de encuentro fugaz entre dos mundos que pueden
coexistir materialmente, pero no lógicamente, pues sus lógicas son
irreductibles.
En los pacientes psicóticos
adultos podemos ver restos de este funcionamiento bidimensional no limitado,
que aparecen en momentos privilegiados, en los niños autistas es el estado
permanente. Estos niños vivirían abiertos a ese mundo cósmico, donde no
diferencian lo inanimado de lo animado. Están en una instancia anterior al yo a
la que Garbarino ha llamado yo-Ser.
¿Qué características
tiene esta instancia?
Tiene sus propias reglas
que son distintas a las del yo, pero también a las del inconsciente. Allí no
hay representaciones, sino presentaciones. Son cosas que están sin ser
percibidas y el niño “flota” entre ellas. Los esbozos de yo, al principio
bidimensional, se impregnan en forma aleatoria de ellas y el yo funciona
formando parte de esos ritmos cósmicos.
Veamos esto en una paciente
de Ana Rumi, que giraba en círculos en el consultorio, en un movimiento astral,
sin percibirse de la existencia de la terapeuta. En determinado momento la
terapeuta empieza a girar con ella, en ese devenir cósmico y luego empieza a
detenerse y decirle “ahora nos paramos” y luego seguir diciendo “ahora seguimos”.
Luego de un tiempo la paciente mira a la terapeuta. ¿Qué ha pasado?
Desde la teoría de
Garbarino, la paciente está inmersa en el narcisismo del Ser, presa de las
presentaciones, la aparición de la terapeuta, plantea un conflicto entre
instancias: entre la instancia del yo-Ser y la instancia del yo, representada
por la terapeuta.
Aquí queda claro que no
puede haber neutralidad terapéutica, a riesgo que el paciente quede flotando
eternamente, tiene que haber una actitud activa que lleve a la humanización.
En el narcisismo del Ser
estamos en una zona de no intencionalidad y no deseo, es un registro anterior al
deseo.
En las evoluciones favorables
ese funcionamiento ilimitado del Ser comienza a limitarse en un único plano que
es el del yo-Ser no limitado, donde aun predomina el narcisismo del Ser sobre
el narcisismo del yo.
En este lugar límite
entre el Ser y el yo, el único del que tenemos noticia en la clínica, lugar
privilegiado, donde se contactó lo bidimensional no limitado con las
presentaciones cósmicas y desde donde se puede decir algo de esa instancia
originaria del Ser.
Un paciente daba cuenta de
esta situación algo distinta pero que nos puede ayudar a entender algo de estas
ideas.
Comenzó hablando de un
huevo. Yo de inmediato pensé que estaba dentro del huevo y se trataba de salir
al mundo, por sus dificultades para contactar con la realidad. Pero no, me
dice: “El mundo estaba dentro del huevo, y ahí tenía sus dificultades, sus
miedos, sus persecuciones, pero saliendo del huevo caía en el universo donde
caía eternamente en un espacio donde no tenía ningún punto de apoyo”.
Él era la cáscara,
yo-Ser, yo superficie bidimensional, en contacto a la vez con la
tridimensionalidad y la cosmodimensionalidad. A mi modo de ver esta caída hacia
afuera del huevo es lo que Garbarino llamaría caída en el no-Ser, distinto de
no ser yo, no se es yo, ni yo-Ser, es caída más allá de los límites posibles,
lugar de la aestructura, adimensión, o cosmodimensión, a la vez de la nada y
del todo.
Como vemos estas ideas
ayudan en varios sentidos:
- Son instrumentos para
tranquilizanos y así orientarnos en el abordaje de estas patologías.
- Nos sirven para que el
paciente psicótico o border grave se sienta comprendido cuando tiene esas
vivencias de contacto con esas otras dimensiones.
- Tiene consecuencias
técnicas, en la medida que nos insta a una actitud más activa y no neutral,
llevándonos primero a ordenar las experiencias en un plano ilimitado, a
limitado después, para finalmente desplegarlo en la tridimensionalidad, recién
entonces podremos echar mano a interpretaciones en términos de identificación
proyectiva.
- Nos pone en el riesgo de
ser seducidos, por pacientes de características histéricas, pero son
presentación de borders, que nos relatan experiencias similares, pero en un “como
si” y contribuir en la actitud resistencial que nos aleje del análisis de la
conflictiva fálico-edípica.
Finalmente, nos abre las
puertas, para comenzar a abordar desde una perspectiva psicoanalítica, el campo
de los llamados fenómenos paranormales, que hasta el momento hemos dejado al
ocultismo, a pesar que muchos en nuestro trabajo tenemos experiencias
inquietantes que descalificamos o renegamos al no poderlas explicar con
nuestras teorías actuales y por temor a la descalificación por el ridículo.
Estos momentos especiales
de contacto con la realidad del Ser, están siendo abordados desde otras
perspectivas por los físicos y matemáticos modernos y nosotros corremos el
riesgo de llegar tarde en nuestro afán paradojal de racionalidad.
Por último, pienso que
sería interesante pensar si estar ideas nos servirán para pensar algo de lo que
pasa en la situación transferencial en los equipos que trabajan con pacientes
psicóticos, donde por momentos se superficializa la capacidad de pensar, como
si se hiciera bidimensional y en otros, se comienza a girar sin control, perdiéndose
todo norte. No lo tengo claro pero quizás haya algo para trabajar aquí.
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